jueves, 5 de junio de 2014

Cómo detectar la conducta agresiva en los niños

La agresividad en los niños es una respuesta normal a una emoción de ira y de frustración. Forma parte del bagaje emocional con el que nacemos las personas. En cierto sentido es una conducta adaptativa y necesaria, tanto la emoción como la conducta deben ser vividas por el niño y/o niña para su aprendizaje y desarrollo. El problema surge cuando los pequeños convierten esta respuesta en un hábito

Femenina conversó con la psicóloga de Casa Luz y Esperanza, Analiz Vargas, para conocer si esta conducta es algo que se hereda o aprende, los tipos de agresividad que existen, qué factores desencadenan esta reacción en los niños, cómo se debe tratar esta situación y si existe alguna forma de prevenirla.

“La agresividad en los niños es el acto que genera emociones negativas, que se expresa en el manejo del poder, y en muchos de los casos puede tener su causa en la estructura familiar conformada, por el padre o la madre, pero cada individuo es un ente independiente y los factores que la promueven son diversos”, afirmó Vargas.

CAUSAS

Algunos autores aseguran que esta dificultad puede pasar de una generación a otra, como una especie de cadena, debido a que se trata de una conducta aprendida y que los niños la siguen según lo que ven y experimentan al respecto. En ocasiones los padres intentan eliminar esta conducta mediante castigos físicos, pero esto es contraproducente, porque genera más violencia.

“Si el niño recibe un castigo por algún motivo esto crea un sentimiento de dolor, lo cual es algo negativo, que si bien llega a modificar la conducta, no la elimina. Debe buscarse la mejor manera de cambiar una conducta sin necesidad de ejercer violencia física o psicológica”, dijo la especialista.

La profesional aseguró que con el castigo sólo se logra reprimir los sentimientos del niño y queda una secuela en el incosciente.

“Existen muchas vivencias que son almacenadas en el inconsciente y de esa manera todo lo negativo queda ahí y en algún momento sale, cuando el niño tiene el manejo del poder y lo va a representar con agresiones a otros niños de su misma edad, quienes se muestran más indefensos, porque sabe que no puede hacerlo con uno de mayor edad ni con sus padres”, aseguró la profesional.

TIPOS

Existen algunos tipos de agresividad que son la física y la psicológica, pero ambas no son fáciles de identificar, porque no presentan un rasgo físico particular como en el caso del Trastorno de Déficit de Atención e hiperactividad que

tienen ciertos rasgos de agresividad y se visualiza con peleas entre compañeros.

“En algunos casos en los que la agresividad puede tener características no solo emocionales, sino a nivel orgánico, como el cerebral, que provoca esta reacción, son valorados por un neurólogo, que dispondrá la medicación pertinente y el apoyo terapéutico para cada caso”, explicó la psicóloga.

Respecto a la agresión verbal entre pares, con el abuso de malas palabras, es muy frecuente en los centros escolares. Este tipo de violencia si bien no daña el cuerpo del niño, afecta en su personalidad y reduce su autoestima, y éste puede adoptar una conducta sumisa en relación con su agresor.

TRATAMIENTO

Lamentablemente no todos los establecimientos escolares, fiscales y particulares, cuentan con un servicio de psicología, para que los profesionales puedan realizar una evaluación previa al ingreso de los niños en la etapa de escolaridad, lo que sería lo ideal.

“Muchos establecimientos escolares no están preparados para lidiar con niños agresivos ni con aquellos que tengan alguna capacidad diferenciada, incluso algunos teniendo el departamento de psicología no están capacitados para este tipo de situaciones por su complejidad”, explicó Vargas.

La psicóloga aseguró que si bien las maestras han sido capacitadas para la enseñanza, deben recibir el apoyo de otras áreas, según se trate el caso para ayudar al niño que tenga alguna dificultad.

La evaluación psicológica es muy importante para conocer el tipo de personalidad del niño y detectar a tiempo quién necesita el apoyo de una tutora o modificar la currícula de acuerdo con la necesidad.

“Para el tratamiento de los casos de agresividad infantil, que están presentes en los colegios, se debe realizar una evaluación psicológica y si el caso lo amerita realizar una valoración multidisciplinaria para analizar la mejor manera de solucionarla, para que pueda ser controlado favorablemente y evitar así conducta negativas durante la adolescencia”, dijo Vargas.

La psicóloga aseguró que la estructura de la familia es fundamental para tratar este tipo de situaciones, porque se debe determinar la raíz del problema si viene de los abuelos o padres, del tipo de educación que recibió el niño, si proviene de una familia monoparental o con ambos padres, entre otros aspectos.

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