lunes, 5 de septiembre de 2016

Consejos para hablar de SEXO con los hijos


Muchos papás se preguntan cómo hablar con sus hijos de sexo o cómo darles una adecuada educación sexual cuando, por lo general, ni ellos mismos la han recibido. Pero aunque puede resultar complicado abordar este tema, es necesario y se debe encontrar la forma de hacerlo. Otro aspecto fundamental con relación a este tema es el estar informados de los nuevos escenarios que han surgido con las nuevas tecnologías.

Debes saber que tarde o temprano, tus hijos empezarán a hacer preguntas sobre sexo y si no lo hacen llegará un momento en qué tú debes hablar de ello. Sin embargo, a veces, suele suceder que cuándo ellos abordan el tema te toman por sorpresa y te sientes abrumado por la vergüenza y lo único que haces es zafar rápidamente del tema. Bueno si eso te ha sucedido, tendrás que encontrar una forma de sacar nuevamente el tema y hablarlo. Por eso, es importante prepararse para hablar de educación sexual con naturalidad, afectividad y asertividad. Si estás cohibido, cortado o avergonzado, tus hijos lo notarán.



La sexualidad y la era digital

Con las redes sociales y las nuevas tecnologías de comunicación, han surgido nuevos escenarios relacionados al tema sexual. De hecho, en el último tiempo se escuchan muchas historias de jovencitas que enviaron fotos a sus chicos y luego éstas se han hecho virales, y las consecuencias son, por supuesto, terribles.

Hasta menos de una década, una “prueba de amor” pasaba por otros asuntos, pero hoy en día parece que va por intercambiar una selfie, un video o fotos de contenido sexual, lo que se conoce como sexting. Y es que los jóvenes de hoy comparten fotos, sin medir las consecuencias y cuando éstas se hace virales, no se dan cuenta que se trata de información personal que incluso puede terminar en las páginas webs pornográficas o son usadas por personas inescrupulosas.

En medio de todo este contexto, si hablar de sexo para algunos padres era ya complicado, hablar del sexting lo es mucho más.

El portal crónica.com, brinda algunas recomendaciones para que los padres puedan guiar en este sentido a sus hijos y a que tomen conciencia de los verdaderos peligros.

• Cuidado con lo que comparten: Hay que hablar a los hijos sobre lo bueno y lo malo de compartir fotografías a través de redes sociales u otras aplicaciones.

• No bromees con las fotitos. A veces los jóvenes comparten fotos para atraer la atención de otra persona y no se dan cuenta que se exponen a que esas imágenes lleguen a manos de personas inescrupulosas y las consecuencias pueden ser muy graves.

• Evita comentar si se hizo público. Si un contenido íntimo se ha hecho público, evita comentarlo en redes sociales e ignora todos los comentarios que se hagan sobre él. Evitarás atraer la atención de más gente.



Consejos para hablar de sexo

El Deber en su artículo 3 consejos para hablar de sexo con los hijos brinda pautas básicas y útiles para abordar este tema con los hijos.



CONSEJO 1: Hablar de sexo según la edad que tengan: mientras van creciendo tienden a realizar una serie de preguntas, que los padres deben contestar con la verdad, para satisfacer la curiosidad del menor.



CONSEJO 2: Llamar cada parte del cuerpo por su nombre: es decir que los niños deben saber los nombres de sus genitales por lo que en realidad se llaman y no por apodos que algunos padres suelen usar.



CONSEJO 3: Habla de sexo en más de una oportunidad: Es importante darle al menor dosis pequeñas de información, para que sepa que es un tema normal y no tendrá vergüenza cuando quiera hablar del tema con sus padres.



Por su parte, La Vanguardia en su artículo ¿Cómo hablar de sexo con los hijos?, plantea si ¿Delegar la educación sexual a la escuela y/o reducirla a la gestión de la genitalidad, vía el porno, es la única manera de abordar la sexualidad con nuestros hijos?

Y pues obviamente que hay otras vías posibles que requieren, eso sí, de la implicación de los padres para abordar el tema. Para ello ofrece cinco consejos útiles que pueden ayudar.

