martes, 6 de septiembre de 2016
Niños bolivianos cuestan Bs 2.300 en la frontera
"Una niña, un niño o un adolescente boliviano se vende ni bien cruza la frontera a 5.300 pesos argentinos, es decir, unos 2.300 pesos bolivianos", aseguró Jorge Oporto Ordoñez, ex Defensor Departamental de Potosí, en declaraciones al diario El Tribuno y que fue tomado este martes como parte de un reportaje difundido por el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA).
Ordoñez hace referencia al punto fronterizo de La Quiaca, la ciudad jujeña que limita con Villazón en Potosí (Bolivia). Este lugar es el epicentro de lo que se presume es un sistema de trata y tráfico de personas.
Por allí, en el paso a Villazón, transitan, en forma irregular, unos 900 menores de edad por día. A sólo medio kilómetro del paso internacional, hay una calle, sin controles, por donde también se puede traspasar la frontera.
El exdefensor del Pueblo añadió que por informes se explica que “durante 2010 pasaron por la frontera 25 mil niños y jóvenes, de los cuales, solo retornaron 7 mil al país".
La cifra es escalofriante si se toma en cuenta que en este tiempo, unos 18 mil niños y niñas bolivianos podrían estar trabajando en campos y talleres clandestinos en la Argentina, mientras que otros podrían haber tenido como destino la explotación sexual.
Con cifras de la ONG Esclavitud Cero cuenta, a partir de denuncias recibidas, que niñas bolivianas de 12 a 13 años son ofrecidas para todo servicio en la Argentina, a 2500 dólares al año. “Se pagan 1.250 dólares al ser entregadas y 1.250 dólares al cumplirse el año de trabajo. Las niñas trabajan sin horarios, no se les permite salir, viven en pésimas condiciones y también son abusadas sexualmente.
“Es delicado investigar la trata, porque tiene células criminales itinerantes que fluctúan empleando los mismos recursos para cometer varios delitos. Todos se manejan en un mismo plano, de manera que no hay líderes ni referentes. La mayoría son clanes”, confía un gendarme quiaqueño que pide e insiste por su anonimato.
Papa Francisco
“Solo hay 153 personas condenadas por trata en la Argentina. Muy poco, teniendo en cuenta que América Latina, después de Asia, es el principal lugar de explotación y trata de personas en el mundo”, aseguró el papa Francisco en el último coloquio de Roma contra el crimen organizado, del que participó.
En otros puntos fronterizos
“En los últimos meses, se vio mucho tráfico ilegal de personas de nacionalidad china, que llegan al puerto de Perú, en barco, luego por tierra hasta Bolivia y hay gestores que les cobran por pasarlos a la Argentina y llevarlos hasta Buenos Aires”, añadió el funcionario.
Hay expedientes en la Justicia: el precio por llevar un ciudadano chino indocumentada desde Villazón, pasando por La Quiaca, hacia Plaza Miserere, en el barrio de Once, Capital Federal, se estima en 70 mil pesos por persona, unos 32.600 bolivianos.
La Ley Nacional de Migraciones establece que si un extranjero ingresa irregularmente a la Argentina, el Estado tiene la facultad de sacarlo y enviarlo nuevamente al país desde el que ingresó.
Pero si un abogado presenta una causa al instante, se abre un proceso administrativo obligatorio que demora unos 180 días hábiles -que se termina estirando en unos dos años, por trabas burocráticas-, en los que el Estado argentino debe hacerse cargo del costo de alojamiento y comida del migrante irregular, hasta que se decida su deportación. Es decir, viven dos años con fondos públicos.
Existen expedientes judiciales que dan cuenta de que son siempre los mismos abogados los que presentan esta acción. Se presume que existe una red armada, organizada, que repite el accionar sistemáticamente.
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