domingo, 21 de enero de 2018

Educación y autonomía de los hijos

La importancia de que los niños y niñas adquieran autonomía tiene la finalidad de alcanzar un óptimo desarrollo personal y, a futuro, puedan ser adultos responsables, y disciplinados para el logro de sus objetivos de vida, señaló la educadora Cecilia Velasco.

La falta de tiempo es el aspecto contraproducente que no permite enseñar a los niños la importancia de la autonomía, por lo que la participación de los padres se limita a ayudarles absolutamente en todo y dejan de lado el formarlos para hagan las cosas por sí mismos.

Para la educadora Cecilia Velasco, es muy importante enseñar a los hijos a realizar las cosas por sí mismos, no solo para desahogar las labores y obligaciones a los padres, sino para que puedan valerse por sí solos, ganar autonomía les permitirá mayor madures y responsabilidad en su desarrollo como persona.

Señaló que desde muy pequeños, cuando conseguimos retirarle el pañal y cuando comienzan a andar, se puede advertir como los niños deben ir superando toda una serie de metas con mayor o menor ayuda, con el fin de lograr mayor independencia de los padres.

LA EDAD

En opinión de la especialista, como norma general se puede enseñar todo aquello que el niño pueda hacer solo, siempre y cuando no represente peligro, en ese entendido deberá hacerlo él mismo. Es importante precisar en aquellos hábitos que les permitan relacionarse en la sociedad.

La enseñanza –dijo– debe ser proporcionada de acuerdo con la edad. Los niños no pueden recibir responsabilidades mayores a las que pueden cumplir ni tareas destinadas a los padres, como cuidar la casa o responsabilizarse de sus hermanos menores.

AUTOCUIDADO

En su opinión, los padres deben enseñarles a sus hijos a vestirse, a lavarse los dientes de forma correcta, a ducharse, a recoger sus cosas y a ser ordenado, a atarse los zapatos, entre otros.

“Desde muy pequeños debemos facilitar que los niños se vistan, elijan su ropa, coman solos y tengan interés por ir bien arreglados, peinados y aseados. Es posible que al principio no sepan hacerlo bien, pero irán avanzando en destreza y habilidad”, dijo.

AUTODIRECCIÓN

La autodirección –sostuvo– tiene que ver con las habilidades relacionadas con la autorregulación del comportamiento y las elecciones personales, como la administración de horarios, de tareas, búsqueda de ayudas, cuando sean precisas, entre otras.

“Se debe hacer entender a los hijos la importancia que tiene la planificación, en la que intervienen los horarios de las comidas, de dormir y jugar”, indicó.

COMUNICACIÓN

Para la educadora la comunicación es fundamental y comprende la capacidad para comprender y transmitir información, para lo cual se debe motivar las destrezas comunicativas elementales en los niños. Debemos poner a nuestros hijos en la situación de comunicar lo que quieren, no adelantándonos a expresar o darles lo que necesiten.

El habla –dijo– se aprende por imitación, por esta razón debemos hablar mucho y verbalizar nuestras actuaciones para facilitar la comprensión, por parte del niño. Para ello “es oportuno que se inicien en actividades que les ayuden a verbalizar, como el teatro, donde se ejercita la vocalización, memoria, expresión y otras destrezas comunicativas en general.”

REGLAS INSTRUMENTALES

Para la especialista es valioso que los niños aprendan reglas instrumentales para conducirse por la ciudad y relacionarse con la sociedad. La lectura, escritura, cálculo, administración, etc., le permitirán comprar, utilizar el transporte público, conocer los puntos de parada y reconocer las señales de tránsito y otros; el niño o niña debe familiarizarse poco a poco con el funcionamiento de la sociedad.

HABILIDADES SOCIALES

Los padres –precisó– deben enseñar a sus hijos a perder el miedo y saber entablar conversaciones para participar en juegos con otros niños, ya sea en el barrio o en la escuela.

“Deben aprender que si trata con respeto, serán respetados. Deben aprender a comportarse dentro de la sociedad, para lo cual deberán conocer que se debe esperar turnos para participar, aprender empatía entendiendo a los demás, y a no imponer sus deseos por encima de todo”, explicó.

CÓMO SE ENSEÑA

Señaló que los niños por lo general funcionan muy bien con rutinas, razón por la que lo ideal será conseguir que la rutina se convierta en hábito y luego en una costumbre. La enseñanza adecuada permitirá la asimilación de hábitos en nuestros hijos.

EN EL HOGAR

Este aprendizaje consiste con las habilidades que nos permiten la autonomía en la familia. Tiene que ver con la colaboración en la casa, planificación de actividades, tareas y deberes personales, etc.

Desde muy pequeños podemos enseñarles a realizar algunas tareas, como ordenar su cuarto, a hacer la cama, a doblar la ropa, guardar sus juguetes, ordenar sus libros y material escolar, etc. Estas responsabilidades les permitirán a los niños fomentar hábitos que mantendrán aún de adultos.

VALORA A TU HIJO

- La autonomía está directamente relacionada con la valides que le das a tu hijo. Si tú valoras a tu hijo, tu hijo se valorará. Es como un espejo, porque se guía en el trato que le das y en la imagen que tiene los padres de él. Si los padres no demuestran confianza en los hijos, ellos tampoco confiarán en sí mismos.

- Es importante encontrar el equilibrio, porque con un exceso de refuerzo positivo por parte de los padres, el niño se hace excesivamente dependiente de la aprobación externa, no construye su propio criterio y está siempre intentando que le validen los demás.

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