El método se basa en el contacto piel con piel entre padre y bebé y se ha demostrado que es una de las prácticas más efectivas para salvar a recién nacidos en riesgo.
En el marco del Día del Padre en Bolivia, muchos celebrarán esta ocasión por primera vez. Sin embargo, un grupo de ellos estará en un hospital en el rol de “Papá canguro” con su hijo prematuro. Este método consiste en mantener al recién nacido, prematuro o a término, en contacto directo, piel con piel, en el pecho en posición de canguro con la finalidad de fomentar la salud y bienestar del pequeño. Se aprovecha el calor que desprende el cuerpo del padre para mantener la temperatura del recién nacido. Además, lo dota de seguridad, protección y facilita su desarrollo multisensorial.
“El rol del papá inicia desde el momento de la concepción, se siente en la confirmación del embarazo y se fortalece en el nacimiento del bebé. Es normal tener ciertos temores y preocupaciones sobre cómo ser un buen papá especialmente cuando el bebé es prematuro. Es justamente aquí donde el vínculo padre e hijo se fortalece”, indica Ricardo del Busto, gerente de Markting de Kimberly-Clark Bolivia.
Del Busto explica que no solo la lactancia materna exclusiva nutre al bebé, sino también el afecto. El contacto piel a piel el contacto piel a piel, desarrolla una serie de sentimientos. Los bebés necesitan no solo el calor de la madre, sino de ambos, mamá y papá. Además, los papás que han ejercido este método, son más responsables y se generan hogares más integrados por lo que los niños están más protegidos.
Huggies, marca líder en productos para la primera infancia, fomenta aquello que brinde beneficios y bienestar a los más pequeños. Aunque el método canguro o piel con piel nace como una técnica de salud en un contexto preocupante por la falta de incubadoras hace algunos años atrás desarrollado en 1978 por el pediatra Edgar Rey, años más tarde se sigue utilizando debido a los múltiples beneficios con los que se asocia esta práctica:
- Facilita el control de la estabilidad térmica del recién nacido y reduce el riesgo de hipotermia.
- Mejora los parámetros de los signos vitales: frecuencia respiratoria, el ritmo cardíaco y oxigenación.
- Regula los patrones conductuales: los recién nacidos a los que se aplica el método canguro presentan menos tiempo de llanto y, también, se ve reducido el cortisol salvial lo que indica que el recién nacido está sometido a menor estrés.
- Aumenta, estabiliza y optimiza el período del sueño.
- Favorece el desarrollo cognitivo y la estimulación multisensorial.
- Promociona el vínculo temprano y estrecho entre padre e hijo.
- Disminuye los niveles de ansiedad de los padres que se enfrenan a la situación traumática que supone el ingreso de su hijo en la UCIN (Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales).
- Posibilita el alta precoz del paciente neonatal.
- Reduce los costes de hospitalización ya que no requiere de gatos en material ni costes de consumo y, además, los cuidados recaen, potencialmente, en la madre o padre.
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