domingo, 9 de febrero de 2014

Primer Día de clases: Afrontando la separación


EL LLANTO Y LA ANSIEDAD | CONSEJOS PARA AFRONTAR ESTA SITUACIÓN, QUE SUELE SER MUY COMÚN EN LAS GUARDERÍAS O EN EL PRIMER AÑO DE COLEGIO.

El o los primeros días que dejamos a nuestros pequeños retoños en la guardería suele ser todo un reto y es que es frecuente que lloren cuando se los lleva por primera vez al kínder. Este llanto se debe a que además de que se separan de sus padres, se los deja en un sitio que no conocen y tampoco están familiarizados con los maestros y sus compañeros.

Lidiar con el típico llanto y sufrimiento de los primeros días en la guardería o el colegio es un reto común y una preocupación para los padres que, por lo general, ante esta situación no saben si es mejor dejar a su pequeño en medio de ese llanto amargo y partir con ese sentimiento de culpa o quedarse un momento hasta que dejen de llorar, si es que lo hacen. Para hacer más llevaderas estas primeras experiencias es fundamental que los padres preparen previamente a sus hijos.

Por otro lado, es muy importante la forma en la que los padres les dicen adiós al dejarlos. Ximena Calvo, psicóloga y directora del preescolar Tic Tac Toe, asegura que existen cinco maneras de despedirse, algunas de ellas ayudan a su pequeño a decir adiós serenamente y otras que no permiten hacerlo con seguridad y tranquilidad.

“Al trabajar en un jardín infantil, veo de cerca lo difícil que es para las madres y padres dejar a sus niños, especialmente cuando vienen por primera vez. Como madre las comprendo, no cuesta aceptar que estarán bien sin nosotras cerca, pero hay algunas formas más acertadas”, dice la especialista.

1 La despedida tambaleosa. “¿Seguro que estarás bien?” Puede que su niño haya estado bien antes de que usted le pregunte. Al preguntarle, pensará que tal vez estará mal sin usted.

2 El adiós lento y doloroso. “Me iré después de que juguemos un rato....me iré cundo entres a clases....” Si el niño no sabe exactamente cuándo usted tiene que irse, sentirá ansiedad y confusión. Él debe entender desde un principio que se lo acompaña sólo hasta la puerta.

3 El adiós de comando. “Anda a jugar con Carlitos” o “Ve a dibujar el perrito que vimos esta mañana”. Su niño debe descubrir por si solo cómo separarse de usted sin que lo guíen.

4 Escapándose. Es muy tentador escaparse mientras su hijo se encuentra distraído en una actividad, pero en realidad lo único que conseguirá es que no confíe en usted. Él debe aprender a decirle adiós y verla irse.

5 El adiós confiado. Esta es la despedida ideal. El niño debe sentir que lo están dejando en buenas manos. Si ve inseguridad en usted, miedo y desconfianza, él también sentirá lo mismo. “La profesora te acompañará y cuidará bien. Después del trabajo y cuando el colegio haya terminado, vendré a recogerte.”



OTROS ASPECTOS

Existen otros aspectos fundamentales que hacen de alguna forma que los padres transmitan esa seguridad a sus pequeños y una de ellas es la elección de un buen kínder. Si Usted confía que está en manos responsables y buenas, transmitirá esos sentimientos a su pequeño.

Algunos especialistas están de acuerdo en dejar que el niño vaya con su “osito de peluche o su mantita” aunque lo guarde en la mochila. Esto puede significar para él que tiene algo familiar con él, algo de su casa, algo que le pertenece.

Cuando termina el primer día hay que mostrarse interesados por lo que el niño hizo y seguirlo reforzando positivamente.



ERRORES MÁS COMUNES

Uno de los errores más comunes es creer que los niños no escuchan o perciben lo que sus padres sienten. Por ejemplo, que la mamá durante los días previos exprese mensajes dramáticos sobre dejar a su hijo en la guardería. Es aconsejable evitar frases como: “Te vas de mí lado”, “eras un bebé y ahora te vas de nosotros”, “no sé si voy a soportar dejarte…” etc.

Como ya se mencionamos anteriormente, uno de los errores y quizá el más común es que la mamá o el papá deciden quedarse mientras el niño llora y el momento que se distrae, optan por desaparecer. Grave error.

Despídase siempre, si quiere puede besarlo y abrazarlo antes de partir pero dígale a dónde va y cuándo va a regresar. No es aconsejable prolongar las despedidas porque sienten la inseguridad de la madre.



CUANDO NADA PARECE FUNCIONAR

El período de adaptación suele durar las primeras semanas, con recaídas los lunes tras pasar el fin de semana con los padres. Pero si luego de un tiempo razonable el niño continúa con angustia y llanto, tal vez es aconsejable que hable bien con la maestra y la directora del establecimiento para que la ayuden a encontrar la forma de ayudar a su pequeño, ya que tampoco son recomendables para el niño esos sentimientos de angustia y nervios cada vez que tengan que dejarlo en su kínder.

Si bien es cierto que los bebés tienen diferentes personalidades y por ello algunos experimentan más ataques de ansiedad por separación que otros, puede calmarlo utilizando estas medidas sencillas. Es hora de reevaluar la situación.

Reevalúe su patrón de despedida. Recuerde que un simple y seguro: "Regreso muy pronto, corazón" seguido de un abrazo rápido y un beso puede lograr maravillas en un niño angustiado.

Por otro lado si persiste la situación, entonces debe observar de nuevo la guardería, podría ser que la maestra o ese jardín no sea el adecuado para su pequeño.

Si pese a todo continua llorando considere en acudir con especialista, no porque su hijo esté mal, sino porque un psicólogo podría darle ciertas herramientas para ayudarlo o para que le haga ver que algo no se está haciendo bien.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario