miércoles, 3 de septiembre de 2014

Consejos para que como padres instruyan a sus hijos a fijarse metas y conseguirlas.

Forjar un hombre o mujer exitosa en la vida no es cosa de genios y aunque no exista todavía una receta que pueda aplicarse a todos, los especialistas indican que con algunos consejos básicos en la etapa más crítica, la adolescencia, podrían ser claves para diferenciar a un triunfador del resto de los mortales. "Esto les ayuda no solo a ser mejores estudiantes e hijos, sino seres humanos, íntegros y con valores", sostuvo el psicólogo Ricardo Cantú.

Metas específicas. Para el especialista, lo primero que se debe hacer es enseñarles a fijarse metas claras. "Cuando se trata de lograr un cambio, las personas que tienen éxito son aquellas que fijan metas realistas y específicas". Por ejemplo, dele una meta tangible y que pueda alcanzar. "Reciclar todas las botellas plásticas, latas de refrescos y revistas, es una meta mucho más factible que hacer algo por el medio ambiente", explicó Cantú.

Relación tiempo - interés. A decir de la pedagoga, Rosmeri Urquizo, todo proceso de enseñanza demanda tiempo. "Probablemente serán meses los que necesite un adolescente para aprender a despertarse por sí solo y asumir que debe seguir un horario. Como hay otros que lo hacen en cuestión de días. Todo depende del interés que tenga en las actividades que vaya a realizar", apuntó.

Repetir una meta la hace rutina. Tanto Urquizo como Cantú coincidieron al afirmar que si una meta tan sencilla como lavar tu plato después de comer se hace constante, durante un determinado tiempo, llega el momento en el que no necesita ser trazada y se convierte en parte de la rutina. "Las personas exitosas empezaron con objetivos sencillos y puntuales, quizás sin importancia, pero que los disciplina", aseveró Urquizo.

Que no lo haga por otros. "Cuando se trata de una tarea que solo complace a otros, no deja ninguna enseñanza. La meta que se fijó debe involucrar emocional, intelectual y hasta espiritualmente al adolescente, de esa manera tendrá una motivación clara", señaló la profesional en pedagogía.

Caer no significa derrota. Para Cantú este tal vez es el punto más importante. "Hay que enseñarles que las dificultades no son derrotas, no son fracasos; sino retos que complican el trayecto a la meta, que lo hacen más interesante".

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