jueves, 15 de enero de 2015

Relaciones padres e hijos en situaciones complicadas

La paternidad es una etapa en la cual los vínculos pueden ser difíciles en ciertos momentos debido a las circunstancias vividas en el núcleo familiar. Es necesario apoyar a los pequeños para limitar consecuencias psicológicas y emocionales.
CONSECUENCIAs de la sEPARACIÓN PARENTAL

La separación de los padres afecta a sus hijos, ya que existe una alteración de la homeostasis familiar, es decir, el equilibrio dentro de la familia. Sin embargo, las reacciones de los niños varían según su edad. También dependen de la repartición de los roles con los papás y la presencia del conflicto dentro de la pareja.

PSICOLOGÍA

Los pequeños que provienen de una familia separada suelen ser más perturbados y agresivos. Estos problemas de carácter son mayormente intensos cuando existen muchos conflictos entre los padres. Por otro lado, los menores pueden considerarse responsables de la separación de sus papás y sentir culpabilidad o vergüenza. De esta manera, se recomienda realizar una terapia familiar para aminorar las consecuencias psicológicas en el futuro. Asimismo, la pareja debe intentar separarse en buenos términos y evitar las discusiones.

ESCUELA

Al contrario de lo comúnmente pensado, los niños que tienen padres separados no presentan mayores dificultades escolares que sus compañeros. Sin embargo, algunos pequeños sufren trastornos comportamentales en la escuela como agresividad, irritabilidad, problemas de concentración o impaciencia, mientras que otros quieren escaparse de las tensiones vividas en casa para comportarse como alumnos ejemplares. En estos dos casos, es necesario proveer al menor un apoyo psicológico para que pueda seguir su escolarización de manera adecuada.

RELACIÓN

CONYUGAL

Algunos padres tienen una relación agresiva entre ellos en el momento de la separación, la cual influye sobre el comportamiento del niño. Toma en cuenta que si los papás tienen conflictos perpetuos, el pequeño presenta mayores probabilidades de adoptar conductas violentas, huir de la casa y sufrir problemas sociales con su entorno. La pareja debe pensar en el bienestar de su hijo e intentar separarse sin peleas. También es esencial que no incluya al menor en sus discusiones. Asimismo, se deben respetar los roles de cada uno de los padres y explicar al niño que la separación no es causada por él.

MUDANZA

El bienestar emocional del niño puede ser perturbado por una eventual mudanza. Para el pequeño, la separación entre sus padres suele ser muy difícil de aceptar. Si además tiene que alejarse de sus amigos y vivir en una nueva casa, puede tener muchas dificultades para encontrar su lugar en esta vida tan diferente. Por lo tanto, los padres deben tratar de no efectuar muchos cambios al mismo tiempo y siempre conversar con su hijo para mantenerlo al tanto de lo que está pasando. También pueden recurrir a un profesional como ser un psicólogo, por ejemplo.

CONSEJOS PARA LOS CASOS MONOPARENTALES

Estos últimos años, se ha incrementado la cantidad de familias monoparentales en las cuales es difícil encontrar un equilibrio emocional, financiero y afectivo para que el niño crezca de manera óptima.

UNA FIGURA PARENTAL

El niño necesita dos modelos parentales para formarse, ya que cada uno de los padres tiene una relación diferente con su hijo y un impacto singular. Sin embargo, algunas familias deben funcionar con un solo papá o mamá. Se recomienda hablar con el pequeño de la persona ausente sin criticarla. También se sugiere evitar tener un vínculo demasiado fusionista, ya que el menor requiere una autoridad para poder desarrollarse. No debes dudar en pedir consejos a tu entorno o a un profesional.

DINeRO

Uno de los principales problemas de las familias monoparentales son los aportes financieros. Además de criar a su hijo, el padre o madre debe enfrentarse a numerosos gastos y tiene que encontrar soluciones para estar presente con el menor y lograr trabajar al mismo tiempo. Se recomienda intentar ahorrar dinero, efectuar una programación de la semana, preparar la comida y congelarla para reducir las cuentas. También puedes pedir sugerencias a un abogado para conocer tus derechos y acudir a tu entorno con el fin de recibir ayuda. Es de suma importancia que los pequeños no sufran de las tensiones que ocasiona este estilo de vida.

FALLECIMIENTO

En caso de fallecimiento del padre o de la madre, es primordial hablar con el pequeño y contestar a sus preguntas. No dudes en mostrarle fotos si es que lo pide. Los niños que viven en una familia monoparental debido a la muerte de su papá o mamá suelen ser más frágiles y pueden presentar problemas comportamentales y escolares. Si notas que tienes dificultades para criar a tu hijo, debes pedir la ayuda de un profesional y empezar una terapia con el menor. También es esencial que aproveches de tu entorno para no sentirte solo.

SENTIMIENTOS

Generalmente, los niños que provienen de familias monoparentales no son más frágiles que otros pequeños. Pero suelen sentir tristeza, culpabilidad, confusión, ansiedad y a veces ira. Por esta razón, es necesario que el padre o la madre se comunique con su hijo para que se pueda expresar. No dudes en jugar con él o acudir a un psicólogo para recibir asistencia, particularmente cuando se aísla y busca mayor autonomía.

Para leer en profundidad

FAMILIAS RECOMPUESTAS

Las familias recompuestas consisten en aquellas que nacen de la unión de dos personas, las cuales aportan a la relación hijos de anteriores parejas. Luego de una separación, muchos hombres y mujeres aspiran a recomponer una familia, pero no es fácil para concretizarla, ya que diversas dificultades aparecen hasta obtener nuevamente equilibrio y armonía.

En primer lugar, se debe destacar que los niños quieren recibir amor de sus dos padres biológicos, a pesar de que no comparten su vida con uno de ellos. Por lo tanto, es común que no acepten iniciar una relación con el nuevo cónyuge para no traicionar a su papá o mamá. Además, pueden imaginarse que si se llevan bien con su padrastro o madrastra, esto significa que quieren menos a su padre o madre ausente. Para protegerse de esta situación, el pequeño suele desarrollar estrategias para rechazar al nuevo integrante de la familia, las cuales incluyen agresividad e indiferencia.

Por otro lado, existen problemas para conciliar la educación de los niños en la familia recompuesta, ya que es común observar un trato desigual hacia los diferentes hijos. De esta manera, puede ser necesario acudir a un profesional y realizar terapias familiares. Esto permite limitar los conflictos y las consecuencias psicológicas sobre los menores, las cuales pueden manifestarse en la casa, pero también en la escuela.

El lugar del niño en la pareja y familia

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Gabriela Villarroel

Psicoanalista

Posgrado en Psicoanálisis en el Instituto Clínico

de Buenos Aires (ICdeBA)

Investigación y Docencia en Autismo y Psicosis

Infantil en Buenos Aires - Argentina

Para poder llegar a determinar el lugar del niño dentro de la pareja y familia, es importante mencionar que lo que consolida al núcleo familiar es el deseo y el cuidado de un hijo. Por lo tanto, cuando los padres se separan o uno de ellos no está presente, solo por mencionar algunos ejemplos, se generan muchas dudas sobre el efecto que esto puede traer para los hijos.

Es así que uno puede preguntarse si existe la posibilidad que la madre cumpla las funciones paternas cuando el padre no está presente y viceversa. Asimismo, ciertas personas tienen dudas sobre cómo opera el papá en su papel cuando no vive con sus hijos o no logra aportar a su mantenimiento. Obviamente, estas interrogantes pueden multiplicarse.

Para despejar dichas preguntas, es de suma importancia aclarar que tanto el padre como la madre son lugares que cumplen ciertas funciones. Esto quiere decir que no se trata solamente de que satisfagan las necesidades del niño, sino que ocupar el papel de mamá implica acoger a su hijo en un “deseo no anónimo” y por ende particularizado. Asimismo, el que atiende el puesto de papá debe articular la ley con el deseo, es decir que la búsqueda de satisfacción esté encausada y regulada. De esta manera, los que se apropian de brindar estas funciones no deben ser obligatoriamente los padres biológicos, pero tienen que ser ejecutadas para que el menor posea un lugar de sujeto en la familia.

Considerar el lugar del niño dentro de la relación conyugal es justamente que sea un sujeto más allá de la pareja y que las problemáticas de los cónyuges no se mezclen con las del pequeño. Muchas veces sucede que los padres resaltan sus propios enojos y necesidades en nombre del menor. También pueden considerar que si no fueron una buena pareja para sus hijos, no podrán asumir la función de papá o mamá sin tomar en cuenta que quién reconoce a una persona en dichos lugares es el niño. Por ejemplo, atribuir a la abuela en la función materna y no a la madre biológica puede observarse en el discurso del infante.

El Psicoanálisis de Orientación Lacaniana le da al menor un espacio de escucha que permite el despliegue de su subjetividad, lo que lo separa de las problemáticas familiares y contribuye a construir su “fórmula”, es decir, su saber hacer con la familia que le tocó, las coordenadas sociales, culturales, así como las presencias y ausencias.



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