viernes, 30 de diciembre de 2016

Los niños deben hablar de sus sentimientos

La salud mental infantil es un área cada vez más preocupante. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que a nivel global el suicidio es la segunda causa principal de mortalidad entre las mujeres y la tercera entre los varones de 10 a 24 años. "El suicidio juvenil es un importante problema de salud pública mundial", declara la OMS.

Aunque es muy difícil saber cómo evitarlo, lo mejor es empezar a ayudarles lo más pronto posible. La BBC visitó una escuela primaria en el sur de Londres donde están implementando un esquema que a través de juegos les enseña a los niños a expresarse.

Los niños se despegan de sus sillas, agitando sus manos en el aire y chocando las rodillas con emoción, para pedir la palabra. La señora sonriente al frente de la clase repite su pregunta: "¿Puedo ver tus pensamientos? ¿Puedo olerlos o tocarlos?".

La doctora Anna Redfern es una comunicadora y una psicóloga clínica talentosa. No todo el mundo puede persuadir a niños de ocho y nuevo años de edad para que hablen de sus más íntimos sentimientos frente a sus compañeros de clase. Aquí están los niños de la clase 4S en la escuela primaria Oliver Goldsmith admitiendo abiertamente que ellos tienen días en los que se sienten poco motivados, furiosos o sencillamente muy tristes. "Nadie puede ver nuestros pensamientos", dice una niña con confianza.

Redfern y su colega Debbie Plant están llevando a cabo un nuevo programa llamado Cues-Ed. El programa le enseña a los niños a reconocer las señales de que las cosas no están bien y algunas técnicas de comportamiento para ayudarles a manejar el mal humor. "Todos tenemos sentimientos. Y todos tenemos dificultades en nuestras vidas, las cuales nos harán sentir y pensar que la vida es un poco difícil", dice Redfern.

""En lugar de que teman hablar sobre esas cosas, queremos que los niños tengan el vocabulario que les permita buscar la ayuda correcta y decir: ´En realidad, así es como me estoy sintiendo, estas son las cosas que estoy pensando y necesito un poco de ayuda extra´", añade.

Todo el programa está cuidadosamente concebido para ser divertido y amigable. Palabras adultas como "depresión" nunca se usan.

"¿Alguna vez has tenido uno de esos días realmente malos, cuando todo parece estar en tu contra?", pregunta Redfern con una gran sonrisa. "¿Uno de esos días en los que bajas las escaleras para desayunar y el cereal que te gusta se acabó?".

La clase se horroriza y empiezan a hablar entre ellos sobre sus malos días.

jueves, 29 de diciembre de 2016

La sexualidad entre los 3 y 6 años



Pensar en la sexualidad de los/las hijos/as cuando aún son pequeños/as, puede ser un importante desafío para los padres, ya que pueden emerger temores, sorpresas, prejuicios, inseguridades, etc., es por ello que estar preparados/as e informados/as sobre el tema puede ser de gran utilidad.

La sexualidad está presente en los seres humanos desde el momento del nacimiento y durante el resto de la vida, es decir que somos seres sexuados y por esta misma razón, informar y orientar a los niños y niñas en este tema, no sólo tendrá un impacto el modo de establecer relaciones con otros y con ellos mismos en el fututo, sino además en el modo que sienten y se expresan en el presente.



Sexo y sexualidad

En este sentido, es importante diferenciar sexo de sexualidad. Cuando se habla de sexo se hace referencia a aspectos físicos y biológicos, definidos genéticamente, es decir a los órganos reproductivos femeninos o masculinos y también puede hacer referencia al acto sexual como tal. Cuando hablamos de sexualidad, también hablamos de sexo, pero no solo en el plano biológico, sino también hacemos referencia a los roles de género, al placer, la intimidad, la orientación sexual y la reproducción, según definiciones de la Organización mundial de la Salud (OMS, 2006).

La sexualidad posee dimensiones biológicas, sociales, culturales y religiosas, por lo tanto no hace referencia sólo a la capacidad de reproducción, sino que también involucra afectos, amor, intimidad, cercanía y valores; es así que cuando hablamos de sexualidad, no podemos dejar de lado estos aspectos.

Si la sexualidad está presente en nuestra vida desde que nacemos, es esperable que su desarrollo esté vinculado a los cambios biopsicosociales que experimenta la persona durante su crecimiento.



En la infancia

En la infancia, la sexualidad posee características propias, los órganos sexuales aún son inmaduros y las sensaciones de placer no poseen el mismo significado (o función) que tienen para un adolescente o un adulto. En esta etapa, los niños irán desarrollando su sexualidad a partir de la curiosidad, el juego, las preguntas y la exploración, lo que vayan descubriendo y sintiendo les permitirá vincularse con su cuerpo, experimentar sensaciones y emociones asociadas al contacto con sus figuras de apego (caricias, besos, abrazos). Poco a poco y a partir de la observación y experiencias cotidianas, identificarán su propio sexo y las diferencias existentes con el sexo opuesto, empezarán a mostrar mayor interés en aspectos referidos a la reproducción y las relaciones de amor entre las personas adultas.

En esta etapa del desarrollo es esperable que los/las niños/as muestren curiosidad por saber cómo funciona el cuerpo de otras personas, que tengan conductas masturbatorias, que jueguen a representar roles como “los enamorados”, “papá y mamá”, imitando comportamientos de pareja como tomarse de las manos o besarse, también es esperable que tengan juegos como “el doctor” con el objetivo de poder explorar el cuerpo de otros niños. Cabe mencionar que hay niños que quizás muestren menor curiosidad por estos temas, aspecto que tampoco debe preocupar a los padres ya que cada niño tiene sus propias vivencias y necesidades de aprendizaje.



Recomendaciones para abordar el tema

Frente a las conductas descritas anteriormente, es posible que los padres no siempre se sientan seguros respecto a cómo actuar, lo más importante es en principio mostrar calma y estar abiertos a conversar con sus niños/as sobre el tema, se recomienda lo siguiente:

• Nombrar todas las partes del cuerpo por su nombre, incluyendo los genitales, esto permitirá valorar en igual medida el cuerpo en su totalidad.

• Si tiene menos de cuatro años, se puede explicar al niño que los bebés salen del cuerpo de las mamás, si es mayor, dar nociones simples de la reproducción humana.

• Respetar los límites interpersonales: hay partes de su cuerpo y de otros niños que no se pueden tocar porque son privadas.

• Enseñarle a diferenciar los contactos físicos adecuados de los inadecuados y que sepa decir que no frente a situaciones que le causan malestar.

• No señalar al niño como “malo” o “sucio” cuando tenga conductas como las señaladas, anteriormente y en su lugar, hacerle saber que todas las personas sienten curiosidad pero que hay lugares y momentos para las conductas privadas. Si los/as pequeños/as asocian el placer o la curiosidad con lo malo o sucio, esto podría repercutir en que luego exploren su cuerpo, pero con un monto de culpa y/o malestar.

• Responder sus preguntas de la manera más simple y puntual, es muy importante no dejar preguntas sin responder ni censurar su necesidad de información.

Finamente, tener en cuenta que cada día, a partir de sonrisas, gestos, actitudes y palabras, se enseña a los niños y niñas acerca de la sexualidad, algunas preguntas pueden generar sorpresa, temor o vergüenza, sin embargo, educarles sobre su propio desarrollo no solo prevendrá situaciones de riesgo y promoverá su bienestar, sino que también permitirá establecer vínculos de mayor confianza y comunicación con sus padres o con las personas que le cuidan.





Psicóloga

Jimena Araos Silva es Psicóloga Clínica, Magíster en Psicología Clínica con Mención en Psicoterapia sistémica por la Universidad Católica del Norte (Chile), Licenciada en Psicología en la Universidad Mayor de San Simón de Cochabamba.

Diplomada en Educación superior por la Universidad Mayor de San Simón. Diplomada en Derechos Humanos: Atención integral a víctimas de trata y tráfico por la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas.


Cómo implicar a los niños en la Navidad



Silvia Andrés, profesora del colegio Torres Quevedo, en Coslada (Madrid), explica que no es necesario que esta implicación venga acompañada por un espíritu de consumismo. Además, recuerda que es importante que se potencie la creatividad de los niños, lo que puede hacerse a través de manualidades sencillas y baratas que pueden realizarse en casa y que además sirven para la decoración de la casa. También comenta que muchos ayuntamientos ofrecen actividades navideñas, la mayoría gratuitas, para disfrutar en familia.

Para reforzar esta actitud contraria al consumismo, es importante que los padres expliquen a sus hijos que sólo deben pedir un número reducido de regalos, ya que ese día los Reyes Magos deben repartir a muchos niños.

Actividades para hacer

La experta recomienda algunas actividades, como la decoración de la casa con motivos navideños, tanto hechos por los niños como comprados y la reproducción de villancicos durante esta actividad, para contribuir a la implicación de los niños en esta época del año. Otro juego divertido puede ser crear nuestro propio villancico.

También explica que es recomendable que esta actitud esté presente en el centro educativo en el que estudien los niños, mediante actividades enfocadas a este aspecto como teatros, concursos de tarjetas navideñas, etc.

Por último, indica que los padres con niños pequeños saben que la magia de la Navidad no está perdida, puesto que son los niños lo que se encargan de recordarlo, hablando, contando, preguntando y disfrutando cada momento de la Navidad.



DAR RIENDA SUELTA A LA CREATIVIDAD

Aunque la música está presente en casi todos los momentos de nuestra vida, durante la Navidad se intensifica. Por lo tanto, es una buena oportunidad para aprovechar y acercar a los niños a la música, por ejemplo, a través de cuenta cuentos musicales, convirtiéndose en una forma divertida y educativa de aprender.

Una de las actividades que conectan Navidad y música por excelencia son los villancicos. Por eso, una actividad divertida que se puede hacer durante una tarde es crear nuestro propio villancico. Suelen tener melodías sencillas y hacerles una nueva letra es muy fácil. Un ejercicio que consista en, por ejemplo, hacer una letra sobre cualquier cosa o situación que nos rodee, es una buena forma de hacer que los niños expriman toda su creatividad.


miércoles, 28 de diciembre de 2016

¡Cuida a tus hijos del ciberacoso!



El Internet y la invasión de nuevas tecnologías han traído, sin duda, muchas ventajas y comodidades a nuestra vida cotidiana, pero también algunos problemas. Hoy en día, las redes sociales están al alcance de cualquiera y cuando se trata de un menor, los riesgos que pueden surgir son mayores. Cabe mencionar que las redes sociales y el Internet no son malos por sí mismos sino que es el ser humano quien le da un mal uso y aunque ahora existen campañas orientadas a concientizar sobre este tema y la importancia de estar pendientes como papás sobre lo que los hijos hacen en las redes sociales y lo que suben, parece ser que no es suficiente.

