miércoles, 12 de noviembre de 2014

Ocho consejos para evitar que su hijo sea un golpeador



1º. Hablen con sus hijos
- Explíquenle que las conductas violentas como arañar o pegar son inadecuadas y las consecuencias negativas que tienen para los demás niños y para él mismo.

2º. No exponer a escenas violentas
- Deben evitar a toda costa que los niños presencien escenas violentas, ya sean en películas, videojuegos, espectáculos deportivos, etc.
- Los niños no distinguen entre la realidad y la ficción y tratarán de reproducir esas situaciones en su vida real.

3º. Ejemplo en el hogar
- Los niños aprenden por imitación, el ejemplo que le den a su hijo o hija será decisivo.
- El niño debe ver en sus padres un modelo de afrontar las situaciones dialogando, negociando, pero sin recurrir a la violencia física o verbal. Tengan en cuenta que su hijo les observa y escucha siempre.

4º. Enséñele otras opciones
- Los padres deben enseñarle de manera concreta alternativas a su conducta, es decir, cómo puede resolver las situaciones de otra manera.
Esto se suele hacer a partir reflexionando sobre episodios sucedidos en el colegio o en contacto con otros niños, por ejemplo, en el parque.

5º. No refuerce las conductas agresivas
- Sin querer, muchas familias “premian” el comportamiento agresivo de su hijo. Bromeando, presumen de esta forma de ser ante otros familiares y amigos con comentarios como “preferimos que él pegue a que le peguen”. De esta forma están aprobando el comportamiento de su hijo o hija.
- En otros casos, se etiqueta al niño como “pegón”, lo que también refuerza este tipo de conductas.

6º. Elogie y apruebe
- Sorpréndalo resolviendo las situaciones adecuadamente, con sus hermanos u otros niños.
- En esos casos, préstele una especial atención, elógielo y apruebe su conducta.
- Será una forma muy concreta de decirle: «así me gustaría que actuaras la próxima vez».

7º. Adopte medidas
- Cuando el niño pegue o agreda a otro niño, adopte medidas de manera que ese comportamiento tenga consecuencias negativas. Las medidas se deben adoptar lo antes posible.
- En primer lugar regáñelo y déjele bien claro que no quiere que se comporte así.
- Si acaba de presenciar una reacción violenta, utilice la técnica de «tiempo fuera»: déjelo en un lugar aburrido pero supervisado, tantos minutos como años tiene.
- Otra forma de actuar, consiste en retirarle algunos privilegios: como no poder ver la TV, o retirarle un juguete. Aquí, el criterio general será retirárselo tantas horas como años tiene.

8º. Si nada funciona
- Si a pesar de todas las medidas, y pasado un tiempo prudencial el niño o la niña continúa con una conducta agresiva, sería necesario que un especialista valorara el comportamiento para proponer un programa de mejora más personalizado.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario