miércoles, 10 de septiembre de 2014

Mitos sobre el sexo 12 son los más comunes al educar a los hijos

¿ Cómo y qué debemos enseñar a nuestros hijos sobre la sexualidad?
Es la gran interrogante de los padres, más aún si se trata de un tema tan delicado y difícil de explicar. Ante ello, surgen un sin fin de mitos y creencias que distorsionan la realidad.

El sexólogo Alejandro Velarde, recomienda a los padres que no sean muy extremistas a la hora de hablar de sexo con sus hijos y no incentiven el puritanismo ni el libertinaje.


Es importante buscar un punto intermedio en función a los valores y hablar de sexualidad a los hijos según etapas de desarrollo. Hay que reconocer que una cosa es la conducta sexual y otra muy diferente son las actitudes hacia la sexualidad.


He aquí los mitos más frecuentes al momento de hablar sobre este sensible tema:

1 Hablar de sexualidad despierta su interés por el sexo
Se cree erróneamente que cuando los padres hablan de sexo con sus hijos se los está incentivando a que inicien a temprana edad su vida sexual; lo que puede llevar a embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual, perjudicando su futuro.

2
El hombre no puede exteriorizar sus emociones
A pesar de sentirse fatal no puede decir nada, debe quedarse callado, porque si no deja de ser ‘macho’. La sociedad le niega la oportunidad del desahogo porque atenta contra su hombría.

3
Solo un especialista debe hablarles de sexo
El miedo a no saber cómo explicar o terminar con todas las dudas de los hijos hacen huir a los padres de esa responsabilidad relegándola a un especialista o a los profesores del colegio.

4
Las niñas deben jugar con muñecas y los niños con autos
Desde pequeños se les asignan roles. A las niñas se les enseña a jugar solo con muñecas, incentivándolas al rol de madre, o con las ollitas para que entiendan que su lugar es en la cocina. Lo mismo pasa con los niños, pero con autitos para que cada uno entienda cuál es su sitio.

5
Las niñas no deben tocar o explorar su zona genital
“Si lo haces eres una prostituta”. “Las niñas buenas no se comportan así”, son algunas de las típicas frases que suelen decir las madres para reprimir un comportamiento natural en los seres humanos como lo es la autoexploración.

6
Ellos van a aprender por su propia cuenta
¿Si yo lo hice por qué ellos no? Los padres suponen que sus hijos aprenderán de la misma forma que ellos en su época. Más ahora que hay bastantes medios para que lo hagan, como la internet, que les permite conocer incluso más de lo necesario.

7
Evitar la manifestación de la sexualidad en pareja delante de los hijos
Para no incitar a los hijos a que hagan lo mismo, evitan abrazarse, darse besos o darse cualquier otra muestra de cariño porque lo encuentran perjudicial. No se dan cuenta que con esta actitud van a conseguir que sus hijos repitan lo mismo en el hogar que formarán a futuro, con carencia de afecto.

8
Solo se debe hablar de cuestiones biológicas no emocionales
En el lenguaje de los progenitores no está permitido mencionar la palabra sexo, cuando se trata de sexualidad ellos prefieren tocar temas relacionados a los cambios biológicos que experimentarán sus hijos, como la menstruación en las niñas y cambios de voz, y vellos faciales en los niños. Evitan todo lo que tenga que ver con las emociones para no provocar ninguna confusión y acciones prematuras en ellos. No se enfatiza en el nivel de placer que se puede experimentar.

9
La madre debe enseñar a la hija y el padre al hijo
Se cree que es lo mejor por comodidad para el adolescente y para los mismos padres. Sin embargo, se aconseja que haya mayor apertura de ambos lados para tocar el tema de la sexualidad. Es bueno que se cambie esa rutina para que la niña tenga el punto de vista masculino y el niño el femenino de manera que haya una mejor comprensión.

10
Tener relaciones sexuales es de hombres
Jamás una dama puede tomar la iniciativa en el sexo. Está terminantemente prohibido. Es él quien decide cuándo la pareja tendrá relaciones sexuales y cuándo no. La mujer debe aprender a aceptar lo que decida su pareja sin objetar o cuestionar reprimiendo sus propios deseos.

11
El hombre no entra a la cocina
Se tiene el concepto de que la cocina es el santuario de toda mujer, por lo que no se acepta la presencia del género masculino en ella. El padre desde pequeño enseña al niño a que lavar los platos, barrer o poner la mesa es tarea solo de niñas.

12
El varón nunca debe decir no al sexo
Porque está en juego su virilidad y deja de ser visto como hombre de verdad frente a la mujer y amigos. La presión social lo obliga a estar siempre dispuesto a tener relaciones. “El hombre es hombre”, es la vieja excusa

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