lunes, 13 de abril de 2015

Terapeuta de familia Ana Carola Rojo: “Ayudar a madurar es la mejor educación”

El fallecimiento de una joven a raíz de un accidente de tránsito provocado por un adolescente que conducía en estado de ebriedad, pone en el tapete de la discusión los límites referidos a la educación de los hijos. La sicóloga clínica Ana Carola Rojo de Pfeiffer habla de la crisis de autoridad de los padres y cómo dejar de cometer errores en la crianza.

¿Cuáles son los factores que generan la crisis de autoridad de los padres de hoy en día?
El modelo de autoridad basado en la jerarquía del adulto ha entrado en crisis. Los chicos de ahora manejan la tecnología mejor que sus padres y resulta que los niños nos enseñan cómo usar una aplicación de smartphone y resuelven nuestros problemas con la ‘compu’, eso ha invertido las jerarquías y ha dado lugar a la generación de la ‘simetría inconsciente’ (Claudia Messing).

Otro factor está relacionado con la culpabilidad de los padres, que debemos salir de casa para trabajar y luego sentimos la necesidad de reparar la ausencia haciendo todo lo que los pequeños ordenan: ¿qué comemos?, ¿dónde vamos?... esas decisiones las dejamos en sus manos. A los padres nos cuesta mucho envejecer, visualmente una mamá y una hija pueden verse muy parecidas en su look, esto también influye en la simetría. Por eso el modelo de jerarquía vertical entra en crisis, hay que replantear un nuevo paradigma.

¿Por qué los adolescentes dejan de hablar con sus padres y escriben cartas para solucionar los problemas?
Los chicos de ahora son digitales, ‘verbalizan con los dedos’. La comunicación la sienten más cómoda a través de un teclado.

En realidad lo más importante es que se expresen. ¡Yo muchas veces he resuelto conflictos chateando con mis hijos adolescentes en habitaciones contiguas! No todo lo nuevo es malo, la palabra escrita se piensa dos veces y se puede borrar y releer.

¿Cómo se aplican las reglas de la casa para que sean acatadas por los hijos?
Las reglas, para ser funcionales, deben contemplar firmeza, respeto y afecto como bases de un vínculo sano.

¿Cuál es el mejor modelo para educar a los hijos?
El mejor modelo es el que los acompaña a madurar, un ser humano maduro puede, en primer lugar, atribuirse a sí mismo el resultado de lo que le pasa, sin necesidad de acusar a lo externo o a la queja.

Aun cuando las circunstancias sean azarosas, tenemos la posibilidad de elegir cómo nos tomamos lo que nos sucede. De eso se trata el libre albedrío. Por otro lado, la madurez tiene que ver con de- sarrollar el control dentro de uno mismo.

El decidir a partir de mi propia voz interna, sabiendo lo que está bien y lo que está mal, aunque mis padres no lo vean, aunque no tenga el castigo como amenaza.

El niño pequeño necesita la voz del adulto para no meter el dedo al enchufe, pero a medida que crecemos, esa voz debe instalarse en el individuo para ser su propio vigilante y experimentar la verdadera libertad.

El tercer pilar de la madurez se instaura cuando el principio de realidad (qué debo y qué tengo) está por encima del principio del placer (qué quiero). Las personas necesitamos el ejercicio de la voluntad para elegir las mejores consecuencias para nuestras vidas.

¿Cómo se debe educar a los hijos con respecto a las drogas, el sexo, el alcohol...?
Si los ayudamos a madurar (basados en los tres factores), ellos van a decidir positivamente cuando les ofrezcan alcohol o drogas... Estos ‘temas difíciles’ deben salir del clóset para ser conversados en todo momento, en la mesa, en el auto... Los chicos tienen que saber que el alcohol está prohibido a los menores de edad... Se debe educar, informar y dialogar para que ellos sepan elegir, no solo prohibir

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