jueves, 22 de enero de 2015

Logra administrar medicinas a tu hijo

Los niños no entienden la necesidad de tomar medicamentos. Además, la mayoría de ellos tienen miedo a las medicinas y odian su sabor. Por lo tanto, los padres deben ser pacientes y conocer las maneras de administrar los remedios. No sirve reñirlo y castigarlo, ya que esto reforzará su rechazo.

Es fundamental explicarle que el medicamento lo va a ayudar a reducir su malestar. Debes reconfortarlo y hacerle sentir que lo apoyas. Asimismo, asegúrate que el menor no esté cansado y tenga el estómago lleno porque la fatiga y el hambre disminuyen su cooperación.

Toma en cuenta que es esencial suministrar remedios a tu hijo que hayan sido prescritos por un médico. No lo sanes con medicamentos para adultos, ya que le pueden provocar efectos secundarios nocivos y trabar su crecimiento. Para que el infante se cure, es indispensable brindarle un tratamiento eficaz y seguro.

Astucias PARA facilitar su proceso

LÍQUIDOS

Cuando el niño tiene que ingerir un medicamento líquido cuyo sabor es desagradable, puedes recurrir a diferentes estrategias para disimularlo. Ofrécele un chocolate, ya que su textura tapa las papilas de la lengua y disminuye el gusto del remedio. También puedes anestesiar ligeramente su boca, haciéndole chupar un hielo. Luego de la ingesta, dale una golosina con sabor a frutas o menta para que no tenga retornos acerbos durante el resto del día.

GOTAS

Para colocar gotas en los ojos de un pequeño, acuéstalo sobre su espalda. Abre su párpado con tu pulgar e índice y vierte el producto en la esquina interna de su ojo. Luego, aplica una compresa estéril para limpiar las eventuales lágrimas. En cuanto a las orejas, échalo de lado. Con una mano, mantén su oreja y con la otra, introduce las gotas en el conducto auditivo. Espera unos segundos antes de mover al niño para evitar que el líquido salga.

SUPOSITORIO

La eficacia de los supositorios es reconocida y extremadamente rápida. Sin embargo, la mayoría de los infantes son recalcitrantes a su uso. Para facilitar su administración, acuesta a tu hijo de espalda y levanta sus piernas. Distráelo con un juguete y avísale en el momento de introducir el medicamento. No olvides conservar el remedio en el refrigerador y mojarlo con un poco de agua para que penetre fácilmente.

COMPRIMIDOS

Suele ser muy complicado que un niño acepte ingerir un comprimido. Siéntalo y explícale que debe hacerlo rápido para que no sea desagradable. Ofrécele un vaso grande de agua o jugo de frutas. Es imprescindible evitar partir, moler o diluir el medicamento, ya que los ácidos contenidos en el estómago pueden reducir la eficacia del remedio. Además, el sabor puede ser aún más desagradable. No olvides que existen razones por las cuales los medicamentos son elaborados en comprimidos o cápsulas.


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