A veces los adolescentes se sienten desmotivados ante el curso académico y no sienten ganas de estudiar porque no encuentran sentido a sacar buenas calificaciones. No saben relacionar la importancia de la escuela y el instituto con el éxito futuro en la vida adulta.
Señales. Los estudiantes que no quieren ir a clase intentan estar en la cama el mayor tiempo posible para hacerse los dormidos o que se les haga tarde y pasar menos tiempo en la escuela. Además no les importa acostarse tarde. Cuando no tienen interés por los estudios, dentro del aula están distraídos y tienen una actitud desinteresada hacia las explicaciones del profesor. En casa notarás que tu hijo no estudia por las tardes o "nunca" tiene cosas qué hacer de la escuela. Algunos tienen comportamientos inadecuados con sus profesores. Si a tu hijo no le importa que lo expulsen, debes hablar con él.
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