domingo, 22 de julio de 2018

Verdadero sentido de la maternidad

La maternidad no significa sonreír siempre, sino también llorar. Es decir noches de insomnio con sinfín de preocupaciones; aguantar peleas, tolerar y aprender a tener mucha más paciencia, aunque en ciertas situaciones la pierdan. Cambia la vida, tu tiempo y tu forma de pensar por tus hijos, dando todo de corazón y teniendo fuerzas cada día para sacar a tus hijos adelante y enseñarles a vivir.

A una madre le duele más que a nadie decir NO a sus hijos, retarles, medir sus fuerzas, verlos caer, abandonar sus sueños, pero conoce más que nadie la importancia de los límites y pretende que sus hijos aprendan a tomarla en cuenta.

Pese a que hasta edades maduras de sus hijos, algunas madres viven por ellos, tomando decisiones y aun sobreprotegiéndolos, como niños, una madre no debería vivir sólo por ellos, pero sí compartir al máximo con ellos, dando el mayor esfuerzo, intentando cada día coser unas alas enormes y ligeras que permitan a sus hijos volar muy alto, para que puedan defenderse ante la vida y sus diferentes situaciones.

La función de la madre es importante en la familia, en la formación y educación de sus hijos, siendo la guía fundamental para ayudarlos a ser independientes, transmitiendo amor y respeto. Ser madre es un trabajo que conlleva diferentes multitareas, donde se está de guardia los 365 días del año. Hoy el ser madre conlleva diferentes situaciones, así mismo para aquellas mujeres que deciden serlo por la adopción. Y es fundamental el apoyo de las abuelas en el desarrollo de l@s niñ@s.

Y es que las madres adoptivas llevan tiempo buscando un hij@, recurriendo a diferentes opciones, con intentos fallidos para serlo, pasando por difíciles momentos y esperando incluso muchos años. Cuando lo logran, surgen diferentes preocupaciones y responsabilidades; el proceso para muchas mujeres es difícil y desde el inicio desean ocultarles la verdad, pero se recomienda no hacerlo, ya que más adelante pueden dañar la confianza del adoptad@. La razón de que no se encuentre con su verdadera madre puede deberse a diferentes circunstancias, por lo tanto su sistema afectivo puede ser inseguro e inestable. Sin embargo ahora la madre que adopta establece un vínculo de amor, para que el hijo se sienta protegido por su nueva familia. Es recomendable que durante los primeros meses de adopción, la madre trate de estar el mayor tiempo posible con su hijo, evitar dejarlo solo, con personas desconocidas, todo esto apoyará su área afectiva. Adoptar a un hijo no es tarea sencilla y van a haber momentos desesperantes, pero también muy felices. En la primera circunstancia se debe tomar en cuenta el cómo se encuentra quien está pasando por muchos cambios en su vida: nuevos padres, nueva casa y diferentes costumbres. Su forma de responder a la adopción puede ser variada, ya que depende de su edad e historia personal. Sin embargo no hay que alarmarse si presenta conductas extrañas, hábitos diferentes a los tuyos, dificultad para dormir, miedos o inestabilidad social; no hay que presionarse durante su proceso de adaptación, sino adquirir mucha paciencia. Tal vez el hijo no creció en su vientre, pero de seguro que crecerá en su corazón. Nunca se debe dudar del rol de madre, ya que siempre estará para cuidarlo, educarlo y amarlo. Adoptar no es un acto de caridad, sino que es una manera de dar amor y formar una familia.

EL ROL Y LA FUNCIÓN DEL CUIDADO DE LAS ABUELAS

Hoy no es sencillo ser una madre moderna, trabajar y educar a la vez es una tarea gigantesca, sin embargo a través de estas acciones es posible lograrlo, a pesar de la ausencia. Algunas tienen sentimientos de culpa y en ciertas ocasiones suelen compensar, siendo demasiado permisivas, otorgando regalos sin razón, o en general consintiendo y accediendo a todo lo que el hijo en cuestión solicita. No deben sentirse que son malas madres, al contrario, son mujeres ejemplares que hacen lo necesario para proveer a sus hijos. Tener la oportunidad de que las abuelas ayuden en todo este proceso de desarrollo es importante, sin olvidar las normas de educación que se presentan en la familia, para ello deberá haber una comunicación continua entre ambas.

Este cuidado es importante en el desarrollo de los niños; el apoyo que las abuelas dan a sus hijos en el cuidado de sus nietos, mientras sus hijas salen a trabajar jornadas de tiempo completo. Muchas de las abuelas realizan este apoyo con mucho amor, pero no deben olvidar ni renunciar a su vida propia. La relación con sus amigas, cultivar un hobby, apuntarse en un curso extra, también programar un viaje, estas actividades son necesarias e indispensables, no sólo para mantenerse vitales. Es recomendable que las abuelas marquen ciertos límites hacia los hijos y también ponerlos para sí mismas. Una abuela o suegra debe mantener respeto y objetividad hacia la dinámica que ha adquirido la familia que ha formado su hijo o hija, y a la vez debe ser clara sobre hasta qué punto puede o quiere comprometerse con el cuidado de los nietos, mientras los hijos trabajan. Es muy cierto que como madres cambian su forma de pensar, pero también la de ella cuando fue abuela. Ella no sólo cuida a los hijos, sino que les transmite una ternura especial, incomparable, contando las historias de la familia.

El rol de ser madre en esta y cualquier situación es esencial en la vida de los niños. Muchas mujeres aprenden de a poco a sobrellevar esta función, con amor, respeto, comunicación y muchos más valores. Es importante adquirir mucha paciencia y, sobre todo, actitud positiva, ya que los hijos imitan las actitudes de sus padres. Cuando nuestro cerebro está positivo, libera neuroquímicos llamados aceleradores de éxito, como la dopamina y enciende una parte del cerebro que permite percibir más posibilidades y procesar más información, al contrario de una mentalidad negativa, pues causa que el cerebro se sienta amenazado, cerrándose a nuevas oportunidades.


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