jueves, 26 de mayo de 2016

Niños aceptan mejor los remedios si ven confianza

En una batalla y dolor de cabeza es en lo que se puede convertir la administración de medicamentos a niños sobre todo en el caso de los padres primerizos. Los recién nacidos y niños hasta los tres años son los más difíciles de tratar a la hora de cumplir con un tratamiento.

Que los acepten y digieran es una tarea que depende sobre todo de los padres, indica la pediatra de la Caja Nacional de Salud Sonia Gómez.

La especialista asegura que los niños perciben la confianza que tienen los padres en el medicamento, por lo que el primer paso deberá ser demostrarle al niño que están seguros del medicamento que le están dando.

“Si el padre siente el rechazo, el niño también lo va a rechazar”, menciona.

Uno de los factores a tomar en cuenta es que los niños en su condición de enfermos también ponen resistencia al medicamento.

Una de las formas de exteriorizar sus molestias es rechazando de manera sistemática cualquier cosa que se le ofrezca, es por eso que los padres deben tener mucha paciencia a la hora de la administración del medicamento.

Gómez recuerda la táctica de una madre de uno de sus pacientes que aprendió a moler las tabletas y mezclarlas en la mermelada dentro del pan para su niño de tres años.

Indica que como esta estrategia muchas madres deben ingeniárselas para que los niños ingieran el remedio que los curara de alguna enfermedad. Uno de sus principales consejos es no utilizar lácteos o leche para dar el medicamento ya que este alimento en algunos casos inhibe la eficacia de los fármacos.

Administrar los medicamentos en estómago lleno, ya sea en niños o adultos es una regla para la pediatra que señala que algunos fármacos pueden dañar el estómago y para evitarlo es mejor ingerirlos sobre comidas.

Si se tienen algunas dudas sobre la administración, lo mejor es consultar al pediatra la forma en la que se lo puede dar, aunque en los últimos años han aparecido en el mercado fármacos de sabores que han sido aceptados de mejor forma por los niños.

Otro de los datos importantes a tomar en cuenta al momento de la administración es la dosis. Los padres deben estar conscientes que de la forma en la que se administren se debe asegurar que el niño tome lo recomendado por el médico, en caso de rechazo de muchas de las dosis se debe analizar el cambio del medicamento o su presentación.
Datos para tomar en cuenta

Alimentos

Una de las formas más recomendables es administrar los medicamentos dentro de las comidas.

Algunas pastillas pueden ser molidas y mezcladas con alimentos sólidos, papillas o bebidas.

La pediatra Sonia Gómez indica que esta es una de las formas en las que los niños perciben menos el sabor de los fármacos, por lo tanto los ingieren sin ningún problema. También es recomendable que antes de administrar cualquier medicamento, los niños hayan consumido algún alimento para evitar irritaciones y daños estomacales.

Sabores

Actualmente muchos medicamentos para niños son fabricados con sabores de frutas o chocolate para evitar que sean rechazados.

Tanto las tabletas como los jarabes tienen distintos sabores.

Sin embargo, la pediatra de la Caja Nacional de Salud Sonia Gómez manifiesta que no siempre los niños reciben de buena forma estos medicamentos, esto porque no les agradan los sabores de frutas o porque el sabor del azúcar es muy fuerte.

Jeringas

El uso de las jeringas es lo ideal en el caso de la administración de jarabes para los más pequeños.

Su uso ya es común en muchos países precisamente porque es más efectiva la administración de la dosis y se evita que el producto se termine derramando cuando el niño lo rechaza.

Algunos fármacos ya incluyen la jeringa para la administración, pero no está demás contar con este elemento en la casa como una alternativa al uso de la tradicional cucharilla, con la que se corre más riesgos de rechazo.

Tiempos

Una de las estrategias para la administración de medicamentos en el caso de que estos sean más de uno es poner un espacio entre uno y otro, recomienda la pediatra de la Caja Nacional de Salud Sonia Gómez.

En el caso de que el niño rechace el medicamento, lo más aconsejable es intentar solamente una segunda vez en el mismo momento, caso contrario se puede saltar esa dosis hasta la próxima.

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