martes, 3 de diciembre de 2013

Una de cada tres mujeres en Tarija sufre de disfunción sexual

Entre amigas y en confianza el tema de sexualidad con frecuencia sale a flote, muchas veces sólo para reír en complicidad de género y tantas otras para obtener consejos o hasta inspirar a la imaginación.

Desahogos vienen, comentarios van, existe un denominador común en las confidencias femeninas sobre la intimidad sexual y es que siempre hay una o más que aseguran cierta dificultad para llegar a ese final feliz en los juegos del amor.
Incluso algunas drásticamente afirman que no disfrutan del acto sexual aún cuando reconocen las consideraciones y esfuerzos del amante para motivar y lograr en ellas esa anhelada culminación al placer.
Lo cierto es que la disfunción sexual en la mujer es muy común en Tarija, muchas incluso pasan por ella sin notar siquiera que están ante un problema que podrían superar con tratamiento médico oportuno.
El no poder disfrutar de los encuentros sexuales necesariamente se debe relacionar a motivos físicos, psicológicos, culturas y sociales, pero sea lo que fuera eso que estaría afectando se puede solucionar desde el proceso de rehabilitación médica, al menos así lo explican especialistas.

Sentir placer
La disfunción sexual en la mujer se refiere a la incapacidad de sentir placer o satisfacción al tener relaciones sexuales, explica la gineco obstetra, Leyda Paola Gonzáles, quien asegura que la falta total o parcial del deseo en la mujer le dificulta disfrutar del deseo, excitación y orgasmo.
“Este problema afecta a una de cada tres mujeres, aunque en consulta el tema sale a la luz cuando se va indagando porque viene enmascarado con otros problemas”, precisa.
La actitud y respuesta de una mujer en situación de intimidad con su pareja puede estar influenciada por varias inquietudes, preocupaciones, conflictos emocionales e incluso factores culturales y sociales, añade por su parte la psicóloga en el programa Cies Salud Sexual y Reproductiva en Tarija, Carla Lizón.
“Estrés, depresiones y otros conflictos emocionales pueden afectar negativamente el interés por el sexo, pero puede ser por también que otro tipo de situaciones influyan tales como: la falta de consideración de la pareja. Pero en una terapia se pueden descubrir las carencias de cada uno y reconducir la situación”, añade.

Luz apagada
La luz prendida, la luz apagada. Según la opinión de algunos respetables señores tarijeños, el saber hasta dónde se puede llegar siempre es una situación incierta al momento de realizar el primer contacto con una mujer y así iniciar una relación que bien podría ser casual o formal dependiendo de que se den las conexiones emocionales oportunas.
En la opinión masculina, el asunto de no mostrarse físicamente pasa además por un indicador de conflicto que va más allá del simple pudor o vergüenza momentánea.

Según ellos
Según diferentes opiniones y criterios masculinos, nos referimos a ellos citándolos textualmente, pero respetando el anonimato, por lo que los comentarios más pertinentes al tema se expresan de la siguiente manera:
“Por cuestión de crianza siempre se está juzgando la moralidad en el caso de las mujeres o que nos piensen cochinos libidinosos a los varones, ellas no pueden superar cierta timidez con respecto a su cuerpo, supongo que esto tiene que ver con temas culturales y sociales que no les permiten expresarse libremente” “Como la idea que tienen del sexo es que es un tabú y algo cochino se prefiere la oscuridad o si hay mucha luz la solución es cubrirse la cara con las sábanas y esto porque el sexo desde el punto de vista femenino está visto como algo pernicioso y no como algo normal”.
“Encontrar mujeres con algún defecto o imperfección física siempre tiene una más grave implicación psicológica para ellas, pero también están los casos leves como la vergüenza, recelo, asco, el temor de contagio, son situaciones que generan también un cierto freno en la disposición sexual femenina”.
“Si Tarija fuera como la gente dice que es nuestra sociedad, el Medioevo se sentiría feliz aquí o si fuera también como dicen que todas son unas locas que se meten con los hombres casados (textual). Esa es la mentira las locas son las que van a bailar y cantar al karaoke vestidas para casar y esto crea un sesgo que afecta psicológicamente todo el desempeño”.

El qué dirán influye
Una mujer desprejuiciada en Tarija que exprese su sexualidad libremente es el sinónimo perfecto de mujerzuela. Para muchas el tema del qué dirán repercute negativamente quieran o no en su actitud sobre el sexo, así lo expresan algunas entrevistadas que dan testimonio anónimo de ciertas explicaciones que podrían ser motivos de disfunción sexual en las mujeres.
“Hay momentos en los que estas pasándola bien pero detienes todo para irte, además le dices que no quieres que piense que eres material de una noche, ese es el tabú de las mujeres que pueden querer hacer el amor pero tienen que esperarse un día más para borrar un viejo patrón social que él nos va a asignar”.
“Ellos lo pueden confirmar que suele ser frecuente el comentario de ‘no soy chica de programa’ evitando dar demasiado en las primeras citas pensando que existe diferencia entre acceder al primer día o hacernos corretear un mes para igual llegar al fin común”.
Si bien para una gran mayoría el tema pasa por el temor al qué dirán o más específicamente a lo que él pensará, existen también los casos más críticos cuando mujeres por haber sido víctimas de violencia sexual o por haber sufrido algún tipo de acoso o agresión en la niñez se ven imposibilitadas psicológicamente a sentir placer sexual.
Pero como están de acuerdo en precisar las doctoras en psicología y medicina, ningún caso es imposible de tratar para encontrar solución mejorando no sólo la experiencia sexual sino la vida en general.
Si bien cada situación es particular y única todo tiene solución por lo que vale la pena al menos intentar superar esos problemas que perjudican emocionalmente a tantos niveles personales que van más allá de lo sexual.

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