miércoles, 4 de diciembre de 2013

Princesas

Ahora es una princesa, pero mañana puede gobernar el mundo. Que no espere por un príncipe, ella debe ser responsable de sí misma y salir adelante. La realidad no es un cuento de hadas, ¡prepárala! Tiene la capacidad de sobrepasar su belleza, no necesitará consultar al espejito del muro cada vez. Estos mensajes, que pueden ‘chocarte’ al principio, son parte de una campaña que difunde la Mercy Academy, una escuela católica para adolescentes de secundaria ubicada en Louisville (Kentucky, Estados Unidos), en el marco de una campaña llamada “Más que una princesa”.

Esta escuela muestra a las niñas que pueden hacer mucho más con sus vidas, lo que fue refrendado con una publicidad que refleja que uno de los objetivos básicos del establecimiento educacional es ayudar a sus estudiantes a ser mujeres independientes y productivas en el mundo real.

¿Por qué será que desde hace unas décadas las madres inculcan a sus retoños el estereotipo de princesas? Tal vez siguiendo una moda donde las niñas deciden (o se les impone) ser las protagonistas de cuentos de hadas. No cabe duda de que Disney ha sabido vender y explotar bien sus personajes llenos de rosa, brillos y finales felices. “No es mala la fantasía en las pequeñas, hasta resulta necesaria, solo que puede convertirse en un problema cuando ellas quieren ser las protagonistas del papel y creen que en realidad así son las cosas, lo que les impide realizar otras actividades”, manifiesta la sicóloga Libia Vera.

Una visión similar
Otra historia, que se contrapone al ideal de Disney y es similar a la de Mercy Academy, es la que propone Debbie Sterling, la fundadora de Goldie Blox, una empresa estadounidense que plantea un nuevo concepto en juguetes para niñas. Porque su visión está en poner el foco en conseguir que en el futuro los ingenieros no sean mayoritariamente hombres y se incorporen más chicas con habilidades en las que priman las matemáticas, el pensamiento abstracto y la resolución de problemas.

Por esto la firma presentó sus juguetes para niñas de entre 4 y 9 años en los que se puede encontrar un libro de juegos y piezas para construir un tablero, ruedas, ejes, bloques, manivelas, una cinta y arandelas. Lo que ha ocasionado un revuelo entre las seguidoras de Blancanieves, la Bella durmiente, Cenicienta y demás princesas.

Imaginá si no es razonable la propuesta: de ingenieras a científicas hay un pequeño salto. ¿No creés que el mundo actual necesita mujeres pensantes?, no más princesas de cuentos.
Goldie Blox lanzó un video que en poco tiempo tiene más de siete millones de visualizaciones, porque se enfoca en estimular la creatividad de las niñas para realizar cosas relevantes como inventos e incluso sistemas de ingeniería. Lo que quieren es mostrar que ellas merecen más opciones que las muñecas y las princesas.

Y por casa, cómo estamos
“Es tiempo de comprar juguetes por la proximidad de las fiestas navideñas y de los reyes magos, es ocasión ideal para pensar en nuevas alternativas para las más aduladas de la casa; sabemos que son las princesas del corazón de sus padres, pero también deben poner los pies en la tierra y hacer que ellas aterricen sin dolor. La realidad es como el sol, no la pueden tapar con un dedo”, dice Libia.

“En la escuela Jopoi replanteamos el rol de los padres para promover que nuestros niños descubran ¿Quién es? ¿Qué quiere ser? ¿Qué capacidades tiene?, así cultiven la capacidad de mirar con el corazón. En suma, q­­ue aprendan a ser, pensar, sentir y compartir como un ser íntegro, lejos de responder a un estereotipo” dice la directora, Katherina Rojas.

Si las madres hacen creer a sus hijas que son princesas, promueven un mundo falso y estereotipado y les niegan la posibilidad de que se descubran como un ser único, valioso. Mirá a tu pequeña y descubrí sus habilidades y aptitudes para incentivarla.

No todo termina con colorín colorado. Hoy, las princesas escriben sus propios finales

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