El ciberacoso o ciberbullying es un fenómeno que se ha extendido rápidamente debido a este fácil acceso mediante teléfonos inteligentes o tabletas, y parece ser que al tratarse justamente de un nuevo fenómeno no estábamos preparados como padres y sociedad en general para imaginar que podía darse un tipo de acoso o sí se sabía no eran imaginados los alcances y formas, amén de la impunidad con la que una persona puede actuar amparada por el anonimato. Por ello debe ser que no nos dejan de sorprender historias de hijas e hijos de personas que conocemos que han sido víctimas de este problema.

Existen muchas guías y consejos de expertos que tienen como objetivo combatir el hostigamiento virtual que afecta de manera especial a niños y jóvenes. En esta edición te ofrecemos algunas pautas para tomar en cuenta con relación a este tema.

Lo primero que debes hacer es hablar con tu hijo y escucha para enterarte qué sucedió exactamente. No entres en pánico, pero tampoco minimices la situación ni excuses el ciberacoso.

Luego es fundamental que recolectes todas las evidencias posibles. Esto podría conllevar imprimir o crear capturas de pantalla de las conversaciones, mensajes, imágenes o cualquier otro artículo que muestre que tu hijo está siendo ciberacosado.

Mantén un registro de todos los incidentes, además de detalles como la gravedad del daño, la participación de terceros o los testigos, y la historia de fondo, dijo Sameer Hinduja, profesor de la Facultad de Criminología y Justicia Criminal de la Universidad Atlántica de Florida, en Boca Ratón a Healthday.com.

Entérate qué hacen tus hijos en Internet

Es fundamental que hables seguido con tus hijos acerca del acoso por Internet y otros problemas relacionados como enviar fotos comprometedoras, fuera de lugar o subidas de tono a sus “amigos”. El portal stopbullying.gov, brinda algunas pautas que pueden ser útiles para prevenir y controlar de alguna manera el ciberacoso.

• Conoce los sitios que tus hijos visitan y sus actividades en línea. Pregúntales adónde van, qué hacen y con quién.

• Explica a que como papá responsable debes revisar sus comunicaciones en línea si crees que hay alguna razón para preocuparse. Instalar un software con filtros de control parental o programas de monitoreo es una opción para supervisar la conducta de tu hijo en Internet, pero no depende solamente de estas herramientas.

• Ten una idea de lo que hacen en línea y en sus mensajes. Conoce sus sitios preferidos.

• Solicita sus contraseñas, pero dile que sólo las utilizará en caso de emergencia.

• Solicita “amistad” o “sigue” a tus hijos en las redes sociales o pídele a un adulto de confianza que lo haga.

• Alienta a tu hijo a que diga de inmediato sí es víctima de acoso por Internet o sí uno de sus amigos está siendo acosado.

• Explícale que no le quitarás su computadora o celular si confía en ti.

Establece normas sobre el uso de la tecnología

El mismo portal stopbullying.gov también da unas pautas para establecer normas sobre el uso de Internet.

• Fija reglas acerca del uso apropiado de las computadoras, teléfonos celulares y otros dispositivos tecnológicos. Por ejemplo, habla con claridad respecto de qué sitios pueden visitar y qué tienen permitido hacer durante el tiempo que pasen en Internet. Muéstreles cómo manejarse de manera segura en línea.

• Ayúdalos a que sean conscientes acerca de lo que publican o expresan. Diles que no compartan nada que pudiera lastimarlos o avergonzarlos a ellos mismos o a los demás. Una vez que algo se publica, está fuera de su control si alguien comparte su publicación.

• Aliéntalo a pensar sobre quiénes desean que vean la información y las fotografías que publican en Internet. ¿Es adecuado que las vea un completo desconocido? ¿Solo verdaderos amigos? ¿Amigos de amigos? Ayuda a que entienda cómo las personas que no son sus amigos podrían utilizar el material.

• Diles a los niños que guarden sus contraseñas en un lugar seguro y no las compartan con sus amigos. Compartir las contraseñas puede comprometer el control que tienen sobre sus identidades y actividades en Internet.

Reportar los casos

Con el ciberacoso se viola los términos de servicio establecidos por las redes sociales y prestadores de servicios de Internet, pero existen formas en las que puedes denunciar.

1. Consulta las secciones de términos y condiciones o derechos y responsabilidades. Estos describen el contenido apropiado e inapropiado.

2. Visita los centros de seguridad de los medios sociales para aprender cómo bloquear usuarios y cambiar la configuración para controlar quiénes pueden comunicarse contigo o tus hijos.

3. Reporta el acoso por Internet en las redes sociales para que puedas tomar medidas contra los usuarios que han violado los términos de servicio.


Por qué las tradiciones familiares conducen a felices fiestas

Los japoneses tienen un ritual particularmente interesante durante esta época del año: “Kurisumasu ni wa kentakkii”, cuyo nombre puede sonar como algo de gran sabiduría, pero que en realidad se refiere a "Kentucky para la Navidad", el hábito nacional de comer Kentucky Fried Chicken (KFC) como festín navideño.

