jueves, 23 de julio de 2015

La perjudicial fobia escolar

La fobia escolar consiste en una fuerte angustia que siente el alumno cuando llega el momento de ir a la escuela. Se acompaña de diversos síntomas físicos y emocionales como crisis de ansiedad, ataques de pánico, llantos, palpitaciones cardíacas y dolores abdominales. Además de náuseas, vómitos, diarreas, cefaleas, respiración acelerada e insomnio. Por lo tanto, es un trastorno severo que debe ser diferenciado de los caprichos de los niños que no quieren ir a la escuela porque desean efectuar actividades más divertidas. De hecho, la fobia escolar provoca un malestar profundo en el pequeño y puede ocasionarle complicaciones severas (depresión, estrés crónico y desarrollo de distintas enfermedades) cuando no recibe atención y acompañamiento por parte de sus padres, profesores y profesionales. Para lograr tratar la fobia escolar, es necesario entender sus causantes y brindar al infante una ayuda adaptada a su situación.
LOS FACTORES DE

ESTE TRASTORNO
Ansiedad

de Separación

La ansiedad de separación es un proceso común en los bebés de 6 meses de edad, el cual se integra en su desarrollo evolutivo. Consiste en una angustia que percibe el niño cuando se tiene que separar de sus padres, ya que se siente vulnerable frente a eventuales peligros externos. Sin embargo, se convierte en un trastorno cuando persiste en el tiempo. En este caso, suele asociarse a la fobia escolar y acompañarse de un deterioro académico o social. Es necesario actuar rápidamente para evitar que la situación empeore.
FOBIA SOCIAL

Es un trastorno en el cual los sentimientos de timidez e inhibición del niño se transforman en un poderoso miedo. Por lo tanto, se siente incómodo en situaciones sociales cotidianas y este temor se convierte en fobia escolar. Suele acompañarse de pulsaciones cardíacas y respiración acelerada cuando el niño tiene que ir a la escuela. Aunque es una reacción de miedo que no se relaciona con un peligro real, no se debe subestimarla.
RENDIMIENTO

ACADÉMICO

Algunos niños se preocupan en exceso por tener un buen rendimiento académico, lo que les provoca fobia escolar y tienen temor en el momento de ir a la escuela. Es este caso, es importante detectar si los padres presionan a su hijo para que obtenga buenos resultados o si es el menor que está demasiado exigente con su propio rendimiento. Es necesario analizar las metas y los resultados del pequeño para encontrar una solución.
APRENDIZAJE

La fobia escolar puede resultar de dificultades de aprendizaje, las cuales no han sido detectadas en el menor. En este caso, el niño no logra seguir el ritmo académico y se siente perdido. Generalmente, los padres suelen castigarlo por sus malos resultados, sin darse cuenta que su hijo presenta problemas que pueden ser serios (dislexia, disortografía, discalculia, entre otros). Es fundamental acudir a un profesional (psicólogo escolar) si los síntomas de fobia escolar se acompañan de notas bajas.
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