jueves, 9 de abril de 2015

¿Tu hijo tiene dos amores?



Como gran logro, tu hijo o tu hija adolescente se pavonea ante sus amigos de que está saliendo con dos personas a la vez sin que se le descubra. Si te enteras de esto, o te lo hace saber, debes hacerle entender con mucho tino que eso no está bien, pues demuestra que no tiene respeto ni siente estima por alguien que sí le da la confianza para ser su pareja.

Suele ocurrir que a esa edad —entre los 13 y 16, aunque no es una norma— los jóvenes estén ensayando un proceso relacional afectivo, aprendiendo lo que es dar y recibir afecto y tiendan a no ser estables.

Muchas veces, los adolescentes prueban con alguien que no logra cubrir sus expectativas, pero su inexperiencia hace que continúen con esa relación por pena o miedo e inician otra paralela que puede gustarles y viven un conflicto amoroso innecesario hasta que en algún momento se descubre este triángulo que puede terminar lastimando a todos.

Si la relación con dos personas a la vez se extiende por mucho tiempo (un mes o más), los papás deben intervenir sin necesidad de acusarlos ni criticarlos. “Lo mejor es pedirles que se pongan en el lugar de la otra persona para que valoren cómo se sentirían si fueran engañados”, aconseja el psicólogo Carlos Velásquez.

Para su colega Mónica Soliz, el ejemplo que los padres puedan dar es muy importante para que los hijos actúen igual. “Si ellos tienen bases firmes no se les pasará por la mente aceptar a una segunda persona, teniendo en sus vidas a otra. Tendrán que elegir cuál es la que les hace sentir mejor para quedarse con ella”, comenta la experta. Agrega que por lo general, a esa edad las relaciones suelen ser esporádicas, muy rápidas y conocidas por ellos como “prendes”. Sin embargo, es bueno reforzar su formación siempre basados en valores para que cuando decidan formalizar con alguien tengan en cuenta que prima la fidelidad.

Velásquez coincide en que como están empezando algo nuevo, muchas veces, pese a tener afecto con una persona, sienten que no es suficiente y buscan a alguien que complete esa carencia, buscan que uno tenga lo que al otro le falta.

Todo comienza en casa. No es raro escuchar a algún papá decir que si su hija o hijo tiene dos amores será más fácil que no se enamore. “Eso es mentirse a sí mismo, porque si tiene que enamorarse pasará de cualquier manera y no hay nada de malo en que esto ocurra; lo que interesa es que cuando pase, aprenda a manejar esa situación de forma adecuada”, subraya Velásquez.

Respeto

Enseña a tus hijos a respetar a la otra persona siendo fiel. No olvides que son como esponjas que lo absorben todo.

Valores

La fidelidad es la lealtad hacia una persona y es una virtud muy importante que debes cultivar en tu hijo desde la niñez.

Ejemplo

Si existen casos de infidelidad en la familia, resultará contradictorio decirle una cosa y actuar de forma diferente.

Fuentes: Carlos Velásquez y Mónica Soliz. psicólogos.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario