sábado, 24 de octubre de 2015

Cantar, virtud innata para que tu niño se exprese

Uno nace, no se hace. Ésa es la premisa con la que profesionales de la música trabajan para desarrollar en tu hijo su habilidad por el canto, virtud que al margen de explotar un potencial dormido es un excelente catalizador para expresar sus emociones: las buenas y malas.

No importa si dé o no señales de capacidad vocal, puedes ayudarlo a practicar y educar su voz incluso antes de los dos años. “La edad ideal para enseñar canto es a partir de los dos años, cuando el niño, de alguna manera, imita la pronunciación de las palabras y ya tienen un vocabulario básico”, sugiere Cinthia Arispe, cantante profesional.

Sin embargo, este factor no es excluyente porque no hay límites para que un niño o una niña comiencen a ejercitar su voz. Su preparación dependerá de si puede o no estructurar palabras, memorizarlas y repetirlas, pero sobre todo, dependerá que le guste hacerlo.

La psicóloga Mónica Soliz explica que cuando los niños empiezan a hablar, caminar y valerse por sí mismos, muestran sus preferencias por una u otra actividad. “Algunos bailan, otros saltan, otros pintan y hay quienes empiezan a tararear canciones o a interpretarlas, lo mejor es incentivarlos poniéndoles a su alcance las herramientas necesarias “. Por ejemplo, música de su agrado, lápices de color, papeles y otros para que desarrollen lo que saben y quieren hacer”. Con el tiempo, cuando estén más seguros de lo que desean se les puede ir educando en sus habilidades, precisa Soliz.

Arispe señala que la voz y la emisión de sonidos es instintiva desde que un bebé nace y cuando llora, constituyéndose éste en el primer canto. La voz como proceso evolutivo del ser humano es educable, más aún a temprana edad, cuando el cuerpo y el cerebro no son llevados por la timidez, sino más bien por la espontaneidad de lo expresivo. “Todo tipo de expresión artística es parte de la inteligencia emocional. Los humanos somos expresivos mediante nuestras emociones y culturalmente los cánticos son parte de las transiciones evolutivas”, dice.

¿Pero en qué consiste la educación musical? La música, como elemento sensible y emocional, es parte importante de la exteriorización de los sentimientos y más aún cuando ésta se genera con la voz y se la acompaña con la expresión corporal.

Los niños, por naturaleza, muestran sus emociones por medio de sus gestos; sea aplaudiendo, abrazando, saltando y hasta haciendo un berrinche. “La educación musical trata de canalizar todas estas emociones y logra que la expresión salga por medio de la voz”, indica Arispe.

Cuando se habla de educar la voz se trata de aprender a respirar adecuadamente, pues ciertamente cantar no solo tiene que ver con el timbre vocal y la armonía.

Con el tiempo, las personas pierden la capacidad de utilizar adecuadamente la parte superior, media e inferior de los pulmones. “Increíblemente los seres humanos solo utilizamos la parte superior, inutilizando dos tercios de los pulmones en la expansión y retención de aire”, sostiene la profesional en formación musical.

Para entonar —añade— aprendemos a llenar estas tres partes de las que hablamos y a controlar la cantidad de salida de aire para poder emitir notas más largas. Esto se logra en los niños con juegos de respiración enseñando a meter aire como para soplar las velas de una torta, a sostener el aire dentro en conteos cortos que irán aumentando en tiempo y luego, exhalando como para mover de manera suave los pétalos de una flor.

El continuo ejercicio hace que este proceso de respiración se convierta en normal y salga de manera natural y así, los que lo ejercitan, vuelven a aprender a respirar y oxigenar. Crean un mejor flujo sanguíneo al cerebro y, lo mejor, empiezan a cantar como profesionales.

Técnica y edades

La técnica irá acorde a la edad del niño por medio de la compresión del ejercicio y del desarrollo cognitivo. Por ejemplo, de dos a cinco años debe ser visual, sonoro y repetitivo; imitando sonidos y reconociendo en qué parte del cuerpo resuenan.

De seis a 12 años, el método es sonoro, repetitivo y ejecutivo consciente. “Creamos conciencia de la parte fisiológica sonora”.

De 13 años en adelante, el adolescente debe ejercitar respiración, relajación, estiramiento y expresión oral.

Ejercicios

Estos ejercicios se pueden realizar con o sin instrumentos musicales. Hoy se cuentan con ejercicios sonoros repetitivos y funcionales. La utilización del instrumento musical, según la cantante, ayuda al reconocimiento de notas musicales y estructura de pentagramas.

Algo que destaca Arispe es que el cuidado de la voz y de las cuerdas vocales es importante. “Los factores que dañan físicamente son toser, hablar a gritos y en forma prolongada. Los cambios de clima, del frío al calor y viceversa. Una mala curación de algún resfrío y ni hablar de fumar”, sugiere.

Música

En cuanto a los ritmos que deben entonar y escuchar los niños, manifiesta que dependerá de las alternativas musicales que los padres tienen en casa.

“Sabemos que los niños repiten todo aquello que ven y escuchan, lo mismo pasa con los gustos musicales y dependerá de los progenitores para educar musicalmente a sus hijos”, advierte la cantante que asegura que de cualquier manera apoyarlos en este tema los hará más sensibles, felices y les facilitará su forma de expresión de sus necesidades y sentimientos.

Clases

Taller de canto y acting para niños. Días 28 y 29 de octubre. Bs 200. Pura práctica. Cinthia Arispe, 76504621

Conceptos

Cantar es una forma eficaz de reforzar su memoria y aprender nuevos conceptos de la vida y de las cosas.

Motivación

Lo que aprenden cantando se les graba y les motiva; divierte y ayuda a estimular su imaginación y sensibilidad artística.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario