jueves, 9 de abril de 2015

Cómo es la comunicación familiar poco inteligente


Los daños, dolores y sufrimientos que provoca la comunicación familiar poco inteligente son enormes aparte de los procesos de separación y de alejamiento que se van produciendo en los miembros de una familia.

La comunicación familiar poco inteligente se produce por el desconocimiento de algunos principios o leyes comunicativas y por el uso abusivo y negativo del lenguaje tanto verbal como no verbal.

La comunicación familiar debería utilizarse para hacer sentir bien a las otras personas, para tener momentos de comunicación placentera, para conseguir mejoras en la familia, para resolver los problemas familiares y en definitiva, para escribir la historia de vida que estamos obligados a vivir.

Toda comunicación familiar debería tener siempre un objetivo claro y definido; se debe definir siempre cuál es el objetivo que persigue en cada momento comunicativo; si no se define el objetivo, la comunicación se envilece y se degenera, se transforma en una comunicación negativa, destructiva y autodestructiva.

La carencia de momentos de comunicación sincera caracteriza a las personas que ignoran las leyes o principios básicos de la comunicación familiar: El primer principio básico de la comunicación familiar es el siguiente: “Decidir la verdad que quiere comunicar, el entendimiento que quiere conseguir, la distancia que quiere suprimir y el sentimiento que quiere comunicar”.

Es necesario conocer este principio y profundizar en su entendimiento y comprensión para aprender a definir cuál es el éxito que queremos lograr con nuestra comunicación.

Pues si definimos y conocemos el éxito que queremos lograr con nuestra comunicación, tendremos prácticamente la mitad del problema resuelto: Nuestra comunicación dejará de ser inconsciente, irresponsable y reactiva y se irá volviendo una comunicación pensada conscientemente y con el corazón, cuyo propósito debería ser escribir la historia de nuestra persona y de nuestra familia en términos de inteligencia constructiva para dejar de escribir nuestra historia negativa donde nos vamos llenando de resentimientos, de rencores y produciendo más de lo que nos hace tanto daño: pensar, actuar y comunicar de manera negativa, rencorosa y, sobre todo, de manera envidiosa. Y no se preocupe, si su comunicación tuvo alguna de esas características negativas; hoy, ahora comience a definir su objetivo comunicativo y toda la historia mala irá quedando en el pasado, tal como debe ser.

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