jueves, 21 de julio de 2016

Terapia parental, nunca dejamos de ser padres, la crianza es de por vida



El psicólogo Francisco Cortés Abad, especialista en Terapia Humanista–Transpersonal y coaching ejecutivo, sostiene que la crianza de los hijos es una lucha constante en la que los padres deben luchar y persistir porque su hijo tenga una vida mejor, adquiera valores, inteligencia social y emocional.

Actualmente, como terapeuta de Propium y junto a el equipo, aborda problemas infanto-juveniles, psicopatologías complejas como bipolaridad, ansiedad crónica, esquizofrenia, depresión y trastornos de personalidad, así como problemáticas de violencia intrafamiliar, alcohol y drogas, duelos patológicos, abuso sexual y maltrato. A continuación va una entrevista con el especialista que actualmente da un taller de habilidades parentales.

-- ¿En qué consiste ser buen padre?

-- Es difícil para una persona transmitir valores de vida cuando se ha tenido una experiencia de vida muy dura y cruda. Por lo general, nunca estamos conformes con los modelos de padre que hemos recibido y en gran parte se debe a que a ninguno de nosotros nos enseñan cómo ser padres. No basta con desear romper un patrón o decir que sabes que tuviste una experiencia muy terrible, sino más bien, tener la convicción y voluntad para abrirte y verte por dentro. Conocer tu lado oscuro: temores, miedos, vergüenzas, debilidades, ver tu ego reconocerlo y aceptarlo como parte de ti. Sucede por ejemplo que las madres sienten envidia y resentimiento por el prometedor futuro que parece abrirse ante sus hijas. Por otro lado, también existen algunos padres que a veces el desear algo mucho les causa dolor, mientras más una persona desee algo, ésta tenderá a sufrir.

Por otro lado, existe información transgeneracional que influye sobre nosotros y de esto no estamos en conocimiento, por ende tampoco hacemos conciencia, si una persona niega su pasado, su historia de vida y su historia familiar, más obstaculizado se colocará su camino.

La crianza es una lucha constante en la que uno como padre debe persistir y seguir luchando porque tu hijo tenga una vida mejor, adquiera valores, inteligencia social y emocional. Buen padre es enfocarse en las cosas que quieres enseñarle a tus hijos y visualizarlo como quieres que sea cuando sea adulto, en virtud del ser que se está desarrollando. Es una enorme oportunidad de aprendizaje, si percibimos el mundo como un todo, que todos somos uno, sentir que me responsabilizo con esa intención y canalizo mi voluntad para ayudar al otro.

-- ¿Cómo no contaminar la vida de tus hijos?

-- No contaminar… no creo que se pueda hablar de no contaminar, estamos constantemente botando toxinas y desquitándonos de las peores formas. Si nos ponemos a pensar en el plan de no contaminar, sería algo muy parecido a lo que hacemos con el medio ambiente. La idea es generar conciencia, por lo tanto, lo importante es estar consciente de lo que les estamos transmitiendo a nuestros hijos y no decir lo primero que se nos ocurra. Estar consciente de que nuestras palabras hieren y marcan no tan solo en el otro, sino que también en alguna parte de nuestro ser, estar consciente de nuestros actos y ser responsable de lo que cargamos.

En nuestro espacio PROPIUM, existen talleres permanentes que facilitan al manejo de emociones negativas, expresión corporal, como también realizamos terapias individuales, grupales, terapia de pareja y problemáticas en torno a la elaboración de duelos, intervención en crisis, manejo de estrés, inteligencia emocional, autoconcepto y autoestima, trastornos alimentarios y depresiones.

-- ¿En qué consiste la terapia para tratar problemas parentales?

El Taller de Habilidades Parentales tiene como fin que los padres o adultos significativos (quienes se encargan de criar) puedan obtener conocimientos acerca de lo que significa ser un adulto responsable e integren en la práctica competencias parentales. No se trata de un taller donde puedan darse únicamente ciertas recetas para cómo tratar a sus hijos, sino más bien enseñarles a los adultos a mirarse al espejo, ver sus propias falencias para luego integrarlas. Algo así como integrar partes que permanecen ocultas de la conciencia. El taller es una invitación a que los adultos aprendan a observarse más a sí mismo, detenerse en los miedos, resistencias, culpas, rencores, etc. y llegar al punto donde tomen conciencia de cómo estos problemas que son personales afectan a sus seres queridos, en este caso, sus hijos.

-- ¿Es larga o corta? ¿Qué tipo de problemas se pueden resolver y qué requisitos debe cumplir un paciente o la persona que hace la terapia.

-- Tiene como duración ocho sesiones. Se abordan temas relacionados a: Derechos y deberes de la niñez, influencia de los adultos sobre la niñez, estilos de crianza, comunicación, empatía, límites, resolución de conflictos, conexión con el niño interior, manejo de emociones y expresión. Como requisito, diría que es fundamental que la persona que acuda al taller se plantee un objetivo, que tenga una motivación de cambio. Por ejemplo, que tenga la voluntad de querer aprender sobre los errores que está cometiendo, como también conectarse con sus molestias para tener un mejor punto de vista sobre sí mismo. Principalmente que no espere milagros, todos los procesos de cambio requieren perseverancia y compromiso. La crianza dura toda la vida, uno no deja de ser padre o madre. En las sesiones resulta necesario que las personas expongan su problemática para ir evaluando cuales son los obstáculos que se presentan.

Tomar en cuenta que seguro surgen temáticas donde se necesite profundizar y sería prudente considerar que en nuestro centro PROPIUM existen otros profesionales que también pueden tomar tu caso en sesiones individuales.

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