Comenzó como un inspirado concepto de comercialización. Durante la década de 1970, KFC notó que los expatriados occidentales en Japón estaban recurriendo al pollo frito porque no podían conseguir pavo. Actualmente se ha convertido en un ritual con suficiente poder de venta que ocasiona que haya colas alrededor de la manzana, y que los clientes ordenen su pollo en noviembre o incluso en octubre. Lo que es particularmente impresionante es que la Navidad no es ni siquiera una festividad en Japón.

“Kurisumasu ni wa kentakkii” es una audaz pieza de comercialización, pero no es la primera vez que la Navidad ha sido osadamente secuestrada para vender algo; de hecho, la Navidad misma se apoyó en anteriores festivales de mediados del invierno. Numerosas tradiciones navideñas son bastante recientes; en Reino Unido, las tarjetas de Navidad, el pavo, los fuegos artificiales y los árboles son todas innovaciones del siglo XIX. Por otra parte, el consumismo navideño, que tendemos a considerar como un vicio moderno, es también un hábito del siglo XIX. El libro Scroogenomics de Joel Waldfogel muestra que el auge del gasto en diciembre se remonta a muchas décadas (en 1867 en Nueva York, Macy’s decidió que valía la pena mantener sus puertas abiertas hasta la medianoche de Nochebuena).

Así es que no critico el ritual de los japoneses de comer pollo frito al estilo sureño durante la Navidad. De hecho, yo he estado intrigado por los rituales navideños en general; algunos son buenos y otros no tanto. Como señalé la semana pasada, el ritual de dar regalos en Navidad es extremadamente derrochador, canalizando valiosos recursos hacia la compra de ropa mal ajustada y objetos conmemorativos de golf de mal gusto que nadie elegiría si los estuvieran comprando para sí mismos.

Durante la última década, hemos visto una nueva combinación de dos tradiciones más antiguas: la de dar regalos y la de donar a una causa benéfica. Oxfam, la organización de ayuda humanitaria contra la pobreza, ha impulsado la idea de que se puede "dar dos veces" donando a Oxfam en nombre de otra persona. En efecto, estás "dando" un huerto o, notoriamente, una cabra. "Un regalo único y simbólico", dice Oxfam, aunque un momento de reflexión revelará que no es algo único en lo absoluto.

¿Y qué simboliza? Para algunos representa ingenio, anticonsumismo y el verdadero espíritu de la Navidad. Para otros representa una petulante autoobsesión. Después de todo, si te doy una cabra de Oxfam, ¿qué he hecho realmente? He hecho una donación caritativa, me he marinado en mi propio sentido de superioridad, y luego te he enviado el recibo. Y para colmo de males, tampoco me he molestado en comprarte un regalo. Sólo podemos esperar que Oxfam, al menos, pueda encontrar a alguien que realmente necesite la cabra.

Tres investigadores (Lisa Cavanaugh, Francesca Gino y Gavan Fitzsimons) publicaron recientemente resultados de sus investigaciones sobre este tipo de regalo "socialmente responsable". Ellos descubrieron evidencia de que la gente sistemáticamente sobrestima cuán bien recibidos serán estos regalos, particularmente cuando se dan a personas que no se conocen extremadamente bien. Como escribí la semana pasada, Gino ha contribuido a otras investigaciones sobre dar regalos, descubriendo que quienes los reciben se sienten a menudo más felices con los regalos elegidos de una lista de deseos o explícitamente pedidos, a pesar de que parezca perder algo del encanto. La combinación de los dos puntos de vista indica que, si se desea hacer una donación a la caridad en nombre de alguien, pudiera ser aconsejable primero pedir su aprobación.

¿Qué pasa con los rituales navideños que compartimos en grupo? Diferentes familias tendrán sus propios rituales; tal vez los regalos deben abrirse en un momento determinado o en un orden particular. Tal vez haya que ver respetuosamente el discurso de la Reina de cada Navidad. La familia de mi esposa, de mentalidad religiosa, posponía la apertura de regalos hasta después de un servicio religioso el día de Navidad. Mi propia familia era más secular, pero aficionada a la gratificación tardía; muchos regalos tuvieron que esperar hasta después del almuerzo de Navidad. Para algunas familias, hay una película en particular que hay que ver; para otros, un juego de mesa que hay que jugar.

Ovul Sezer, Michael Norton, Francesca Gino (de nuevo) y Kathleen Vohs han estado examinando el efecto de los rituales sobre la manera en que experimentamos la Navidad y la Nochevieja. Los investigadores han descubierto una correlación entre estos rituales (sagrados o seculares) y varias experiencias positivas de la temporada navideña, incluyendo sentirse más curioso, prestar más atención, tenerle más aprecio a la familia, disfrutar de la temporada y estar satisfecho con la vida en general. Por supuesto, la causalidad puede darse al contrario; es posible que la aversión a tu familia haga que evites compartir rituales de Navidad con ella y no al revés.

Sin embargo, Sezer y sus colegas parecen haber descubierto algo. La vida está llena de rituales sociales, pero sus detalles a menudo no parecen importar mucho: el velorio, el baile de graduación, el "baby shower”, incluso “Kurisumasu ni wa kentakkii”; formamos nuestros hábitos sociales y nos atenemos a ellos. Y las investigaciones sugieren que tenemos toda la razón para hacerlo. Los rituales parecen hacer nuestra vida más rica y más placentera.

Y, sin entrar en demasiados detalles, existe una tradición navideña que es improbable que desaparezca pronto: el número de niños concebidos alcanza el pico durante las vacaciones de Navidad, lo cual conduce a un aumento de las tasas de natalidad en septiembre. Ésa es definitivamente una manera de acercar a una familia.

¡Llega la Nochebuena!


¡Cada vez más cerca! La noche del 24 de diciembre ya está a la vuelta de la esquina, los hijos, hermanos, padres, tíos, abuelos que viven lejos ya empezaron a llegar desde que comenzó el mes, la familia empieza a reunirse para juntos celebrar “La Nochebuena”

¿CUÁL ES EL PLAN?

Recibiremos espiritualmente a la Virgen María y a San José, los padres del Divino Niño Jesús, que se espera nazca el 25 de diciembre.

Los niños se juntarán en torno al arbolito navideño para buscar los regalos que, según las creencias, trae Papá Noel o el Niñito Jesús a las 00:00

Posteriormente se reúne toda la familia para degustar la tradicional cena navideña preparada por la anfitriona de la casa. En la parte occidental de Bolivia se acostumbra preparar una deliciosa picana, pero también hace algún tiempo, muchas familias optan por degustar un delicioso pavo relleno, su consumo ha cobrado mayor importancia en estos últimos años.

Algunas familias conservadoras esperan la medianoche para asistir a la tradicional misa de gallo, que la iglesia católica celebra a las cero horas.

Sin duda, se identifican aspectos que año tras año van repitiéndose, es una tradición que se encuentra muy arraigada dentro de nuestra sociedad, pero lamentablemente, según van pasando los años, pocas son las personas que pueden explicar el porqué de cada una de estas costumbres.

El fin y motivo principal por el que nos reunimos en la víspera del 25 de diciembre es para esperar el anunciado nacimiento del Mesías, es la motivación espiritual y religiosa.

Existen elementos tradicionales extraídos de diferentes países y culturas donde la globalización ha jugado sin duda un rol muy importante, pues se han introducido costumbres que vienen de otros lugares y se fueron introduciendo con mayor fuerza en nuestra sociedad llegando muchas veces a generalizarse su práctica como.

PAPÁ NOEL

Personaje representado por un simpático viejito regordete, de rostro bondadoso y de sonrosadas mejillas, de barba blanca y larga con su peculiar gorro y traje rojo con blanco. Este es un icono navideño, también es conocido con otros nombres dependiendo del lugar, por ejemplo en Chile lo llaman cariñosamente Viejito Pascuero, en Oriente se lo conoce como San Nicolás, en México, Nicaragua y Guatemala su nombre es Santa Claus.

EL ÁRBOL NAVIDEÑO

Forma parte principal en la ornamentación navideña, con bellos colores y luces que alegran la vista. Sin embargo, el origen verdadero no es precisamente cristiano, por el contrario, algunos historiadores coinciden al afirmar que procede de raíces paganas, pero que San Bonifacio, evangelizador de Alemania sustituyó uno de los árboles que representaba al Dios Odín por un pino con el cual propuso honrar a nuestro Dios y creador. El primer árbol navideño fue presentado en Alemania aproximadamente el año 1605 con la mayoría de los adornos que conocemos hoy, posteriormente, se extendió por los países de fe cristiana.

¿Y LOS REGALOS?

Los relaciono con los que los Reyes Magos le llevaron al Divino Niño Jesús en ocasión de su nacimiento y que por esa razón actualmente se tiene la costumbre de dar obsequios a los niños.

Sin embargo, es costumbre que los pequeños escriban cartitas para ser enviadas a Papá Noel, en ellas está la lista de los juguetes que desean. En mi opinión, no es la manera correcta de honrar el nacimiento de Jesús y, por otra parte, es engañar a los niños, me parece que lo adecuado es enseñarles a orar agradeciendo por todo lo recibido y por último si deseamos darle un lugar a la imagen del Papa Noel hagámoslo, pero no le quitemos crédito a nuestro creador, ya que todo lo bueno y todo lo que nos ocurre es únicamente gracias a su bendición, entonces si los niños tienen regalos es porque sus padres fueron bendecidos con trabajo, salud y, sobre todo, amor.

Las buenas costumbres nos obligan a hablar siempre con la verdad, si bien es bonito y hasta emocionante ver en la carita de los niños la ilusión de recibir muchos juguetes, también es triste comprobar que no basta con escribir cartitas y pedir, posteriormente será frustrante comprobar que todo no pasa de ser una efímera ilusión. Por lo tanto enseñemos a nuestros niños que la Navidad es un recordatorio del nacimiento del Divino Niño Jesús. De esta manera lograremos que la navidad sea espiritual, con mucha paz y amor, sentimientos imperecederos.

LA MISA DE GALLO

Es una tradición de la Iglesia Católica, los historiadores afirman que en el siglo V, el Papa Sixto III instauró la costumbre de celebrar una misa al finalizar el 24 y al iniciar el 25 de diciembre (cuando canta el gallo anunciando el nuevo día), por esta razón se le denominó como la Misa de gallo. Las familias tradicionales aún participan de esta ceremonia religiosa.

LA CENA NAVIDEÑA

Para completar la feliz celebración, la familia se reúne en la mesa para compartir la cena preparada por la anfitriona de la casa, donde seguramente demostrará un exquisito gusto hasta en el más mínimo detalle, una vajilla reluciente, cubertería pensada en el menú y seguramente la ornamentación de la mesa tendrá lindos motivos navideños.

