jueves, 14 de noviembre de 2013

Diferencia, el amor de la costumbre




¿En algún momento de la relación dudaste sobre lo que sientes por tu pareja?, ¿te preguntaste si es amor o costumbre? Ponte a prueba y cuestiona tus sentimientos. Formúlate preguntas como: ¿Qué es lo que amas de él?, ¿cómo son tus relaciones íntimas?, ¿existe pasión, deseo y atracción?, ¿es firme el compromiso de seguir con él de manera racional? o ¿sientes agobio y crees que la relación ya no tiene sentido?

Cuando permanecemos unidos a nuestra pareja por mucho tiempo, corremos el riesgo de dejar la puerta abierta a la monotonía y el aburrimiento. Con el paso de los años y la convivencia constante podemos perder la magia inicial que sentíamos y la capacidad de asombro hacia la otra persona puede verse mermada.Por ello es importante desarrollar la capacidad de mantener viva la llama del amor y evitar que esa relación llena de entusiasmo, compromiso y

felicidad se convierta en sólo una costumbre en donde la presencia de nuestra pareja sea únicamente una necesidad de contar con alguien a quien acudir en ciertos momentos. El secreto para evadir la rutina es alimentar lo que sentimos cada día con pequeños o grandes detalles que demuestren amor. Eso sí, se necesita mucha voluntad.

El psicólogo Carlos Velásquez aconseja que te formules algunas preguntas importantes, como: ¿Cuánta falta me hace esta persona?, ¿por qué?, ¿temo quedarme sola y no tener compañía?, ¿realmente me hace falta sentir sus abrazos, caricias, besos y su amor?

“Después de contestar sinceramente tendrás algo más claro; a veces es difícil diferenciar ambos vínculos”, comenta el especialista.

El proceso del amor

El lazo afectivo entre dos personas se genera desde la atracción y un principio denominado enamoramiento, que es la etapa más simpática y bonita que tiene la pareja, en la que puede expresar con facilidad sus sentimientos. Lo difícil llega después, poder mantenerlos constantes a lo largo del tiempo. “La costumbre es el proceso en el cual dos personas están juntas, pero sin una visión en común. Simplemente entienden esta unión como una especie de acompañamiento y lo afectivo pasa a segundo plano o se llega a perder por completo”, aclara.

El psicólogo Óscar Urzagasti agrega que si bien en la etapa del enamoramiento hay mucha química entre los enamorados, de forma natural eso irá disminuyendo y se llegará a un amor más racional. “La relación entonces cambia y se empiezan a priorizar ciertas cosas que son de interés común, como los hijos, la situación económica, la salud y otros. Esto ayuda a desarrollar el vínculo”.

Esto no es malo, al contrario, ambos están construyendo una vida futura responsable, lo que no significa dejar de lado la relación de pareja para no incurrir en la rutina.

Acciones a tomar

Urzagasti aconseja renovar constantemente el programa de vida diario para que no se convierta en una costumbre. “Por ejemplo, si se juntan después del trabajo para recoger a los niños del colegio a una hora determinada, todos los días, quizá en alguna ocasión puedan pedirle el favor a la abuela e irse juntos y solos a almorzar fuera de casa”.

En lugar de cenar a las 20.00 todos los días con los pequeños, se les pueda dar la comida antes y luego mandarlos a la cama para preparar una romántica cena sólo para dos, sin descuidar a la familia.

De lo que se trata es de ingeniar detalles que aviven el fuego de la pasión y dar demostraciones de amor sin dejar que el matrimonio caiga en el aburrimiento y la resignación de la costumbre.

Se necesita ser muy maduro para sobrellevar un enlace de años y hacer que se mantenga viva. “Es mucho más complejo: se debe aprender a manejar la vida sexual y afectiva, la salud y la responsabilidad de forma equilibrada, sin dejar que ninguno de estos aspectos lleguen a agobiar”, expone Urzagasti.

Para afianzar la unión, cuestiónate e identifica algún detalle o sentimiento que rescatar, dejando de lado la rutina. “Todo en esta vida necesita renovarse, debemos actualizar nuestra relación cada vez que podamos para no perder el asombro que nos causa la persona amada”, recomienda el portal www.revista-digital.verdadera-seduccion.com.

Toma acciones

Recuerda lo que te enamoró de él y úsalo para afianzar la unión. Por ejemplo, si amabas la comunicación que había, ve las formas de reformularla.

Renueva tu relación

Inventa cosas nuevas y busca los detalles. Crea tus propias herramientas para salir de la rutina y no dejar que se apague el amor.

Voluntad

Ambos pueden poner de su parte para hacer que el amor, las ganas de estar el uno con el otro y la necesidad de recuperarse esté latente.

Fuentes: Óscar Urzagasti y Carlos Velásquez, psicólogos. Con datos de: www.revista-digital.verdaderaseducción.com


No hay comentarios.:

Publicar un comentario