jueves, 14 de noviembre de 2013

“La ceremonia del perdón”


Algo no andaba bien entre mis seres queridos, notaba actitudes no verbales de rencores y resentimientos y un distanciamiento que me lastimaba el alma; las palabras no servían de nada, la comunicación negativa iba en aumento y en ocasiones se escuchaban gritos, peleas y momentos de mucha tensión.

Como suelo hacer, entré en nivel profundo a meditar, a calmar mis pensamientos para preguntar a mi subconsciente qué estaba pasando en las comunicaciones y relaciones de mis seres queridos y qué podría hacer al respecto para poner orden y claridad en esas comunicaciones y relaciones que son la sangre de una familia.

Mientras meditaba, supe a través de una sensación que mi subconsciente me envió que en el momento oportuno se me diría qué hacer y sucedió una noche en que fuimos a comer unas hamburguesas, al llegar a casa se me ocurrió pedirles a mis seres queridos sólo cinco minutos de su tiempo; formamos un cuadrado y comencé para dar el ejemplo, les dije que iba pedir perdón por todas las ofensas y sufrimientos que les hubiera causado y así lo hice, comencé por mi esposa y a pesar de mis sensaciones, pedí perdón por todas las cosas que tenía en conciencia, continué con mis hijos y a cada uno pedí perdón también; luego le tocó a mi esposa y así cada uno pidió perdón a los demás.

En la segunda parte del ejercicio, comencé agradeciendo a mi mujer por todas las acciones cariñosas que hace para facilitar nuestra vida, reconocí todos sus méritos y también continué agradeciendo a mis hijos y después lo hicieron ellos en su turno, y al concluir los dos ejercicios todos habíamos llorado, entonces yo sentí que habíamos logrado hablar dejando nuestro orgullo de lado y habíamos dejado que el corazón diga su verdad.

Algo se había sanado en nuestra familia, algo había cambiado y algo había mejorado y creo que la ceremonia del perdón familiar, del reconocimiento de los méritos y del agradecimiento a cada uno de sus miembros había hecho su milagro y me parece, que la inteligencia infinita, con su forma silenciosa

de proceder tuvo algo que ver en esto por lo cual estoy muy agradecido.

Hay muchos hogares envenenados por el rencor, por los resentimientos, enlazados por el orgullo o por la soberbia; por esa razón no pueden dejar que el corazón de cada uno diga su sentimiento y diga su verdad. Este artículo está destinado para que sepa usted querido amigo o usted querida amiga que puede prepararse mentalmente y preparar a su gente para realizar la ceremonia del perdón y si consigue hacerlo, tome la decisión de que volverá a repetirla en tiempos futuros para volver a restaurar la sinceridad y el estado de amor y positividad que debe haber permanentemente en su hogar.

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