• La sexualidad no se enseña, se vive y se experimenta, aunque si hay conocimientos que sí se pueden transmitir en la escuela, en la familia o en otros lugares (centros de salud, internet) como cuestiones informativas (reproductivas, fisiológicas) o de prevención (enfermedades, embarazos precoces).

• La sexualidad nunca va sola, habita los cuerpos púberes que, por su novedad, inquietan y perturban a los adolescentes más de lo que pensamos. Esos cuerpos se les presentan como misterios hablantes, les “dicen” cosas (afectos raros, sensaciones cambiantes) para las que muchas veces no tienen respuestas y sólo les queda manipularlos como pueden: tunearlos, adelgazarlos, muscularlos, cortarlos, tatuarlos. Es allí donde debemos estar cerca de ellos, acompañarlos no delante, sino al lado suyo.

• Esperan de nosotros soluciones más que discursos morales y allí radica nuestra verdadera autoridad. No hay que esperar las preguntas directas, normalmente no las harán, hay que aprovechar momentos determinados.

¿Qué mamá o papá no pasó por eso? ¿Cómo lo hizo? ¿Qué le funcionó y qué no? Dar testimonio de eso a los hijos desde su saber y experiencia, limitados pero basados en su vivencia personal, les sirve más que recitarles el decálogo del buen sexo (por cierto, inexistente).

• No hay que esperar sus preguntas directas. Normalmente no las harán. Hay que coger al vuelo la ocasión: una escena televisiva compartida, un comentario que sueltan al pasar a propósito de un amigo/a que tiene dificultades amorosas, la confesión fugaz de una aventura sentimental. Cualquiera de estas ocasiones es propicia para dar nuestra opinión confiando en que serás escuchado y un día hará efecto.

Preguntas frecuentes

Según el diario Democracia algunas preguntas son frecuentes y comunes que los niños las hagan a sus padres y brindan algunas sugerencias de respuestas, que pueden servirte de orientación:



¿Por qué soy distinto a mi hermanita? A partir de los dos años y, en algunos casos hasta antes, los niños y niñas notarán sus diferencias al descubrir sus propios cuerpos. En este caso, es recomendable decirle que un niño es distinto de una niña igual que los hombres son distintos de las mujeres. Para un niño pequeño, esta respuesta es suficiente.



¿De donde nací yo? Esta es una pregunta que suelen hacer los niños a partir de los cuatro años de edad. Los niños saben que las frutas vienen del mercado, que las galletas vienen del supermercado, y los juguetes de las tiendas, y por eso quieren saber de dónde han venido. En este caso, limítate a decir que él vino de los papás.



¿Por qué los niños hacen pis de pie y las niñas sentadas? Es lo mismo que preguntar por qué los niños cambian el pañal por los calzoncillos y las niñas por las braguitas o por qué los niños tienen pene y las niñas no. Explica el concepto de la diferencia, que los niños y las niñas son distintos físicamente y que también se diferencian en la forma de vestir. Para los niños es fácil hacer pis de pie debido a la forma de su pene. En cambio, las niñas como no tienen pene, están más cómodas sentadas.



¿Cómo salí de dentro de tu barriga? Dependiendo de la edad que tenga el niño, la respuesta debe ser dada de una forma más o menos clara. Si el niño es muy pequeño, limítate a decir que él salió de la barriga y nada más. Pero si con eso el niño no se siente satisfecho y notas que puede entender porque ya es un poco mayor, dile que él salió por uno de los tres agujeritos que tienen las mujeres. Uno es para salir la caquita, el otro para orinar, y el otro para salir el bebé. Con eso, seguramente, el niño se sentirá satisfecho y no te preguntará nada más. Más importante qué responder a tu hijo cuando surjan las preguntas sobre la sexualidad, es la actitud que tendrás al contestarlas. El tono de la voz, la seguridad en las informaciones, el hecho de estar o no tranquila, es captado por el niño en forma de información.



Un reciente informe de la ONU nos da un dato contundente: los chicos de 12 a 17 años son el grupo que más porno consume en la red. La pornografía se configura así cada vez más como la verdadera iniciación sexual del siglo XXI.

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