lunes, 11 de diciembre de 2017

Cómo saber si tu hijo es feliz

Para todo padre y madre uno de los mayores deseos es que sus hijos sean felices, la felicidad no es solo algo que puedes darle a un niño como un regalo, sino enseñarle, fomentando la gratitud, la amabilidad, el trabajo en equipo, la comunicación, la integridad y hacer actividades en familia.

Los niños demasiado mimados, ya sea porque se les den demasiados juguetes o muy sobreprotegidos, son más propensos a ser adolescentes inseguros. Los mejores indicadores de felicidad futura son internos, debemos ayudar a los niños a desarrollar recursos internos que puedan utilizar a lo largo de sus vidas. He aquí algunas sugerencias importantes.

1.- APRENDE A CONOCER SUS EMOCIONES

Un niño feliz sonríe, juega, es curioso, muestra interés en otros niños y no necesita estimulación constante. En cambio, cuando no se siente feliz es retraído, callado, no habla, no se involucra espontáneamente con otros niños, no juega, no hace preguntas, no ríe ni sonríe y habla muy poco. La timidez no es lo mismo que la tristeza, entonces se debe aprender a descifrar que señales presenta un niño. Los padres constantemente deben estar alertas para ver si se dan cambios significativos en su conducta que pudieran sugerir por algún problema que requiere su atención.

El enojo es angustia excesiva, cuando tu hijo golpea a su hermano o avienta sus juguetes, eso significa que está angustiado más allá de su nivel de tolerancia.

2.- LA DIVERSIÓN ENTRE PADRES E HIJOS

Cuando los niños se divierten con sus padres crean una niñez conectada, darás el mejor paso para garantizar que tu hijo sea feliz. El juego genera alegría, pero también es la forma en que tu hijo desarrolla habilidades esenciales para su futura felicidad.

3.- CONTRIBUYE A PERFECCIONAR SUS TALENTOS

Las personas felices son a menudo aquellas que dominan una habilidad. En todo su crecimiento observarás diferentes habilidades como ser; deporte, danza, canto aprender a tocar un instrumento u otras habilidades. Aprenderá de sus errores, aprenderá a ser persistente, disciplinado y luego experimentará la dicha de tener éxito debido a sus propios esfuerzos.

4.- CULTIVA HÁBITOS SANOS EN TU HIJO

Los niños pequeños hacen ejercicio de forma innata, darle a tu hijo tiempo de sobra para corretear en los parques, patios, esto lo ayudará con sus estados de ánimo. Inculca que tenga orden: Algunos niños se adaptan fácilmente a distintos horarios y circunstancias, la mayoría de ellos disfrutan y son más felices con un horario establecido que les permite saber qué va a suceder. Realizar diferentes tareas en casa de acuerdo con sus edades como poner la mesa, ordenar sus juguetes; fomentará una relación más íntegra en la familia.

5.- DEJA QUE TRATE DE RESOLVER SUS PROBLEMAS

Algunos padres piensan que sus niños son felices resolviendo todos sus problemas, los niños se equivocan y aprenden de ello, incluso mientras más difíciles o frustrantes sean las situaciones, les ayuda a obtener fuerza interior que conduce a la felicidad. No significa que los niños no deban pedir ayuda si la necesitan, pero su fundamental papel es ayudarlos a que encuentren una solución ellos mismos, no proporcionárselas. Si tu pequeño desarrolla un sentido de independencia y confianza, eso puede llevarlo a tener buena autoestima y ser más feliz.

6.- PERMÍTELE ESTAR TRISTE O ENOJADO

Los niños necesitan saber que a veces es normal sentirse triste, es parte de la vida. Necesitamos dejarlos experimentar sus sentimientos, incluyendo la tristeza.

Puedes alentar a tu hijo a dar nombre a sus sentimientos y a expresarlos verbalmente. Los niños pequeños comprenden rápidamente las palabras que tienen que ver con su estado emocional, como “contento” o “enojado”. Cuando pueden expresar con palabras sus emociones, adquieren una nueva capacidad de reconocer y regular sus sentimientos.

7.- ESCUCHA A TU HIJO

Es esencial tener el canal de comunicación abierto con tu hijo es fundamental para comprender su humor, preguntar: ¿hay algo que quisieras contarme? ¿Algo te molesta?” y después déjalo hablar, si no quiere hacerlo, pregúntale al día siguiente.

La mayoría del tiempo, los niños están tristes o molestos por algo que causa estrés en el ambiente en el que desarrollan: una discusión con un amigo, un problema con un hermano o una tensión en casa. Si los síntomas de tristeza en tu hijo persisten y notas comportamientos como falta de ganas de ir a la escuela o guardería, preocupaciones excesivas de que mamá o papá mueran, que finja estar enfermo, dificultades para comer o dormir, consulta con un médico y también un terapeuta.

8.- ENSÉÑALE A COMPARTIR Y A PENSAR EN LOS DEMÁS

Conforme tu hijo pequeño va creciendo puedes enseñarle la importancia y satisfacción que existe en ayudar a otros. Algunos estudios muestran que las personas que se interesan por su alrededor tienden a sentirse menos deprimidos.

9.- SÉ UN MODELO DE CONDUCTA

Los padres pueden pasar su temperamento a sus hijos, no necesariamente a través de los genes, sino a través del propio comportamiento y forma de educarlos. Para bien o para mal, los niños perciben el humor de sus padres. Incluso los bebés pequeños imitan el estilo emocional de sus papás, lo cual de hecho activa vías neurales específicas. Cuando sonríes, tu hijo sonríe y su cerebro se “prepara” para sonreír. Los padres tienen dificultades, problemas y deben aprender a controlar sus expresiones, si se encuentran deprimidos a menudo no son buenos para proporcionar disciplina y orden de manera constante, ni divertirse con ellos, entonces deben buscar ayuda.

En resumen, para que un niño sea feliz no necesita tener un juguete caro. Lo esencial es que los padres le dediquen tiempo, jueguen con él, participen en sus actividades, les dejen tener amigos. Es aconsejable sorprenderlo con un detalle inesperado, regalarle constantes besos y abrazos, apoyarle en cada fracaso, ser comunicativos y escucharlos todo el tiempo. Tener a un niño o niña feliz debe ser el propósito no solo de los padres, sino también de los profesores y de toda la sociedad.

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