domingo, 29 de diciembre de 2013

Trazar metas y alcanzarlas



Este año que comienza voy a dejar de fumar, voy a bajar de peso, aprenderé inglés de una vez por todas y me daré esas vacaciones soñadas (si consigo ahorrar para ello). Estos son algunos de los objetivos más comunes que las personas suelen trazarse y que terminan siendo solo eso, intenciones que no lograron concretar en el año que se fue.

¿Qué se puede hacer para evitar que nuestros propósitos se conviertan en fracasos y para cumplir con nuestras buenas intenciones, planes y sueños?
Susana es una mujer adulta, con esposo, hijos y trabajo, pero no sabía conducir. Este año se fijó una meta, aprovechar sus vacaciones para lograr de una vez por todas ese objetivo. Así lo hizo, entró a una autoescuela, tramitó su permiso de conducir (fue la tarea más extenuante de todo el proceso) y cada vez que pudo tomó prestado el automóvil de su esposo para salir a practicar.

¡Lo logró! y qué sensación más bonita que tuvo cuando pudo concretar su meta. Fue un propósito simple, asequible, ridículo para algunos, pero para ella fue una realización que la llenó de satisfacción y le dio la pauta de que lo que anhela se puede concretar.

Nada mejor que despedir un año con esa grata sensación.

No es coincidencia que a fin de año nos sacudan noticias atroces de suicidios, asesinatos y otras fatalidades. Al parecer, consciente o inconscientemente las personas tienden a hacer una evaluación en los últimos días del año sobre cuán satisfactoria ha sido su vida y si no lo ha sido se deprimen.

Los entendidos dicen que planificar debe ser una tarea bien organizada para garantizar el éxito, sin que esto signifique que el camino no será divertido.

Evaluación de fin de año
Para el sicólogo Raschid Guardia, el ser humano pasa por etapas o momentos de reflexión y análisis. “Esto se lo hace con frecuencia cuando el calendario ya no tiene más hojas. Las personas no solamente evalúan cómo les fue en ese periodo de tiempo, sino que también tratan de proyectar nuevas metas para los próximos 365 días”.
Para la sicóloga Paula Benedict es importante que cada cierto tiempo las personas evalúen tanto su vida como el alcance de las metas que se proponen: “Es la única forma de poder corregir el rumbo si ha habido errores o demoras y de mejorar la toma de decisiones”.
Según su experiencia, la evaluación no se hace con un método, entonces las fechas convencionales de fin de año se convierten en un disparador para la autoevaluación, a la vez que en motivo para trazar nuevos planes. “Lo interesante sería que las evaluaciones o reflexiones se realicen con cierta asiduidad y no esperar todo un año para hacer mejoras o para corregir”.

Depresión en los últimos días
Benedict habla aquí de ‘inventarios emocionales’ periódicos para evitar deprimirse a fin de año cuando dejamos acumular los errores y fallas a nuestro plan. “Lo más probable es que si se han dejado las consideraciones de mejoras o cambio de rumbo para fin de año, se hayan acumulado errores, omisiones, frustraciones, conflictos o malentendidos; entonces la sensación depresiva de no haber tenido logros o no haber resuelto problemas se acentúa cuando se siente que el año está por terminar y que ya no hay mucho tiempo para resolver”.
Apunta también que “otra causa puede ser que la persona ha utilizado mucha energía y tiempo en la ejecución de proyectos, trabajos o compromisos emocionales y ya en el cuarto trimestre hay una merma de energía síquica que se puede manifestar con alguna sintomatología depresiva de desgano”.
Guardia agrega dos aspectos más: “Las inconveniencias, limitaciones o ausencias, es decir, no poder estar con las personas que uno ama. Un tercer aspecto es el mercantilismo de estas fechas, la gente confunde que la alegría de las fiestas navideñas es proporcional al tamaño o valor del regalo, por ende la insatisfacción empuja a un estado de tristeza y desazón”.
La orientadora familiar Dalia Muñoz suma otras razones. “En algunos casos la depresión se puede dar porque se tuvo malas experiencias en la infancia antes y/o durante las fiestas, entonces se está predispuesto a pasarla mal. En especial durante Navidad y Año Nuevo recordamos con más anhelo a los seres queridos que en su momento estuvieron con nosotros, su ausencia se nota más, y por consiguiente el vacío que se sentimos es mucho mayor”.

Caer en lo mismo
Cuando un objetivo no se logró se tiende a volver a planteárselo, pero termina siendo parte de un círculo que no tiene fin y que año a año se repite. ¿Qué se puede hacer para romper con esta especie de maldición?

Para Muñoz dichos objetivos no se logran y vuelven a estar en nuestra lista del próximo año porque son muy genéricos,no son de fácil medición.
“Para cumplir metas se deben trazar objetivos previos alcanzables. Por ejemplo, si hablamos respecto al cigarrillo sería correcto indicar que para el mes de enero se fumará un cigarrillo menos al día, para el siguiente disminuimos otro tanto y así paulatinamente hasta lograr nuestro objetivo deseado”.

