miércoles, 15 de febrero de 2017

Cómo encarar el primer día de clases de los niños

El ingreso de los hijos al sistema escolar es, para muchos padres y madres, motivo de estrés y preocupación. Es importante entender que este momento es una etapa más que se debe atravesar y que como cualquier otra, implica cambios a los que la familia debe acomodarse.

La explicación la realiza la psicóloga Anahí Navarro. Es un periodo trascendental para los niños y adultos. Los chicos se enfrentan a un nuevo escenario y los padres encaran la individualidad de sus hijos. “Ellos ahora tendrán sus propias actividades, su propio entorno y experiencias, establecerán nuevas relaciones e incluso tendrá una nueva figura de autoridad, admiración y respeto”.

En este lugar el niño o niña desarrollará su personalidad y tomará sus decisiones. Lejos de los padres. Esto puede ser complicado de asimilar, especialmente, por los padres primerizos.

Sin embargo, se puede adoptar también una actitud más positiva ante esta situación. Es importante recordar que en un principio el primer objetivo como padres es formar a los hijos para salir al mundo, para pararse en sus propios pies, cometer sus errores y aprender sus lecciones. Navarro habla de la importancia de educarlos para que sean capaces de desenvolverse en la vida por sí mismos y este es el primer paso.

Por tanto, para el primer día de clases corresponde prepararlos. Se lo debe hacer hablándoles de lo que se viene, de los horarios, de las clases, de los recreos, de los amigos, del comportamiento que se espera. “Pero más que nada, emocionarlos con este futuro que les espera”.

La preparación también debe ser para los padres por los cambios que vendrán en los horarios y rutinas. “Deben trabajar para fortalecer la relación de comunicación y confianza pues la principal forma de conocer el mundo nuevo de los niños será a través de lo que ellos nos digan”.

Y cuando llegue el momento de la separación en el que uno debe quedarse en la puerta mientras el otro entra en un mundo nuevo, la despedida debe ser con alegría. Tienen que dejar claro que se dará un reencuentro “porque en unas horas estaremos nuevamente a su lado para escuchar todo sobre su vivencia de esta nueva experiencia”.

Y si sucede, que el miedo se hace presente y se muestra a través de lágrimas o la negativa a quedarse, se debe asumir la actitud de confianza y seguridad que ellos necesitan.

Es indispensable recordar que, como adultos, es el momento de mostrar la calma y tranquilidad que quisiéramos ver en ellos. Hay que reafirmar la confianza en que volveremos y nos encontraremos y evitar comportamientos como las escabullidas sin despedidas. Tampoco se tiene que mostrar enojo como respuesta al miedo del niño ni hacer amenazas. “Recordemos que la mejor herramienta contra el miedo, es el amor porque brinda seguridad”.

Otras recomendaciones son llevar al niño solo durante unas horas a la escuela infantil y, poco a poco, aumentar el horario. No hay problema si el niño quiere llevar a la escuela su juguete preferido, o algo que le sea familiar y le mantenga unido con su hogar.

Es conveniente que la madre o el padre le lleven y le recojan personalmente. Esta rutina le proporcionará seguridad y facilitará su adaptación al cambio.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario