jueves, 13 de noviembre de 2014

Habla con tu hijo sobre las drogas

Señales a veces imperceptibles que pueden pasar desapercibidas serán las que te darán la alarma ante el posible consumo de drogas de tu hijo.

La adolescencia es para muchos padres el periodo más difícil en la educación de los hijos ya que se deja de tener el control sobre ellos: cada vez son más autónomos e independientes y muchas veces el problema no está en cómo ayudarles, sino en qué ayudarles.

Una de las sospechas frecuentes en esta edad es saber si tu hijo consume drogas. Un buen diagnóstico te permitirá ayudarle mejor y preparar una conversación que todo padre o madre debe tener alguna vez: hablar sobre drogas con tu hijo.

Sin embargo, debes saber que muchos de los síntomas y cambios de comportamiento no tienen por qué estar relacionados con el consumo de drogas y en la mayoría de los casos son propios de la edad. Lo ideal es que analices su comportamiento y veas cuántos de estos síntomas concuerdan. Te puede resultar útil hablar con sus profesores o tutores en el colegio o con los padres de sus amigos para tener otra visión al respecto.

CAMBIOS EN EL COMPORTAMIENTO DE UN JOVEN DROGADICTO

Tal vez los síntomas más equívocos son aquellos relacionados con cambios en el comportamiento de los jóvenes, tan típicos de la edad, pero que a veces esconden algo más. Cambios de humor inesperados, cambios de amistades, pocas ganas de asistir a actividades familiares o desapego hacia miembros de la familia suelen venir casi en serie con la edad aunque es necesario que evalúes la importancia de los mismos.

Muchos síntomas de drogadicción son propios de la adolescencia

Algo más grave es que tu hijo deje de repente de cumplir con su hora de llegada a casa o sus tareas y deberes en casa o el colegio. Mucho más serio es que comience a insultar o abusar verbalmente de compañeros, amigos o familiares, así como que ofrezca excusas constantes sobre su comportamiento y le descubras mentiras sobre qué hace y a dónde va.

En estos casos lo mejor es que hables con él con firmeza, pero sin juzgarle. Su reacción será en muchos casos significativa y puede destapar otros síntomas de personalidad o de salud que delaten un consumo de drogas.

CAMBIOS EN LA PERSONALIDAD Y LA SALUD

La lista de cambios de salud y personalidad en el adolescente son los mejores síntomas que te pueden dar pistas sobre el consumo de drogas, ya que la mayoría no dejan lugar a dudas. Sin embargo, que tu hijo no los padezca tampoco quiere decir que no sea consumidor de drogas, ya que según el tipo de sustancias las reacciones en la salud y la personalidad serán distintas:

- Cambios en los patrones del sueño: se despierta a media noche, no puede dormir

- Ojos rojos e irritados con frecuencia

- Fallos en la memoria: olvida cosas de manera inexplicable

- Tos crónica

- Dolores o pinchazos en el pecho

- Fatiga o cansancio excesivo al realizar actividades normales

- Paranoia y cambios bruscos en el estado de ánimo

- Irregularidades en la menstruación en el caso de las chicas

- Dificultad o cambios en el habla

- Dificultades al caminar o sensación de mareo

- Hiperactividad anormal

En caso de que tu hijo presente algunos de estos síntomas habla con el psicólogo del colegio o convéncele para que acuda a un especialista que te ayudará a realizar un diagnóstico más preciso.

Otra señal es la presencia en casa o entre sus cosas de materiales relacionados con las drogas, desde pipas o papel para enrollar cigarillos; incienso, colonias o enjuagues bucales para camuflar los olores de las drogas; gotas para los ojos y pupilas dilatadas; hasta material que pueda servir para inhalar: esmalte de uñas, líquido corrector bolsas de papel, utensilios de limpieza.

CAMBIOS EN SUS ACTIVIDADES

Los cambios en las actividades del joven pueden ser un síntoma de drogadicción aunque, en este caso también, muchas son propias de la edad. Cambios de amistades, falta de rendimiento escolar y peores notas, desinterés en clase y falta de concentración, deberes sin hacer, se lava con menos frecuencia, pierde o gana peso con facilidad, cambio de vestuario, temas de conversación distintos con sus amistades.

En definitiva, muchas son las señales que pueden alertarnos si nuestro hijo tiene un problema con las drogas. Mi consejo es que nunca lo tomes todo al pie de la letra, ya que muchos de estos síntomas no tienen por qué significar algo grave. Pero tampoco lo tomes a la ligera, dejarlo pasar por dejadez o miedo puede ser un error imperdonable. Aunque no haya indicios, una conversación con él nunca estará por demás.

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