Es muy habitual invitar a familiares y amigos a la cena de Navidad. La etiqueta y el protocolo cobran mayor notoriedad, tanto por parte de los anfitriones que deben lograr el bienestar de sus invitados, brindándoles todas las atenciones posibles y, desde luego, los invitados que deben tener un comportamiento adecuado, nunca olvidemos que las reglas y normas de etiqueta no solo son para los anfitriones, debemos también aprender a ser buenos invitados.

Un buen detalle como invitado es no llegar a la casa con las manos vacías, siempre será bien visto si llevamos un champagne o un postre tradicional.

Hay familias que en Nochebuena tienen la costumbre de preparar un delicioso chocolate acompañado del tradicional Panetón, dejando la celebración principal y la apertura de regalos para el día 25 de diciembre.

Queridos amigos, no puedo dejar de aprovechar para enviarles a cada uno de ustedes los sentimientos más nobles y mis mayores buenos deseos para que pasen una Feliz Navidad junto a toda su familia, que la bendición de Dios nuestro padre llegue hasta sus hogares.

¡Feliz Navidad!

jueves, 15 de diciembre de 2016

¿Qué es lo que saben los niños de Navidad?

La Navidad es una de las fechas más importantes del año, es una fecha en la que todas las familias se reúnen para celebrar el nacimiento de Jesús, es la época de reconciliación.

No podemos hablar de Navidad sin separar de la celebración los obsequios que tanto esperan los niños o la decoración navideña en nuestros hogares e incluso comercios, a pesar de la triste realidad que existe en las calles, la situación de extrema pobreza que impera a lo largo y ancho de nuestro planeta, en las calles donde a menudo vemos que la igualdad de oportunidades no ha sido la misma para todos. Sin embargo, cuando llega la Navidad, el optimismo y la esperanza se apodera de todos, el espíritu navideño nos hace sentir más cercanos a los demás y de alguna forma, todos recuperamos el espíritu infantil que por alguna razón hemos abandonado.

Es bueno explicar a nuestros niños, el origen de esta celebración para que comprendan el verdadero significado de la Navidad.

¿POR QUÉ SE CELEBRA LA NAVIDAD?

La palabra “Navidad” viene del latín “nativita” y significa nacimiento. La razón de esta gran fiesta se centra en el nacimiento del Niño Jesús, hijo de la Virgen María y San José, y quizás por esta razón, hay un mensaje de esperanza, unión, paz y amor.

¿CUÁNDO SE CELEBRA LA NAVIDAD?

Algunos historiadores creen que la fecha real en la que nació el Niño Jesús fue en abril o mayo. Sin embargo, tradicionalmente la Iglesia Católica celebra el 25 de diciembre y la Iglesia Ortodoxa el 7 de enero. Considero muy importante mencionar que durante el tiempo de “Adviento”, que no son más que los días previos al 25 de diciembre, todos las personas se preparan para ese momento renovando sus creencias y compromisos.

¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE LA NAVIDAD PARA LOS NIÑOS?

La Navidad es magia y por qué no decirlo también es fantasía, ellos saben que hay un significado profundo, saben que el Niño Jesús ha nacido y junto a esa ilusión, comparten la alegría y dicha de la celebración familiar con los seres queridos alrededor de una hermosa mesa especialmente preparada para servirnos los alimentos típicos y característicos dependiendo del lugar y costumbre de la región o país en el que nos encontremos.

¿CÓMO SE CELEBRA LA NAVIDAD?

Es una tradición enviar y recibir tarjetas navideñas a nuestros familiares y amigos para desearles una feliz navidad, esto sucede la primera semana de diciembre, cuando los primeros movimientos navideños empiezan a sentirse principalmente en los comercios.

La primera semana de diciembre, e incluso a partir de la última semana de noviembre, en algunos hogares se empieza con los preparativos de Navidad, se arma el arbolito, el pesebre, adornos, decoración de la casa, ventanas, puertas, paredes, etc. todo cuanto nuestra imaginación e ingenio lo permite.

Es tradición cenar en la noche del 24 de diciembre, junto a todos los integrantes de la gran familia… muchos llegan desde lejos. Por su parte, los niños tienen la gran expectativa por la llegada del Papá Noel (Un cuento aparte que me reservo para la próxima publicación).

La noche de Navidad se suelen realizar cánticos celebrando la llegada del Niño Jesús con villancicos, sobre todo en las familias más tradicionales.

Esta fecha es linda, es mágica y encierra un sinfín de significados, cada uno más bello que el otro. Sin embargo, no debemos ser ingenuos para darnos cuenta que al cerrar la puerta de la casa dejamos atrás a gente menos afortunada, por lo que debemos ser agradecidos con nuestro Creador y hacer algo por las personas que necesitan, regalar una sonrisa a los niños que tienen menos posibilidades de reunirse en torno a una mesa navideña o bien a los pies de un arbolito adornado de la manera más exquisita y hacer que nuestra bondad se expanda compartiendo con los demás lo poco o mucho que tenemos.

