Los niños son receptivos a todo lo que sucede en su alrededor. Por lo tanto, todas las respuestas que tienen son aprendidas de algún lugar cercano a ellos, ya sea su propia familia, amigos o televisión.
Control. Los padres no deben olvidar que los niños son pequeños intentando conseguir lo que desean mediante métodos de manipulación, por lo tanto, necesitan que se les enseñe cómo aprender a obedecer las órdenes de los adultos. No alimente el mal comportamiento brindándoles lo que desean. El estado de ánimo del niño es semejante al de sus padres. Lo crea o no, a todos los niños les gusta sentir una sensación de comodidad y saber qué esperar si actúan de la manera incorrecta. Es su tarea proporcionarles estos límites y lograr que ellos los respeten. Por ello debe establecer reglas en el hogar, crear advertencias, asegúrese de que cumplan con el castigo que se les ha dado como consecuencia de un mal comportamiento, otórgueles tiempo para que comprendan las reglas y respeten a su autoridad.
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