En la capital cruceña suceden de forma frecuente accidentes que causan lesiones y hasta decesos de menores de edad, como dos casos registrados en agosto. Médicos del Hospital de Niños Mario Ortiz enseñan cómo cuidarlos
El 11 de septiembre se celebra el Día Mundial de los Primeros Auxilios y organismos internacionales, como la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja, sugieren que estos conocimientos se impartan en todos los países del mundo porque marcan la diferencia entre la vida y la muerte.
Es más, se piensa que los padres de familia deben dominar técnicas de auxilio primario para estar prestos en casos de que sus seres queridos, especialmente bebés, niños y adolescentes, fueran víctimas de percances, incluso fatales, en el hogar.
En agosto, en la capital cruceña, en un intervalo de cinco días, se registraron dos muertes de niños por imprudencia de sus respectivas madres. El primer caso ocurrió en el barrio San Francisco, zona de Los Lotes, donde una niña de un año y medio se ahogó al caer de cabeza dentro de un balde con agua próximo a un grifo.
La progenitora no se percató de la desgracia y pensó que la pequeña se había extraviado. Cuando retornó a su casa, luego de avisar a la Policía sobre su desaparición, halló a la criatura sin vida en el recipiente.
El otro suceso tuvo lugar en un barrio del Plan Tres Mil, donde una madre salió a trabajar por la noche a una rocola y dejó a su bebé de meses en su cuarto, a cargo de una vecina. La mujer retornó a descansar a las 5:00 y notó que el lactante estaba envuelto en una colcha y no se movía. Al no responder a ningún estímulo, lo llevó al hospital municipal Los Pocitos, donde comprobaron que falleció de asfixia por sofocación.
Lecciones prácticas
Otro caso reciente tiene que ver con la explosión de gas licuado en la cocina de una vivienda, en la que siete personas resultaron quemadas, entre ellas un niño de dos años, una adolescente, de 15 años y una joven de 24 años, que murió ayer.
Todos estos percances son evitables, manifestaron Arminda Morón, jefa del departamento de Neonatología, y el médico pediatra Luis Carlos Bernachi, del
Hospital de Niños Mario Ortiz, quienes dieron seis consejos: no se debe echar al lactante directamente después de mamar; ponerlo en posición semierecta para evitar el reflujo; la cuna debe tener un colchón duro sin cabeceras; cuando hay niños que ya caminan hay que cubrir los enchufes eléctricos; revisar periódicamente las conexiones de gas licuado y no darles de tomar o bañarlos con manzanilla y anís, porque son tóxicos.
La doctora Morón explicó que en su unidad las madres reciben capacitación en lactancia materna y la manera de posicionar al recién nacido. “Si preparamos a las madres desde el momento del nacimiento del bebé, vamos a evitar estos problemas que a veces tienen desenlaces fatales.
Antiguamente se recomendaba colocar a los recién nacidos de cúbito ventral (de barriga), después de lactar, pero se ha visto que hacen movimientos y pueden obstruirse las vías aéreas. Ahora se recomienda que los niños deben estar de cúbito dorsal, con la cabeza lateralizada (de lado)”, manifestó Morón.
Luis Carlos Bernachi dijo que uno de cada 900 bebés saludables muere repentinamente en la cuna. Muchas veces no se establecen las causas y se las registra como síndrome de muerte infantil súbita. No obstante, Bernachi recomienda hacer dormir al lactante en un colchón duro, porque un colchón blando puede complicar la respiración. La cuna no debe tener almohada, pues se les puede caer en la cara.
Luego de dar de lactar a una criatura, no hay que acostarla inmediatamente; debe estar en una posición semierecta, para que pueda eliminar gases y para que el contenido gástrico pueda vaciarse, pues si no lo hace el bebé puede vomitar y ahogarse con su propio vómito.
A decir de Bernachi, el reflujo gastroesofágico es otra causa de ahogamiento y muchas veces no se manifiesta con vómito y no siempre se diagnostica. Cuando los niños comienzan a caminar, hay que extremar cuidados con los enchufes eléctricos y con las fugas de gas licuado.
Manzanilla y anís son tóxicos
Bernachi recomendó con énfasis no dar de tomar manzanilla ni anís a los niños, porque estas infusiones les producen intoxicación que incluso les puede provocar la muerte.
“Hay que remarcarlo, la manzanilla y el anís son hierbas tóxicas que no se deben dar a los niños. La manzanilla produce un efecto vasoconstrictor y en un organismo en desarrollo puede causar una distensión abdominal y hasta una perforación gástrica. Es costumbre dar manzanilla. Hace poco hubo un caso de un bebé al que la abuela le daba leche y le alternaba manzanilla en biberón. Dicho paciente llegó a tener daños neurológicos”, aseguró Bernachi.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario