Cualquier pérdida que tengamos es dolorosa, muy difícil de aceptarla. La muerte de un hijo deja una huella de dolor que por siempre estará gravada en los pensamientos y, sobre todo, en el corazón de los padres.
Esta es una pérdida física que engloba pérdida de muchos sueños, proyectos y expectativas que tenían en mente los padres desde antes del nacimiento del bebé. Por ello existe una crisis vital profunda, hay tantas preguntas como padres, si después de ésta pérdida la vida tendrá algún sentido. El enojo se apodera de ellos como un huracán que desea arrasar con todo lo que encuentra a su paso, entonces Dios, los médicos, la familia se convierten en blanco de ataques por no poder haber evitado el deceso.
Definitivamente, cada padre afrontará este duelo de manera absolutamente personal dependiendo de su historia familiar, experiencias previas de duelo y el vínculo que lo unía a su hijo. Esto no significa que a un padre le dolerá más o menos que a otro, sino que, en base a estas variables, cada uno construirá su propio camino de sanación. Es posible que esto traiga tensiones en la dinámica familiar afectando la armonía de la pareja.
Brindarle a cada miembro de la familia el espacio que necesita para hacer su duelo es tan importante como ser pacientes para así construir espacios de comunicación en los que sea posible hablar libremente de sus sentimientos. En este sentido, podemos distinguir algunas estrategias de afrontamiento saludables que te permitirán transitar este duelo lo mejor posible para así construir con tu hijo fallecido un nuevo vínculo basado en el amor y los gratos momentos que han compartido juntos.
Sé considerado contigo: Es posible que sientas el impulso de culparte por lo que está pasando, pero no debes hacerlo. Hay situaciones en la vida que no se pueden controlar. Cuestionarte por lo que pudiste hacer, hubieras hecho o debiste haber hecho es contraproducente para sanar.
DUERME LO SUFICIENTE. La ciencia ha mostrado que una pérdida de esta magnitud es similar a la de una lesión física, por lo que el descanso es absolutamente necesario. Si no puedes dormir escribe una carta a tu hijo te ayudará a expresar tus emociones, de la misma forma trata de establecer una rutina para dormir. Puedes tomar un baño caliente, tomar un té, ir al sauna, realizar ejercicios de relajación. Esto ayudará a calmarte para que puedas tener una buena noche de sueño.
TENER CUIDADO CON LOS FÁRMACOS Y LAS BEBIDAS DE ALCOHOL QUE SE CONSUMAN: Buscan manejar su ansiedad o depresión con medicamentos, existen diversos medicamentos y encontrar el adecuado puede ser muy difícil por lo que es mejor consultarlo antes con el médico. Es comprensible que quieras borrar el recuerdo de la muerte de tu hijo, pero el uso excesivo de alcohol y drogas puede agravar la depresión y crear un nuevo conjunto de problemas con los que se tendrá que lidiar.
RECUERDA QUE DEBES COMER. Hay días que no habrá ganas de consumir alimentos, pero es una necesidad vital, por lo tanto trata de comer más cada día para que puedas recuperar fuerzas. Es difícil lidiar con emociones negativas y con las actividades diarias cuando estás débil físicamente. Ya sea que tengas problemas para comer o no, intenta beber al menos ocho vasos de agua cada día. Bebe una taza de té calmante o lleva contigo una botella para llenar agua. La deshidratación es físicamente extenuante y tu cuerpo de por sí ya está lo suficientemente desgastado.
RECONOCER TUS PROPIAS EMOCIONES: Es totalmente natural e incluso saludable dejar salir tus emociones por esta pérdida, ya que te encaminará a aceptar esta situación. En realidad nunca podrás superarlo por completo, pero podrás construir la fortaleza para sobrellevar la muerte de tu hijo. Si no aceptas tus emociones, no podrás salir adelante.
TOMA TU PROPIO TIEMPO: No existe un tiempo fijo para este proceso de duelo. Cada individuo es una persona diferente. Los padres que se encuentran desconsolados pueden experimentar muchas de las mismas emociones y dificultades. Sin embargo, la travesía de cada padre es diferente dependiendo de la personalidad y las circunstancias de la vida.
RETRASA LA TOMA DE DECISIONES. Espera al menos un año antes de tomar alguna decisión importante. No te mudes o quieras vender tu casa, ni te divorcies, ni cambies tu vida de manera significativamente. Espera hasta que puedas ver más claro el panorama y veas las opciones disponibles que tienes.
TEN CUIDADO AL TOMAR DECISIONES POR IMPULSO. Algunas personas adoptan la filosofía de que “la vida es corta”, lo que les hace tomar riesgos innecesarios tratando de llevar una vida al límite. Vigila tu comportamiento para asegurarte de no realizar actividades que posiblemente sean dañinas para ti.
BUSCA AYUDA PROFESIONAL
Debes saber que no estás solo, que tienes a tu pareja, familia y amigos pero si aun así te sientes sola busca ayuda. Es muy difícil aceptar la pérdida de un hijo, cual sea la situación y más aún si es un hijo único, por ello a pesar de todos los procesos que conlleva un duelo, es importante la ayuda profesional de un psicólogo. Es posible de que sufras de un trastorno por estrés postraumático debido a la muerte de tu hijo. Dentro de este trabajo hay el apoyo de grupo de ayuda, así como tú hay otras personas están atravesando lo mismo, al contar tu historia en un ambiente en el que recibirás apoyo sin que te juzguen, encontrarás personas que comprenderán tu estado de soledad y que normalizarán las reacciones emocionales de los demás.
Yackieline Rodríguez, psicóloga
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