jueves, 22 de enero de 2015

Mi esposo se quedó sin empleo



Cuando tu pareja se queda sin trabajo y la búsqueda de uno nuevo se alarga sin ningún resultado, es necesario que encuentres la forma de apoyarle sin hacerle sentir que se convirtió en una carga para la familia y que no sirve para nada.

Este tipo de soporte es especialmente importante si el afectado es el varón. “En Bolivia todavía vivimos en una sociedad machista en la cual la percepción general es que es responsabilidad del marido mantener a su familia, por lo que la pérdida del trabajo es castrante”, explica la psicóloga Alhena Alfaro.

Esta percepción no solo se limita a la imagen que el marido tiene de sí mismo, sino que también entra en juego la sociedad que, según la también psicóloga Lucrecia Pastor, ejerce una presión considerable sobre los varones, al recordarles los roles tradicionales que tiene su género al formar una familia.

“Hay que tener en cuenta que, incluso en el caso de renuncia, el quedarse sin trabajo no es algo para lo que alguien realmente se prepara. Siempre queda la esperanza de encontrar ‘algo rápido’ y cuando esto no se da, el impacto psicológico es muy fuerte”, agrega Pastor.

Manteniendo la paz

Ambas psicólogas advierten que no hay un escenario fijo para las reacciones de la pareja, ya que éstas dependen de muchos factores, entre los que destacan el “acuerdo” matrimonial al que ambos hubieran llegado, si la pérdida de trabajo fue prevista y consensuada, si la mujer tiene ingresos y la cantidad de ellos.

Sin embargo, hay acciones generales que ayudan a mantener la salud de la relación y de los miembros del matrimonio en estas circunstancias.En el caso del hombre, particularmente, Alfaro asegura que es importante que se sienta productivo y que la mujer no dé a entender que es una carga para ella o, peor aún, que es inútil y no aporta en nada.

La psicóloga indica que “si la persona ya está deprimida por su cesantía y encima le dan a entender que no ayuda en nada, eso puede derivar en una depresión profunda y generar tensiones entre la pareja que pueden llevar a la ruptura definitiva de la relación”.

O situaciones aún peores, dependiendo de la educación del varón. Si éste viene de un trasfondo machista, puede recurrir a la violencia intrafamiliar en un esfuerzo de “desquitarse” de la situación en su pareja, agrega Alfaro.

Es por ello que las expertas recomiendan la conversación y planificación constante. La esposa debe apoyar a su compañero, pero al mismo tiempo ambos deben tomar decisiones sobre la situación.

Pastor también advierte que el afectado tiene que poner mucho de su parte, no dependiendo exclusivamente del apoyo de su cónyuge. “No es solo decir ‘no tengo trabajo, estoy esperando respuesta, por lo que no hago nada’. Él tiene que mantenerse activo, ya sea moviéndose buscando un nuevo empleo, colaborando en las tareas de la casa y ayudando con los hijos”, expresa.

Para las especialistas es esencial que las acciones se definan en consenso y definiendo claramente cuáles son las líneas que la pareja seguirá en estos casos o en los que la mujer es la que soporta económicamente a la familia.

Si ésta es la situación de la familia, ya sea porque ella gana más y tiene un mejor trabajo o porque él hace actividades de poca remuneración, hay que tomar en cuenta que el varón puede ser un objeto de burla por parte de la sociedad machista, o de la familia de ella. Hay que conversar la situación y planificar las respuestas ante los curiosos de forma conjunta.

Planes

Las decisiones laborales deben, siempre, discutirse en pareja. Si uno de los cónyuges deja el trabajo voluntariamente sin previa discusión, eso crea fisuras en la relación.

Fotos: wordpress.com. Fuentes: psicólogas Lucrecia Pastor (70526156) y Alhena Alfaro (70674917).

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