jueves, 17 de agosto de 2017

Mantenerse activo y con proyectos son las claves para envejecer bien


Envejecer bien. Una cuestión en la que se debería empezar a pensar en la juventud, para tomar medidas que allanen el terreno. Comer bien, tener hábitos saludables y trabajar en las relaciones familiares para tener una red de contención y afecto son las estrategias que recomienda Pilar Sordo, la sicóloga chilena autora del libro No quiero envejecer.

La vejez se puede vivir como una experiencia positiva. “Las personas que tienen proyectos de vida y buscan los mecanismos para llevarlos a cabo, se mantienen activas y con ganas de vivir. La realización de actividades significativas permite relacionarse con otros. Estas prácticas son importantes indicadores de una buena vejez”, concluye la guía titulada Calidad de vida en la vejez, elaborada por la Pontificia Universidad Católica de Chile, que agrega un dato importante más, visibilizado gracias a su investigación: las personas que habitan en su domicilio tienen mayor posibilidad de presentar mayores índices de calidad de vida.

Paradójicamente, abandono, violencia familiar y despojo son las tres amenazas más latentes para las personas adultas mayores en nuestro medio, así lo denunciaron los invitados al Foro EL DEBER centrado en este segmento de la población que el 26 de agosto celebrará el Día de la Dignidad del Adulto Mayor.

Lo negativo
En Bolivia, según datos del Instituto Nacional de Estadística, hay 932.000 adultos mayores, de los cuales el 20% está en Santa Cruz. A la vez, la esperanza de vida ha subido a 72 años. Pero para la sicóloga con diplomado en gerontología (sicología de las etapas del envejecimiento) Mónica Lohse, en el país se está viviendo más, pero sin calidad de vida.

A la par el representante del defensor del pueblo, Jorge Paz dijo que la Gobernación y el municipio tienen competencias para trabajar por los adultos mayores, “pero lo que se hace no alcanza”. Además, basándose en las denuncias que recibe, afirmó que hay muchos abusos en contra de los adultos mayores: “Un señor llegó el otro día desde La Guardia porque sus hijos habían decidido quitarle su terreno y lo habían expulsado de su casa. Otro caso reciente se dio en la zona de La Ramada, cuando la hija de una maestra jubilada vendió su casa falsificando su firma y la dejó en la calle”.

Su apreciación fue corroborada por la cabeza de la Dirección del Adulto Mayor, Danny Cadario, que identificó tres amenazas: abandono, violencia doméstica y despojo.

A la problemática se le suma la falta de recursos. La Gobernación cruceña gasta alrededor de Bs 12.000.000 en programas para adultos mayores (mantenimiento a los asilos de ancianos, becas alimenticias y pago de algún personal). En palabras del director de Políticas Sociales, Duberty Soleto, se atiende a los 56 municipios, a través de casi 100 asociaciones de ancianos, a los que se trata de tener activos y llevarles programas sociales.

En el departamento hay tres asilos, uno en la ciudad (Asilo de Ancianos Santa Cruz, al que se aporta con Bs 1.000.000 al año), el de Comarapa y el de Jorochito. El más grande es el de la capital, con capacidad para 200 personas de la tercera edad, y que ya está al tope. “Al día llegan unas 12 solicitudes y se quedan esperando que alguien deje el espacio para entrar a ocupar”, dijo el funcionario y fue corroborado por la hermana Dorys Mesa, que con 75 años es una de las 12 monjitas que atienden a los ancianos.

La otra mala noticia es que las becas alimenticias que brindaban a las asociaciones fueron suspendidas hace seis meses por los recortes presupuestarios. Solo los tres asilos y seis comedores en provincias están recibiendo prediarios de Bs 15 por cada abuelito. “Solo para becas alimenticias se requieren Bs 5.000.000 para atender casi 15.000 ancianitos”.

