Complejos físicos. Este es el que más se presenta en los adolescentes, debido a que en esta etapa está en busca de su identidad y adquiere un "yo ideal", que está alejado de su "yo real", "está alejado de lo que expresa la televisión o su entorno". Por ello, se siente mal con su estatura, con el acné, por su nariz y por su peso, entre otros aspectos, que lo pueden llevar a trastornos de la alimentación, indicó el psicólogo, Eduardo Sánchez.
Complejo intelectual. Los complejos muchas veces se inician en la familia, con las comparaciones que realizan los padres entre hermanos o hacia otras personas, "ellos piensan que no pueden realizar algunas cosas, talvez porque le dijeron que era tonto o hasta el momento no ha tenido un buen rendimiento escolar", asimismo, mencionó que una manera de que el adolescente pueda enfrentarlo es realizando una autorreflexión para que pueda conocer su potencial, explicó Sánchez.
Complejo de inferioridad. Cuando el muchacho se siente minimizado ante los demás. También existen adolescentes que tienen complejo de superioridad, es decir, se creen perfectos, poderosos y minimizan a los demás, pero detrás de esta máscara, ellos se sienten inferiores, aseveró Sánchez.
Complejo social. El psicólogo, Christian Andre mencionó que algunos se aíslan, sienten rechazo por sus pares del sexo opuesto, por lo que tienen temor a salir de casa, "todo esto está relacionado con su autoestima", acotó.
¿Qué hacer? El especialista enfatizó que los padres tienen que saber expresar las fortalezas y debilidades de sus hijos, porque los adolescentes necesitan reconocer sus errores y debilidades, pero deben enfatizar siempre sus cualidades. Además, deben darles la seguridad para que ellos puedan hacer las cosas por sí mismos, no hacerlos dependientes de los padres, sino independientes.
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