jueves, 18 de agosto de 2016

Acusan a sus hijos y familiares Ancianos denuncian despojo de bienes

Cinco personas adultas mayores denunciaron ayer que son víctimas constantes de despojo de sus bienes por parte de sus propios hijos y familiares, por lo que piden ayuda a la Defensoría del Pueblo.

CASOS

Uno de estos casos es el de Juan, quien, con dos hijos, logró que su familia progrese a pesar de haber llegado del campo a la ciudad logrando consolidar una vivienda en beneficio de su familia.

Solamente su hija, antes de salir del país, le entregó una habitación donde podría habitar, pero a los pocos días el hijo mayor tomó la determinación de echarlo de la casa, disponiendo de ese espacio a su favor, ante la ausencia de su hermana.

“En el campo incluso tengo mi terreno, pero sólo viven mis sobrinos, hijos de mi hermano, que ya ha muerto, mi esposa me ha dejado viudo hace muchos años y ahora debo peregrinar de una casa a otra con la posibilidad de poder encontrar un alquiler que se adecue a mis limitados ingresos, porque sólo vendiendo gorritas vivo”, indicó.

Cinco ancianos mayores de 85 años, con diferentes testimonios, que coinciden en una misma problemática, la cual se refiere a la serie de vulneración de sus derechos, sobre todo, por parte de sus propios hijos, sobrinos, nietos y familiares, quienes aprovechan la situación de indefensión en la que se encuentran.

“Es mi hijo quien me botó de mi casa, mi hija se fue y tenía dos casas, pero no puedo dar con ella, desde que se ha ido del país”, indicó Juan.

A nivel país, si bien existen diferentes normativas, desde la propia Constitución Política del Estado (CPE), para que logren las instituciones llamadas por norma buscar los mecanismos legales de protección a las personas de la tercera edad, pero hasta la fecha, las personas continúan vulnerando los derechos de los adultos mayores.

En uno de los casos, donde un anciano es inquilino, por varios años tuvo que soportar vivir al lado de un terreno baldío, donde, de forma constante, se realizaba la quema de basura. Pese a los reclamos, ni la Defensoría ubicada en la avenida Juan Pablo II atendió el caso solicitando que las personas de la tercera edad vuelvan dentro de dos semanas, por proceso de cambio de personal.

Para Jorge, otro adulto mayor, las personas de la tercera edad continúan desamparadas, por lo que plantean que el Gobierno y las instancias de Derechos Humanos o la Defensoría del Pueblo debieran presentar proyectos en favor de una vivienda destinada para el anciano desamparado, con el propósito de evitar que continúen en las calles pidiendo limosna y soportando las inclemencias del tiempo.

Las personas de la tercera edad que no tienen una fuente de empleo, como consecuencia de la edad, presentan el desgaste de los sentidos y la falta de apoyo en los centros de salud. En muchos de los casos, estas personas deben depender de la limosna, como único ingreso, mientras continúan esperando el cumplimiento de las promesas dadas a conocer por parte de las actuales autoridades del Municipio.

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