Seguramente la mayoría de los padres de ahora crecieron con el cuento de que la cigüeña trae a los bebés, pero es más seguro que grande fue la decepción al enterarse de la verdad. En estos últimos años, esta situación ha ido cambiando por la gran información de sexualidad al alcance de los pequeños de la casa, pero que los papás deben ayudarlos cuando ellos comienzan con las interrogaciones. Especialistas en el área enseñan cómo y señalan típicos errores de los padres.
La enseñanza. No hay una edad determinada para enseñar la sexualidad, por eso la psicopedagoga Ruby Toledo asegura que "a toda edad es importante" y se debe hacer según los pequeños van despertando esa curiosidad.
Además hay que hablarles sobre la prevención al abuso sexual porque "si ellos tienen ese conocimiento, también van a saber distinguir su privacidad sexual y cuando alguien está intentando seducirlo", aseguró Toledo al explicar que siempre que hay un abusador, generalmente es del entorno cercano, mostrándose como un amigo de la familia intentando ganar la confianza del niño.
Inicio de la preguntadera. El desarrollo de los pequeños para diferenciar la sexualidad varía mucho, dijo la psicóloga Tunesda Flores, dependiendo si van a guardería o 'nidito' aprenden más rápido que otros que solo están en casa. Darse cuenta de la diferencia de niño a niña sucede en los primeros años, ya que a partir de los tres o cuatro años aproximadamente comienzan a preguntar cómo llegó el bebé al vientre de la mamá o por dónde salen los bebés.
Lo correcto. En esta situación, se debe responder la verdad para que después no diga "mi mamá es una mentirosa o mi papá es un mentiroso". Explicar y hacer entender que cada niño es fruto del amor que se tienen los papás y una manera de reflejar ese amor trayendo niños al mundo. Pero también dejar muy claro que solo los grandes pueden crear hijos y ellos cuando son pequeños deben cuidar su cuerpo.
Errores en los padres. Jamás reírse o burlarse de los pequeños, porque cuando ellos quieren contarles lo que les está pasando tienen miedo de que se burlen y buscan a otra persona haciendo que los padres queden en segundo lugar de confianza.
Hacerse el despistado y dejar al niño en el aire cuando hace una pregunta, es una falta de respeto.
Por otro lado, "Muchas veces, nosotros como padres los alejamos a los niños al intentar corregirlos, diciéndole por ejemplo no hagas tal cosa, no hagas la otra y parecemos enemigos al corregirlo", puntualizó la psicopedagoga recomendando que siempre hay que mostrarle al niño la versión negativa, "nosotros le preguntamos haciendo que él lo analice y que saque sus conclusiones para que tenga conciencia de sus propios actos y las consecuencias de lo mismo".
Consejo. Pedir ayuda a un especialista cuando ven alguna actitud diferente en los hijos. Los padres tienen que saber identificarlo, sabiendo escuchar al pequeño o bien, cuando está muy callado y no quiere hablar, recalcó Flores
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