lunes, 20 de marzo de 2017

Mamás con pantalones

En vísperas del Día del Padre, M hace un homenaje a aquellas mamás que ejercen el rol de padre y madre. Te presentamos cuatro historias inspiradoras de mamás que han criados solas a sus hijos, ya sea por elección o por circunstancias de la vida. Mariana Llobet, Isabel Ruiz, Alejandra Dorado y Heidi Schütt, son, sin duda, verdaderos ejemplos de valentía.



Por/Adriana Trigo//
Mariana Llobet

Mariana cuenta que al saber que iba a tener un hijo, supo también que iba a afrontarlo sola. Retornó a vivir a Cochabamba en la casa de sus papás, por ello aprovecha este espacio para agradecer a Dios y el apoyo que le ha brindado su familia, especialmente su hermano menor, quien la ayudó acompañando a Santiago en varias actividades.

“La parte económica siempre ha sido una gran dificultad. El no poder trabajar demasiadas horas para no descuidar a Santiago y al mismo tiempo generar lo necesario para él, ha sido y es el mayor desafío hasta ahora. El tomar decisiones difíciles sola, también lo es”, confiesa.

Por otra parte, una de las gratificaciones que destaca de ser madre y padre, es la relación que tienen entre mamás solteras e hijos. “Somos muy unidos y el crecer de esta manera ha hecho que Santiago sea más consciente de muchas cosas y más maduro. Es un niño que no está pidiendo juguetes y cosas para él, sino ve cómo puede ayudarme en todo sentido. Somos un gran equipo y tengo mucha suerte de tenerlo, es la mayor bendición y alegría de mi vida”, asegura.

Mariana define a Santiago como un “niño realmente excepcional”. Acaba de cumplir 12 años, le encanta el fútbol, es el mejor alumno de todo su colegio, ama el ajedrez, toca el piano y tiene su propio canal de YouTube (Santiago Origami), en el que enseña origami. “Es un niño maduro, alegre, bromista y súper cariñoso. Cuando llego cansada de trabajar, le encanta cocinar algo para mí y es muy bueno en eso. Disfrutamos leyendo, viendo películas, chacoteando, cocinando juntos y muchas veces me acompaña a mis clases y me ayuda”, relata con mucho orgullo.

Respecto de cómo ha evolucionado la sociedad en relación a las mamás que crían solas a un hijo, Llobet indica que ahora hay mucha más conciencia y tolerancia. Confiesa que desde el principio tuvo miedo que molestaran a Santiago en el colegio y nunca ha sucedido. El único problema que señala es el momento de hacer trámites legales, ya que los funcionarios públicos no están acostumbrados a ver muchos casos de hijos naturales y ponen varias trabas.

Esta supermamá finaliza esta entrevista aconsejando a mujeres que están en la misma situación que disfruten mucho. “Se da una relación diferente con nuestros hijos. Es bueno que vean que la mujer es fuerte y aprendan a apreciar y respetar eso. Cuando vengan las dificultades y los problemas, que piensen en tantas mujeres que sacan solas adelante a cinco o más hijos lavando ropa, limpiando casas....verdaderas heroínas”, resalta.



Mariana Llobet Querejazu
Hernán Andia

ELLA...

Mariana Llobet Querejazu tiene 42 años. Es comunicadora social y realizó instructorados para dar clases de yoga, pole sport y pilates, precisamente para tener horarios flexibles y dedicarse a su hijo, Santiago.



LO DIJO:

“Somos un gran equipo y tengo mucha suerte de tenerlo. Es la mayor bendición y alegría de mi vida”.

María Isabel Ruiz


María Isabel Ruiz y Diego
Hernán Andia

“Hace 24 años Dios me hizo un regalo, un ser que crecía en mi interior y mi vida empezó a cambiar”, cuenta Ma. Isabel. Relata que al tercer mes de embarazo, Diego (su hijo) empezó a tener bradicardia, es decir su corazón latía más lento. “Sospeché que mi bebé tenía el Síndrome de Down, por lo que fueron muchas noches de angustia e insomnio por ese sentimiento tan fuerte que va creciendo en tu interior llamado protección; tenía el apoyo de mi hermosa familia y de mi maravilloso ginecólogo, a quienes estoy profundamente agradecida”, dice.
Explica que las emociones y angustia que sentía se fueron transformando en fuerza interior gracias al amor que tuvo desde un inicio por su hijo.
Ma. Isabel confiesa que nunca quiso hacerse pruebas para comprobar su sospecha, sino para ver qué pasaba en el corazoncito de Diego. En el octavo mes, un 14 de abril no mejoraron sus latidos, por lo que decidieron adelantar su nacimiento.
“Cuando nació, vi confirmada mi sospecha. Lo vi hermoso, pero tuve un sentimiento de angustia tan profundo que no se puede explicar, era confusión, aturdimiento y después empecé a temer por su salud física”, relata Ma. Isabel.
Esta mujer, ejemplo de fortaleza, explica que la mayor dificultad que ha afrontado ha sido tener que dejar a su hijo enfermo cuando tenía que trabajar, situación que se repite hasta ahora. “Cuando era niño, correr de un lado a otro llevándolo a las terapias. La discriminación que sufría en el colegio de parte de la directora, padres de familia y alumnos. Todos los chicos eran traviesos y torpes, pero si él era así, es porque era  diferente y lo discriminaban; pero el tiempo demostró lo maravilloso que es”, expresa.
Ruiz explica además, desde su experiencia, que a veces el sistema es abusador cuando ve a una mujer sola que no tiene pareja. Ya sea el mecánico del auto, el jardinero o el albañil, cuando saben que estás sola, no cumplen o te cobran más, especifica. “Una se vuelve una leona para defender y proteger a su cachorro, a tu hermoso hijo”, destaca airada y orgullosa.
Ma. Isabel define a Diego como una persona maravillosa y luchadora que siempre sorprende con sus logros. “La mayor gratificación es verlo cada día salir adelante, haber logrado ser bachiller, estudiar, amar a Dios con tanta devoción, ser un loco vendedor, cantante, bailarín, amar a su familia y sobretodo, es el tío más amoroso, adora a sus sobrinos”, afirma.
Diego considera a todos sus amigos del alma, desde el Gerente General del BNB, hasta el que le ayuda levantando sus bolsas del IC Norte. “Él ama con un sentimiento tan puro y noble que sorprende. Todo el día piensa cómo hacer felices a todos y piensa que invitándolos a su cumpleaños es la solución. Es cuando le digo tendremos que hacerlo en el estadio”, comenta la feliz mamá.
Ma. Isabel enfatiza que es importante enseñar el valor del ser humano y respetarlo siempre; valorar a esas mujeres magníficas que tienen que trabajar, dejar sus hijos tal vez solos, aguantar las burlas y desprecios. “Uno tiene que enseñarles a luchar, mostrando su entereza, fuerza y habilidad en saber seguir adelante”, añade.
Ma. Isabel aconseja a las mujeres que son madres y padres a amar profundamente lo que son y hacen. “Defender tu vida y la de tus hijos con mucha entereza y agallas. Que no influya lo externo, sino lo interno de tu vida”, culmina.


María Isabel Ruiz y diego.
Hernán Andia
ELLA...
María Isabel Ruiz Quiroga tiene 58 años y es médico de profesión.

LO DIJO:
“La mayor gratificación es verlo cada día salir adelante, haber logrado ser bachiller, estudiar, amar a Dios con tanta devoción, ser un loco vendedor, cantante, bailarín y amar a su familia”.

 

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