miércoles, 13 de diciembre de 2017

La purpurina es muy peligrosa para los niños

La purpurina (o brillantina) es un producto de venta libre y está presente en nuestro día a día, y sobre todo, en el de nuestros pequeños. Se utiliza para maquillajes, disfraces, cotillón y también para hacer manualidades, siendo un artículo muy habitual en casas con niños, colegios y guarderías. Y por cierto, muy difícil de limpiar.

Los científicos piden que se prohíba la purpurina, por ser un grave problema para el medio ambiente, ya que al ser microplásticos de menos de cinco milímetros, estos atraviesan los sistemas de filtración del agua llegando al mar y afectando a la población de peces. Pero el riesgo no es solo medioambiental, sino que también es un grave peligro para la salud nuestros hijos que pueden inhalarla accidentalmente.

La purpurina contiene componentes metálicos muy tóxicos, entre ellos plomo, cobre, zinc, aluminio y estaño. Al ser aspirada, estas micropartículas pueden penetrar en los glóbulos rojos causando una neumonitis química, una irritación de los pulmones causada por la inhalación de sustancias tóxicas.

Al aspirarla, entra por la vía respiratoria, llega al pulmón y genera una reacción inflamatoria que impide que los alveolos realicen el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono. Esto puede causar insuficiencia respiratoria en pocos minutos y provocar un cuadro de asfixia.

La purpurina contiene sustancias muy irritantes que pueden desencadenar un cuadro de vómitos, diarrea y dolor abdominal.

Si entra en contacto con los ojos puede causar desde una irritación o conjuntivitis hasta daños más graves como úlceras de la córnea. Hay purpurinas aptas para uso cosmético, pero en personas sensibles puede provocar lesiones como irritación y ampollas. Si las micropartículas penetran en la piel a través de una pequeña herida, podrían absorberse los componentes tóxicos por vía cutánea.

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