jueves, 19 de marzo de 2015

¿Por qué los niños no hablan de amor?



Al jugar, niños y niñas están expuestos a tendencias muy distintas. Por ejemplo, a ellas se les enseña a aspirar a ser la princesa de los cuentos, esa que debe ser buena y sumisa hasta que en un futuro sea rescatada por un príncipe y la despose. A él, en cambio, se le habla de autos, superhéroes y aventuras. ¿Por qué el amor y el matrimonio solo forman parte de los juegos femeninos?

La educación tiene mucho que ver con lo cultural: el hombre fuerte y proveedor ante la mujer débil y sensible. “Las niñas crecen esperando esa idea machista de pareja: el que la cuida, el que la protege y provee todo en el hogar, es una idealización”, explica la psicóloga Pilar Manríquez.

Las niñas y los niños, a través del juego, son dirigidos hacia diferentes roles, considerándose inferior la expresión de sentimientos ante la idea de éxito cuando se habla de varones. “Es así que una mujercita que diga que no quiere casarse sino dedicarse a las carreras de automóviles causará el mismo impacto negativo que el varoncito que exprese que su mayor aspiración es casarse”, expone la psicóloga Susana Cortez.

Lamentablemente, la primera instancia en la que se reprimen los sentimientos de los muchachos es en la familia. A veces los padres ven como señal de debilidad que un niño sea muy apegado a su madre y lo orillan a practicar juegos que implican violencia. “Varios hombres —debido a que así han sido criados— relacionan equivocadamente la violencia con la hombría. Por eso sus hijos no deben llorar, deben saber defenderse a los puños, jugar con pistolas y solucionar los problemas a golpes. En cambio, si el pequeño muestra compasión, vocación de servicio y gusto por ayudar en casa, está demostrando un carácter ‘peligrosamente femenino’, señal del fracaso en su vida de adulto”, ejemplifica Cortez.

Esas ideas erradas hacen que padres y madres repriman la vocación sentimental, estética y de servicio en los varones. “Muchas madres crían a los hijos como reyes de la casa por el solo hecho de ser ‘machos’ y luego se sorprenden de que de adultos se muestren insensibles y crueles con sus parejas”, agrega.

Por esto es muy importante que la familia siempre exprese amor, tanto al niño varón como a la mujer, para que quede claro que esto no es un signo de debilidad, al contrario, que es un valor primordial para ser felices.

Los especialistas concuerdan en que también hay que enseñarle a los chicos a expresar el amor y el dolor; nunca callarlo con un “eres macho”. En contraparte, en las niñas también se debe inculcar el valor de la valentía y demostrarles que pueden superar obstáculos por sí mismas. Esto ayudará a los niños a buscar una pareja acorde a su educación, donde prime el respeto y el amor.

El psicólogo Juan José Vargas explica que si el niño ha tenido todo de pequeño y no ha tenido que esforzarse para nada, va a reproducir el mismo patrón en su relación de pareja: va a querer recibir todo y no dar nada. Cuando una mujer ha sufrido mucho de pequeña, ha tenido que trabajar y pasar muchas situaciones duras, con encontrar un hombre que la quiera va a ser suficiente, y eso puede crear una dependencia. “Por eso hay que tener mucho cuidado en la crianza de los niños”, advierte.

Crianza

Si los padres respetan y crían con amor a los hijos, los hijos al crecer serán fuertes y siempre buscarán y darán respeto y amor.

Compartir

Lograr empatía con los niños, decirles ‘te amo’ y compartir actividades con ellos ayuda a valorar mejor los sentimientos.

Aceptación

Los niños deben saber aceptarse como son aprender que los demás tienen su propia individualidad. Eso les ayudará más adelante en el amor.

Paternidad

No te espantes si ves a tu hijo jugando a que le da de comer a un muñeco. Más bien, apóyalo y pregúntale si le gustaría ser papá, qué cosas cree que debe hacer un buen papá.

Fuente: Pilar Manríquez, psicóloga (73262228); Juan José Vargas, psicólogo (72505966) y Susana Cortez, psicóloga.


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