sábado, 24 de octubre de 2015

LAS PRIMERAS RELACIONES DE LOS NIÑOS Amigos imaginarios

Juan le cuenta a sus padres que hoy se ha enfadado con Pepe, que vive en la imaginación de Juan, es su amigo invisible.

Los psicólogos relajan a los padres ante este peculiar compañero: es un fenómeno normal e incluso saludable para los pequeños.

Uno de los personajes de la película Del Revés (Inside Out) que más enternece a la audiencia es Bing Bong, el amigo imaginario de Riley, la niña protagonista. En la cinta se muestra cómo el salto a la madurez de la chica conlleva que este amigo pase a un segundo plano. Según Luis Muiño, psicoterapeuta y divulgador, la métafora de la extinción de Bing Bong está “muy bien contada”.

Pero, ¿qué es un amigo invisible y por qué aparece? Y, más importante para los padres, ¿hay que preocuparse? Los psicólogos Luis Muiño y Valentín Martínez- Otero aportan su punto de vista sobre este amigo tan peculiar.

¿Qué es?

“Un amigo imaginario es el fenómeno mental que te sirve para empezar a desarrollar habilidades sociales, a aprender antes de tener interacciones reales”, define Muiño. Este psicoterapeuta y divulgador enfatiza en la necesidad de esta figura y la compara con situaciones del mundo animal.

“Todos los animales tienen un modo de prueba, por ejemplo, los leones juegan a cazar antes de hacerlo”, indica. Del mismo modo, los niños aprenden con el amigo imaginario a probar sus habilidades sociales antes de tener “amigos de verdad”.

Valentín Martínez Otero, doctor en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid, califica de “normal y propia del desarrollo de la personalidad” esta peculiaridad y reconoce que suscita mucho interés en su profesión.

Algunos estudios revelan que un porcentaje significativo de niños atraviesan esta situación, “por lo menos el 30%”, apunta Martínez- Otero. El rango de edad mayoritario es entre los tres y los seis años, en el periodo de infantil del colegio.

¿Es útil?

“Con el amigo invisible los niños aprenden el trabajo en equipo, a alegrarse por los éxitos de otro, a explorar lugares y a vencer miedos”, explica Muiño.

A estas funciones, Martínez- Otero añade otras como la mayor comprensión del niño ante emociones ajenas, su capacidad para aceptar que él no es el centro de todo o el aprendizaje de la empatía, ponerse en el lugar del otro.

Para los padres, el amigo invisible puede ser una herramienta para conocer mejor a su hijo, ya que proyecta su personalidad en esa conversación, “sus emociones, inquietudes, miedos, intereses, preocupaciones y gustos”.

¿Cuándo hay que preocuparse?

“Sinceramente, me parece más un miedo paterno que un problema real”, confiesa el psicoterapeuta Muiño. También determina que “existen casos con alguna patología en la que el amigo imaginario puede ser un síntoma”, pero es menos común.

Si cambia su comportamiento, hay que vigilar a su amigo invisible.

¿Hay motivos para preocuparse por esta amistad?

Solo si el comportamiento del niño es anormal y se producen estas situaciones que describe Martínez- Otero:

Si el niño no se relaciona con los otros miembros de la familia

Si le impide conciliar el sueño

Si no realiza las tareas del colegio

Si pone freno a la realización de sus actividades cotidianas

Si se torna especialmente retraído, agresivo

En definitiva, concluye Martínez- Otero, “no tiene por qué preocupar, a no ser que el niño altere su rutina. Entraría dentro del desarrollo saludable del niño”. Y tú, ¿te acuerdas de tu amigo invisible?

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