Lo positivo

La directora municipal del Adulto Mayor, Danny Cadario, invitó a conocer los nueve centros que se levantaron desde 2012 paulatinamente y que están abiertos y trabajando de lunes a viernes en horario de oficina con atención médica, asesoría legal y actividades recreativas. “Cualquiera puede acudir sin costo, ni requisitos, basta con tener de 60 años para arriba, no necesitan personería jurídica ni nada”, informó además de confirmar la atención de emergencias las 24 horas llamando a la línea gratuita 800121111. “La mayoría se extravían”, dijo, a tiempo de indicar que en Facebook (www.facebook.com/AdultosMayores60/) se suben las fotos de las personas encontradas para que sus familiares las recojan.

EL DEBER visitó la central en el distrito 2 y conoció las nuevas instalaciones, la presencia de una dentista, de habitaciones para dar cobijo transitorio y los salones para actividades varias. En la oportunidad, un grupo de damas de cabellos cenizos bien perfumadas estaban elaborando moñas y vinchas que luego se ponen a la venta. De los programas para beneficiar al adulto mayor destacan la campaña para sacar certificado de nacimiento y cédula de identidad gratuita a quienes no los tienen en coordinación con Seresi y Segip. “Se ha hecho un esfuerzo para recabar por ellos los documentos necesarios y se ha conseguido dar validez a los informes sicológico- social, a visitas al médico y otros en lugar de ciertos papeles que quizá la persona ya no tenga”. Este avance es una gran cosa para los adultos mayores, pues con el documento de identidad ya pueden ser sujetos de derechos, como por ejemplo cobrar la Renta Dignidad.

La otra campaña es la de sensibilización sobre el trato preferente al adulto mayor en los medios de transporte público bautizada como Amigo estás ocupando mi asiento y gracias por ceder el asiento. En palabras de Cadario, se detectó esta necesidad dado que los jóvenes suben a los micros, se ponen audífonos y se hacen los dormidos para no ceder el asiento. Incluso resaltó que los dos primeros asientos del micro por ley pertenecen al adulto mayor.

En sus cifras, los nueve centros atendieron 192 casos legales este mes y más de 23.000 adultos mayores se beneficiaron de sus distintos programas en el primer semestre de este año.

Conclusiones
Culturas como la oriental privilegian el rol de los abuelos. Son vistos como fuente de sabiduría y su palabra es respetada y valorada. Pero en nuestro medio, prevalece la cultura del descarte y los adultos mayores son relegados o abandonados, como denunció el papa Francisco. Hay políticas, pero también mucho por hacer.

“Hay que pensar cómo vamos a llegar a ancianos”
Para Mónica Lohse, directora del Centro de Día para la Tercera Edad, la probablidad de vida ha aumentado en Bolivia, pero no la calidad de vida del adulto mayor. Podemos mejorar este aspecto para que este pueda ser compañía dentro de la casa y no vivir aislado.
“Somos seres humanos y necesitamos del calor familiar y su atención para tener buena calidad de vida. Y la preocupación no debe empezar a partir de los 60 años, sino cuando somos jóvenes, que es cuando nos debemos preguntar qué es lo que queremos llegar a ser cuando seamos ancianos y cómo vamos a llegar a esa edad. Somos curativos, pero no preventivos.
Para ella, cuando se pasa de la vida laboral a la pasiva de jubilado, hay un decaimiento. Por lo tanto, hay que generar otros proyectos para no caer en una vida sedentaria de estar “sentado en un sillón agarrado del control de la ‘tele’ y gastando más las pijamas”.
Lohse cree que a veces se ve más el deterioro cognitivo, físico y emocional en los hombres porque la mujer todavía sigue vital muchos años más, haciendo las cosas de la casa y teniendo estimulación motriz.
Concluye que “A veces los hijos nos equivocamos y pensamos que nuestros padres han llegado a una edad en la que ya no deben hacer nada, eso es un error garrafal. O cuando enferman, creemos que para qué se los va a estimular, y que en su silla de ruedas estarán bien. Hay que estimular al que es todavía un ser humano, que es parte de la familia y que puede hacer muchas actividades productivas, tener sueños y proyectos”.

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