Cómo trazarse metas
Benedict recomienda dividir por áreas los objetivos a cumplir: así habrá objetivos emocionales, espirituales, laborales, económicos, de salud física, de conocimiento, familiares, ciudadanos, u otros. “Para cada una de las áreas cada semana, mes, bimestre, semestre y anuales. Si se cumple con algo de lo propuesto cada semana de seguro se habrá alcanzado buena parte de los objetivos a fin de año”.

Guardia cree que las metas tienen que ser realistas no ideas descabelladas. “La meta debe ser planificada en pasos, para llegar al piso 20 del edificio no puedes entrar por el piso 15. Debes planificar el inicio, luego tienes que hacer un plan de acciones a corto, mediano y largo plazo, cada movimiento deberá guardar orden y disciplina, si no estás perdiendo el tiempo y no alcanzarás tu meta. Y cuando haces un plan siempre debes considerar planes alternos, por si algo falla”.
Muñoz agrega que no es necesario tener grandes metas, pueden ser metas pequeñas.

“Lo importante es que tengan sentido para ti y sean tuyas, que tus deseos, tus anhelos te ayuden a solucionar problemas y a hacer que tu vida sea más satisfactoria.
Por eso necesitamos metas en todas las áreas de nuestra vida. Por ejemplo, a nivel laboral puedes tener como meta crear tu propia empresa o ascender en el trabajo, y en tu relación de pareja puedes plantearte recuperar la complicidad que tenías al principio y que fue menguando con el tiempo y la rutina. A nivel personal, puedes tener la meta de superar algún miedo determinado, dejar de fumar, tener más amigos, o cualquier otra cosa. Lo ideal es tener cuatro o cinco metas a la vez en diversas áreas de tu vida, para no dejar ningún aspecto de tu vida abandonado”.

Consideraciones finales
Como bien dijo Guardia, las personas tienen ideas pero no son realistas, por eso cuando son metas grandes se olvidan de que estas se sostienen con detalles pequeños.
“Antes de trazarse cualquier meta material se debería tener una sólida base moral, ética y espiritual ya que si no tenemos valores difícilmente podremos alcanzar, sostener y mantener un bien material en el tiempo”.
Se está terminando el año y Susana tiene confianza al volante. Ahora se propuso otra meta, ahorrar para tener su propio auto y esta vez tiene la certeza de que lo que quiere se puede materializar con un plan

TENER METAS ES TAN IMPORTANTE COMO LA VIDA MISMA
Tener metas en la vida es tan importante como la vida misma, a esa reflexión lleva la orientadora familiar Dalia Muñoz y lo dice por cuenta propia y desde su experiencia profesional.
“Las metas hacen que la vida valga la pena, aportan entusiasmo, permiten obtener logros cuando se alcanzan y enorgullecerse de ello; dan sentido a la vida, hacen que se ocupe el tiempo de manera productiva en vez de malgastarlo con pasatiempos que no aportan nada”.
Además de todo lo ya expuesto, el sicólogo Richard Waseman en la página www.inteligenciaemocionalysocial.com hace notar que hacer siempre lo mismo no te ayudará a cumplir tus nuevos propósitos. “Si tienes como objetivo perder peso, ¿por qué no identificar los hábitos que te están perjudicando? Si ya practicas una actividad física, quizá percibas que los obstáculos para adelgazar residen en la dieta, por ejemplo”.
Recomienda además no desanimarse. “Si algo no va como esperabas, aprende de los errores y vuelve a intentarlo de otra manera”.
También está seguro de la sabiduría del adagio que pide no dejar para mañana lo que puedes hacer hoy. “Está comprobado que la acción antecede a la motivación; es decir, cuanto antes empieces a cumplir lo que te has propuesto, más motivado estarás para continuar”.
Una encuesta de la consultora Marist Poll en EEUU encontró que las personas menores tienen más propósitos que los mayores de 45 años. Solo el 38% de los 1.000 encuestados realizará un propósito de Año Nuevo. A pesar de ello, los entendidos dicen que sin importar la edad, nunca es tarde para empezar y escalar.

COMO TRAZARSE METAS

Por Dalia Muñoz

Definir. Define tus objetivos con precisión, ¿qué es exacta y concretamente lo que deseas?
Poner fecha límite. Tus objetivos deben ser medibles, cuantificables y con una fecha límite para su cumplimiento.
Detallar. Cada uno de tus objetivos debe estar plenamente detallado por escrito.
Enumerar herramientas. Traza un plan para llegar del punto en el que te encuentras hasta donde quieres llegar, con las herramientas a tu alcance.
Planificar etapas. Divide el plan al éxito en pequeñas etapas de fácil cumplimiento.
Organizar tu tiempo. Organiza tu tiempo y recursos, evita distracciones y concéntrate en el proceso.
Seguimiento. Marca un plan de rendimiento, haz una lista diaria de tareas a cumplir y no dejes ir el día sin que la lista se haya completado.
Visualizar. Visualiza tu meta ya alcanzada, esto permite experimentar la sensación de realización, alegría y logro, que te mantienen motivado.
Disfrutar. Y lo más importante… disfruta al máximo hacer lo que más deseas hacer.

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