La Navidad alberga un sentimiento que nos impulsa a olvidar rencores, brindar amor y, sobre todo, acercarnos a Dios, mensaje que debe ser transmitido a nuestros niños para que a través de sus buenos modales, comprendan y compartan con los menos afortunados la felicidad de dar sin esperar retribución alguna, más que la satisfacción de haber realizado una buena acción.

sábado, 10 de diciembre de 2016

Las amigas que llegan después de los 20s



Cuando éramos niñas, nuestra vida giraba entorno al afán por encajar y encontrar esa mejor amiga del alma, esa hermana gemela a la que amabas y odiabas a partes iguales. Juntas compartían la infancia y los juegos en el patio del colegio; esas amigas con las que, más tarde, jugaste a pintarte a escondidas de tu madre y a acortarte la falda del uniforme.

También recuerdas a las amigas que hiciste en la secundaria, y más tarde, en la universidad. Con ellas salías hasta las mil, lloraban por esos chicos malos que no merecían la pena, se alegraban por sus logros y metas cumplidas; bebían hasta el agua de los floreros. Aunque varias se hayan quedado por el camino, son tus amigas. Las amigas ‘de siempre’, las que forman el núcleo duro de personas importantes de tu vida. Con las que creciste y compartes recuerdos únicos.

Pero en esta edición queremos hablar de las amigas que llegan a una edad más madura, que entran en tu vida en un momento inesperado y de la manera más natural; amigas con las que compartes aficiones, intereses y con las que encuentras un significado distinto a la palabra amistad.



1 Las amigas que llegan con tu pareja

En algún momento de la vida entran las parejas y con ellos, el circulo de amigos de tu pareja y entre ellos muchas veces descubres que hay gente muy buena onda con la que tienes muchas cosas en común.

La primera vez que quedas con ellas es… raro. Estás como desubicada porque, hasta el momento, todos los encuentros habían sido con mucha gente de por medio y tienes la sensación de estar metiéndote en el terreno de tu pareja pero, pasada la incomodidad inicial, todo fluye. Y, aunque te parezca extraño, a veces tu pareja se convierte en ex pero estas amistades continúan.



2 Las amigas que llegan con la familia

Tal vez tu hermana haya sido tu mejor amiga desde tiempos inmemoriales. Pero, a veces, descubres su existencia y adquieres complicidad con ella muchos años más tarde, cuando ha pasado de ser ‘esa enana’ a conversar contigo como una amiga más. Por otro lado, es posible también que tengas los mejores suegros y cuñadas del mundo, pero también es posible que no.

Pero lo que sucede es que luego de muchas comidas con una familia que para ti es más política que familia, cuando tu cuñado lleva por primera vez a su novia sientes un alivia y piensas: “¡Por fin alguien que me va a entender!”. Porque, hasta ahora, nadie se solidarizaba contigo cuando le contabas las rarezas de los padres de tu chico. Es posible que tengas cero química con tu cuñada, pero cuando surge la chispa… ¡es genial!



3 Las amigas que llegan con las aficiones

Aunque es posible que con los años no tengas mucho tiempo para realizar eso que cuando eras pequeña llamabas actividades extraescolares y ahora llamas aficiones, siempre hay hueco para hacer algo que te permita desestresarte (en realidad, es necesario). Y, muchas veces, la amistad surge de la manera más imprevisible: cuando estás en el vestidor del gimnasio a punto de ducharte y te has dejado el champú o en clase de ballet, yoga o cocina a la que te apuntaste. Los gustos comunes unen, y mucho.



4 Las amigas que llegan con el cole (de los niños)

Cuando llegas a ser madre pasas mucho tiempo en el cole de tus hijos. Es cierto que muchas madres están deseando que sus hijos tengan edad suficiente para evitarse el viaje al cole; otras llegan a la puerta del colegio, lanzan a los niños del auto y se van. Pero también puedes toparte con alguien con quien pasas de ser ‘la mamá de’ a llamarle por su propio nombre. Y un día te tomas un café con una persona a la que solo conoces porque tu hijo tiene la misma edad que el suyo… y resulta que se llevan muy bien. Inesperadamente, has hecho una amiga en el lugar en el que menos esperabas, a la que puedes mirar con complicidad cuando aparezca la madre pluscuamperfecta que se matricula en todos los colegios o cuando surjan imprevistos en tu día a día. Una aliada y amiga es lo mejor que te puede pasar.



5 Las amigas reencontradas

Hay quienes, afortunadas, mantienen a las amigas del colegio. En otras ocasiones, por circunstancias de la vida, acabas por perder el contacto y, de repente, un día, por cosas de Facebook o del destino, las reencuentras. Y muchas veces, luego de ponerse al día, terminan haciéndose amigas nuevamente, o te reencuentras con alguien que no aguantabas en el cole y de repente se hacen amigas. Y es que cambiamos con el tiempo y tenemos algunas ideas preconcebidas de niñas. Y estas amistadas, totalmente inesperadas, son las que nos llenan y hacen revivir cosas del pasado pero con una perspectiva diferente.



6 Tu compañera de trabajo

Lo queramos negar o no, pasamos muchas horas en la oficina, trabajando en equipo, asistiendo a eventos del cole o a conferencias. Quizá estás rodeada de

arpías, pero a veces la vida te regala una persona en la mesa de al lado que no solo te cae bien sino que, al final en el descanso del café, acaba siendo digna de que le cuentes tu última decepción sentimental, lo loquísima que está tu madre o cómo has puesto a tu jefe en la lista negra después de lo que te ha hecho esa mañana. Los amigos en el trabajo hacen que los momentos de estrés y la rutina del día a día sean más fáciles de llevar.


jueves, 8 de diciembre de 2016

Cómo lidiar con la rebeldía adolescente

La rebeldía del adolescente es la principal dificultad con la que deben lidiar los padres, quienes notan que sus hijos tienen cambios de humor repentino, transformación en su carácter y comportamiento, que ya no son los chicos dóciles y obedientes, sino que comienzan a protestar, a romper las reglas establecidas y a discutir constantemente.

