jueves, 15 de enero de 2015

Cuidado: ¡hormonas en el aula!



Si antes te preocupaba que no mejoren las notas de tu hija o que tu retoño se pelee mucho en clases, debes prepararte para la llegada de la pubertad, que generará cambios psicológicos y físicos en tu hijo que pueden hacerle más complicada la etapa colegial.

Ahora se fijarán en la niña más linda de la clase, o en el deportista más guapo de la escuela. Y quizá, por seguir a estos prospectos o salir entre amigos, incumplan con algunos horarios, tareas, se comporten más distraídos e incluso cambien su forma de ser contigo.

Una primera clave es la prevención. “Desde antes se deben poner reglas claras y se tiene que entablar una buena relación con nuestros hijos, intentando tener una comunicación fluida y asertiva con ellos antes de que sean adolescentes”, sugiere la psicóloga Pilar Manríquez.

Una segunda clave es la toma de conciencia de que los hijos van adquiriendo su propia personalidad e independencia. Muchos de ellos la encuentran contradiciendo y cuestionando a sus padres. “No es por malcriados, sino por diferenciarse de sus padres y de su forma de pensar. Esto no tiene que generar castigos”, agrega la psicóloga. “Además, las reglas de comportamiento deben ser claras y coherentes, de tal forma que, según su discernimiento sobre lo bueno y lo malo, el adolescente pueda decidir qué camino seguir”.

La tercera clave es recordar que fuiste adolescente. Recuerda cómo te sentías en clases, según tus características: ¿Sentías soledad? ¿Te molestaban por el tamaño de tu busto o por el cambio de tu voz? ¿Te distrajo algún enamoramiento o necesitabas encajar con algún grupo? “Todo esto te ayudará a entender qué tipo de vivencia atraviesa tu hijo. Para detectarlo, lo único que sirve es escuchar lo que dice y, sobre todo, observar lo que hace: mira si deja de comer porque siente que engorda mucho o si no quiere cambiarse de ropa porque hay incomodidad con su cuerpo”, recomienda el psicólogo Carlos Vargas.

Eso sí, no importa cuán revueltas estén sus hormonas, haz que respete la autoridad del maestro y aparece solo cuando el problema realmente no pueda ser solucionado por tu hijo, recomienda el psicólogo Marcelo Pacheco. “Ganarás su confianza con tu ejemplo y coherencia al momento de comportarse, de aplicar recompensas y castigos y de administrar el capital emocional”.

Fuente: Pilar Manríquez, psicóloga. (joapilar@hotmail.com, 73262228). Marcelo Pacheco, psicólogo (70536240) y Carlos Vargas, psicólogo.


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