sábado, 24 de marzo de 2018

Empresa y paternidad Cómo lograr el equilibrio perfecto

El reto principal que enfrentan los padres empresarios está en lograr un equilibrio entre la paternidad y las exigencias laborales. Marco Araníbar, un exitoso empresario nos cuenta sus experiencias, cómo ha logrado combinar ambas actividades, anécdotas y consejos para los padres primerizos.

Cuando Marco habla de sus hijos se le ilumina la mirada, incluso se le escapa algún suspiro de nostalgia, porque inmediatamente vienen a su mente los recuerdos del tiempo transcurrido junto a sus retoños.

Marco Araníbar es gerente general de Digital Telecommunications Century (DTC) hace 12 años y comparte la crianza de sus hijos con su esposa, Aracely Arteaga, con quien tiene tres hijos Zdenka, Daniela y Marco Antonio Araníbar Arteaga, quienes estudian odontología (postgrado), ingeniería comercial y el menor que cursa cuarto de secundaria.

“El ser papá es un acto de mucho amor y responsabilidad, que sólo se comprende cuando se asume ese rol, entonces recién comenzamos a entender cuando los hijos crecen. El tiempo invertido en ellos, el ver cómo pasan su niñez, adolescencia y juventud, y darnos cuenta que todo lo enseñado tiene sus frutos en su vida”, afirma Araníbar.

El Gerente de DTC recuerda que, pese a los 9 meses de espera previa, cuando nació su hija Zdenka, la sostuvo por primera vez en brazos y le invadió una gran emoción. “Es una sensación increíble que no se puede describir con palabras”, cuenta. Similar situación ocurrió con la llegada de sus hijos Daniela y Marco Antonio.

El empresario admite que lograr un equilibrio entre la actividad empresarial y familiar ha sido muy difícil, porque en el camino existen una serie de obstáculos que se deben superar para alcanzar los objetivos, y esto no hubiera sido posible sin el apoyo incondicional de su esposa Aracely, quien estuvo ahí para hacer el trabajo en equipo.

“Uno de los principales obstáculos que tuve fue el tema del tiempo. Con mi hija mayor no tenía mucho tiempo para compartir con ella porque trabajaba muchas horas al día, con la segunda le robaba tiempo al tiempo y al último le dediqué más horas, porque ya había sentado las bases de la empresa”, enfatiza Araníbar

Una de las anécdotas que recuerda el empresario es que cuando Zdenka era pequeña, como todo padre primerizo no sabía actuar frente a una fiebre elevada y cuando la niña empezó a temblar, en lugar de desabrigarla para evitar que suba la temperatura, la abrigaron más con su esposa, y tuvieron luego que llevarla al hospital.

LA PATERNIDAD

Consultado sobre cuál sería la mejor edad para ser papá, Araníbar afirma que los 30 porque considera que a esa edad la persona ya es más madura y comienza a darse cuenta del valor que tiene la familia, las personas y la vida misma. Lo que a veces no sucede cuando uno es más joven.

“Yo los veo a mis tres hijos y soñaría con que vuelvan a ser niños, a vestirlos para poder escoger su ropa y disfrutar de sus travesuras. Porque cuando una persona es adulta lo ve de otra forma y es cuando le da mayor valor al tema familiar”, reflexiona el ejecutivo.

Marco Araníbar menciona que los tiempos han cambiado bastante y que los padres de ahora en relación con los de antes tienen a la mano la tecnología, lo que ha hecho que los progenitores se distancien de sus hijos, porque están inmersos en otros asuntos.

“Cuando nació mi primera hija no había celular y el único medio de comunicación era la televisión, entonces los momentos que compartíamos eran más físicos. Pero ahora siento que muchos padres e hijos están separados o más atentos a ver su celular o atender una llamada de negocios”, opina el Gerente de DTC.

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