Al respecto, la doctora en psicología Margaret Hurtado, explica que la rebeldía no debe ser tomada como algo negativo, sino, por el contrario, como un aspecto que servirá en el futuro al adolescente para formar su identidad adulta, tomando en cuenta los factores que implican y los consejos para sobrellevarla.

“Por qué imaginar que solo los chicos malos son rebeldes. En ocasiones, los padres piensan que el vínculo creado con los hijos desde la niñez evitará que en la adolescencia la relación sea álgida y esto no sucede así. La rebeldía depende de muchos factores, entre ellos la pubescencia que es la maduración de los órganos sexuales secundarios y primarios, lo que conlleva todo un cambio hormonal”, asegura Hurtado.

CAMBIOS NEUROLÓGICOS

La psicóloga explica que existe un cambio a nivel neurológico, una etapa en la que se abandona las operaciones concretas por las abstractas, las cuales se traducen en la manera en que el adolescente aborda la vida, diferente a la del niño y hace que el joven se convierta en un sujeto crítico siendo los padres los primeros en ser criticados.

“El adolescente está en la búsqueda de lograr su independencia, identidad e individualidad con la familia, padres o personas que se constituyeron en su figura de identificación filial. En esta etapa se rompe con los primeros amores para alcanzar la identidad que le permitirá a mediano plazo lograr la intimidad en pareja, no sólo en el ámbito sexual, sino de comunicación entre pares”, explica la psicóloga.

La profesional afirma que el adolescente va a criticar a sus padres para calificar o descalificar, actitud que considera positiva. Esto daría pie a que surja la rebeldía que en ocasiones hace que confunda el colegio con la casa. Y eso lo saben los maestros de secundaria, porque si en primaria los alumnos los aman en otro ciclo los critican.

“En sexto de secundaria los alumnos hacen críticas muy agudas y ácidas a sus maestros.Critican a la persona por su aspecto físico si es gordo o flaco, alto o bajo, le ponen sobrenombres, etc. En casa sucede lo mismo, porque ellos se consideran seres nuevos, personas que están empezando a escribir su historia en una página en blanco”, explica Hurtado.

Según la psicóloga, el adolescente se siente único y considera que nadie ha tenido una vida como la suya, aspecto que es muy saludable, porque da cuenta que como padres y educadores han sabido conducir a sus hijos durante la infancia por el buen camino, de tal forma que se logre su identidad, independencia e individualidad.

“En cambio, si como padres y educadores hemos sido perversos, nuestro hijo adolescente no va a ser rebelde, va a aceptar que nosotros pretendamos ser sus mejores amigos y sus confidentes, postura que no señala nada positivo para el adolescente, porque querrá decir que no cumplimos con nuestro rol de padres, que los hemos convertido en una persona dependiente, es decir en una variedad clínica psicopatológica”, dice Hurtado.

Con el desapego parental, el adolescente tiene preferencia por sus amigos por encima de su familia. Considera que todos son sus amigos, le importa mucho el qué dirán, quedar bien con los demás y ser aceptado, porque es una forma de saber que efectivamente se independizó e individualizó y está logrando formar una identidad saludable para interactuar con los demás.

“El adolescente no se olvida de amar, simplemente que el amor de la familia lo traslada a su grupo de pares. Entonces tiene en su grupo al que le debe lealtad, ya comienza a manejar situaciones de carácter abstracto en etapas en las que logra ingresar a una agrupación, pandilla o club de amigos”, agrega Hurtado.

NEGOCIAR

Otra de las principales dificultades que tienen padres e hijos adolescentes es el negociar los permisos, no tanto el horario de salida, sino el de llegada a casa, que muchas veces no se respeta. Entonces los padres optan por llevar y recoger a sus hijos a la hora que sea, debido a los peligros que corren en una ciudad que es cada vez más violenta.

“El negociar los permisos no es cuestión de permitirles salir cada fin de semana para que sociabilicen, sobre todo, hasta altas horas de la noche, pues existe el riesgo de que el adolescente al estar formando su identidad sea vulnerable y pueda caer en manos de personas que lo lleven a seguir una adicción o se involucren en trata y tráfico”, enfatiza Hurtado.

La psicóloga concuerda que los permisos se negocian, pero no hay que perderle de vista, porque una cosa es que ya sea grande y otra muy distinta que mi hijo adolescente haga lo que le parezca, sino dentro de lo que él quiera hacer, llegar a acuerdos y poner los límites.

“De igual manera se debe enfocar el tema de la sexualidad, porque el adolescente, emocionalmente todavía no está listo para este paso, pero físicamente muchas veces está preparado para tener su primera relación sexual, con la aparición de la menarca la primera menstruación en la mujer y espermaquia la primera eyaculación del varón” recuerda Hurtado.

La psicóloga asegura que para evitar discusiones innecesarias, que de vez en cuando siempre las habrá, es importante no imponer castigos a largo plazo en cuestión de salidas a fiestas o de restricción al celular, porque esto llevará a que en algún momento el adolescente piense en escapar.