viernes, 8 de noviembre de 2013

¿A solas? en el ocaso de la juventud

Elena es una mujer de 68 años que vive sola, sus tres hijos se fueron de casa, pues formaron sus familias, pero la visitan seguido. Su marido murió hace un año y a veces siente que lo mejor es internarse en un asilo, decisión que no es bien vista por sus hijos que han decidido turnarse para pasar mayor tiempo con ella. La mujer cuenta que el amor de sus siete nietos la mantiene viva.

"Cuando todos se van y me quedo sola en casa, me pongo a ver tele, pero una vez en el cuarto hay noches que no puedo dormir porque escucho de todo. Sé que mis hijos han cumplido con su misión, ellos quieren que me vaya a vivir con ellos, pero no es justo que ellos se hagan cargo de mí, mientras yo pueda valerme lo haré, ya después ellos o yo decidiremos qué hacer", reflexionó la señora.


Independencia. Para la geriatra, Tesoro Chávez de Los Ríos la soledad que siente una mujer de la tercera edad dependerá de la atención que le brinde la familia.

"Si la familia apoya a esa persona, la atiende, vela por su alimentación, salud, cobijo, abrigo y la visita de forma rutinaria, es más llevadera la situación y no solamente los nietos son importantes sino también los hijos e hijas que ella tiene", apuntó la profesional.

Riesgos. Si la persona presenta riesgos como no caminar, no come sola tuvo alguna enfermedad que la postró en cama, se deberá contratar una persona que la atienda o que los mismos hijos hagan su parte.

Riesgos. Para la también geriatra Roxana Fernández, es fundamental que esa persona sienta que la aprecian. "Los adultos mayores merecen respeto, atención y amor. La soledad puede ser desgarradora y hasta desvastadora para ellos, la familia, sus seres queridos son fundamental en su vida social.

¿Asilo?. Ambas profesionales coinciden que el asilo es la última opción, cuando no hay quién los cuide en casa. Contratar una enfermera o empleada es otra alternativa.

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